¿Era está la llamada luna de miel? Ese maravilloso tiempo de éxtasis, esa burbuja de amor que solo pertenecía a los dos. Acurrucada contra un cálido y firme pecho por un momento dudo de la realidad, todo se sentía tan sub real, tan maravilloso, tan íntimo.
—Buenos días esposa~— llamo ronco con una dulzura que parecía ser la más pura de todas. Sus ojos marrones y su piel canela, Will era una obra de arte hecha hombre. Y era todo de ella.
Beso con sutileza sus labios, abrazando su cuello con la ternura de una esposa recién casada.
—¡ Buenos días esposo~ !— saludo tan bien ronca con un pequeño dolor de cadera, de esos que aún que sonara masoquista, eran gustosos. Sentía el cuerpo relajado, y a pesar de estar adolorido era algo que con un relajante se pasaba. Beso con ternura su rostro, sintiendo la calidez de su piel, lo rasposo de su barba y lo dulce de sus pestañas.
—Hay que comer cariño~ O puedes comer otra cosa~— su voz ronca tan varonil, su mano grande y rasposa tomando mi propia mano para tomar su amiguito que parecía estar despierto, pero bien sabía que eso se podía considerar "solo asomando la cabeza de la tortuga"
—Umm~ tentador, pero hay que desayunar, el desayuno es importante.— susurro antes de besarle y levantarse sin mucha prisa solo tomo una piel y la amarro como un tipo de delantal rústico, fue con emoción tomando lo que necesitaría, un desayuno bastante suntuoso, huevo estrellado, carne frita en su propio aceite, ensalada y un tipo de tortilla de papa.
Aún debía experimentar y tratar de hacer condimentos mejores... Extraño la salsa tártara y el adobo... Pensaba mientras colocaba todo en platos de madera que bien sabía que había hecho Will, mientras hacía aquello el hombre como una bestia pecaminosa se pasaba por la cocina, supuestamente ayudando, estando totalmente desnudo con sus nalgas y miembro bellamente, expuestos.
—Quien fuera Picasso para hacerte un cuadro renacentista mi amor~— un piropo que en situaciones normales, el oso no entiende pero sabia que era un halago de su mujer... O eso esperaba. Triunfante se comenzó a ejercitar, haciendo levantamiento de pesas usando una bolsa de red con unas piedras dentro.
—Estoy hambriento, tengo energías de sobra como para cazar un monstruo de barro.— Informaba riendo mientras brincaba con energía, al hacerlo aquello saltaba con él, como un saludo matutino, haciendo a la mujer morder su labio inferior.
—Si~ come que aún es temprano — comenté riendo suavemente con una sonrisa complice, bien sabía que una vez acabará de comer iniciaría otra ronda de sexo y amor.
~
Había pensado que si se casaban serían dulces acaramelados, entre besitos y abrazos, pero ... Había una bestia lujuriosa frotando a su pequeño oso contra mis nalgas. Jamás fui de las que se negaban al sexo, mucho menos de las que decían miedo.. . Pero...
¡Me duele absolutamente todo!
Tengo picazón en las nalgas, y ardor en el cuello, mi vientre se siente hinchado y mis piernas pegostosas como si estuvieran pegadas. La garganta me arde y los labios, me acurruque en una bolita. Podía jurar que ya era medio día por el sol que entraba por los huecos en las pieles.
—Amor~— su voz ronca y sus manos calientes recorren mi cuerpo.
—No.— respondí tajante, aún que quisiera decir más no pude, mi garganta dolió como si hubiera tragado vidrio. Tosi y hasta eso me dolio, lo mire enojada y agraviada.
¡Jodida bestia! ¡Me duele todo!
—¿Estás bien? ¿Te duele algo? — pregunto ahora preocupado tomando me, en sus brazos, sinceramente me sentía un flan madreado, pero valió la pena. . . Pero ahora me dolía... Que contradictorio. . .
Me límite a asentir o negar con la cabeza, me dolía la garganta de tanto gemir y gritar, mi pobre cuerpo pago por mi vagancia... Me pondré a hacer más ejercicio... Si seguro fue eso...
—Buscare a Mijaíl, no te preocupes amor lamento ser tan brusco.— sus cálidos besos regaron mi rostro y sonreí, apretando mi mano contra mi pecho con una dulzura inexplicable, tal vez esto era lo que llamaban un corazón enamorado.
Mijaíl había llegado corriendo junto a Will ambos se veían preocupados, y sin dudarlo me ayudaron a limpiar mi cuerpo y aplicar una extraña pomada herbal que sinceramente fue como un paño tibio en los días menstruales. Me sentí tan cómoda y relajada como un niño.
—Gracias Mijaíl.— Agradecí mientras acomodaba mi vestido de piel animal.
—Todo lo que sea para mí dulce flor de camelia.— Contesto con una sonrisa suave mientras acariciaba mis mejillas. —¿Dónde salió la marca de Will?— pregunto suavemente mientras se sentaba a mi lado, Will se sentó tras de mí, sentando me sobre sus piernas abrazando mi cintura con cierto deje posesivo.
—parecen muy juntos los dos...— comenté notando la complicidad de ambos hombres.
—es que estoy conciente de que Mijaíl está tras de tí.— Comento Will como si nada en cierta forma... Me dolió. ¿Dónde están tus celos de hombre ? ¿No te importa si traigo a otro a casa así nada más? Le mire queriendo recriminarle pero note sus ojos brillantes.
—¿No te molesta?— pregunte suavemente mientras tragaba saliva.
—Es ... Normal. Las mujeres orco poseen más de 5 maridos algunas hasta llegan a tener 20 o más.— su explicación no calmo mi enojo, el dolor físico había disminuido, pero el dolor emocional me picaba. Entendía que poseían este "adoctrinamiento" pero me hubiera gustado que mostrará resistencia...
—Entiendo... Pero... Ummm— me calle, mirando aún costado. Sinceramente aún seguía en conflicto, monogamia o poliandria... ¿Era amor? O ¿Atraccion? —Si te acepto como mi hombre no abra diferencia entre tu y Will ¿Lo entiendes no?— comenté suavemente mientras miraba a Mijaíl, sabía bien que los orcos amaban a una sola mujer, pero, Mijaíl era un orco considerado "femenino" un Omega masculino ¿El sacrificaria esos beneficios por mi?
—Aun si no me amarás como lo amas, con ser tu esposo seré el más feliz.— su amor era como una colcha cálida y necesitada.
—Ahh... — suspiré me sentía como una mierda hipócrita, tal vez... Era el pensamiento de mi época que me ponía tan en conflicto... Después de todo aún que hubieran parejas poliamorosas en mi época... Si era la mujer la que tenía más de un hombre era mal vista, aún cuando estos hombres aceptarán ser parejas poliamorosas...— Te enseñaré a leer y escribir a ti y a Will, apenas puedan leer y escribir les daré libros para que mejoren en sus áreas... Yo... UMM... Es todo.— se acurruque más contra el pecho de Will escuchando su corazón latir. —Hay que ampliar más la casa... — Susurré mientras en mi mente miraba todas las misiones que el sistema mandaba como una metralleta. Tantas que hasta me sentí mareada.
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Seré La Reina De Las Bestias. (Poli 1)
FantasyYo no era santa, pero ese hombre me volvió devota. Una mujer independiente de la época moderna, que muere y aparece en un mundo medieval donde las mujeres ya no existen y los Gers u omegas masculinos son el único medio de reproducción. Su vida estar...