1. Primer encuentro

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Bill, un chico de 20 años, el cual estaba haciendo su tercer año en la universidad, estudiando la carrera de derecho. Vivía junto a su hermano, Andreas y su hija, Eli, que la trataba como si fuera su propia hija.

Se podía decir que Bill era un chico un tanto misterioso, si bien conservaba algunos amigos, prefería pasar por desapercibido entre toda la gente de la universidad

Ahora mismo, Bill se encontraba en su quinto sueño, durmiendo con una pata afuera de la cama mientras se le derrama baba por su boca.

- ¡Bill, carajo! ¿Te vas a despertar de una puta vez?- Gritaba Andreas, sacudiendo a Bill para que el chico se levantara.

- Dejame en paz, Andy.- Se quejó el otro mientras refregaba sus ojos con sus manos.

- Llegaras tarde a tu clase, ¿estuviste de nuevo ayer hasta tarde afuera?-

Andy, ya había comenzado con sus estupideces y Bill no estaba del todo despierto como para tolerarlas.

- Que va, ya me levanto.- Contestó Bill, ya enojado desde las 7 de la mañana.

Se acercó al comedor, donde estaba su hermano preparando el desayuno y su sobrina, Eli, comiendo algo que Bill desconocía. la cogió en sus brazos y le dió un beso en la frente.

- Aw Eli, eres tan hermosa que te tendría como mi hija.-

- Dejala comer Bill, se te hará tarde.- Gritó Andreas al escucharlo murmurar cosas.

- Que ya va, deja de ser tan pesado.- El chico pelo azabache rodó sus ojos, en su camino a cambiarse.

Se colocó una remera negra con el logo de su banda favorita, Metallica, junto a unos jeans semi-holgados con un cinturón lleno de tachas y por último, unas converse, las cuales utilizaba todos los dias de su vida. En la universidad, le gustaba pasar por desaparecibido lo más posible, aunque era imposible para él, ya sea por su acentuado maquillaje o por su ropa totalmente extravagante. Para terminar su look, se colocó una gafas negras, que lo hacían ver más inocente de lo regular.

Regresó al comedor luego de cambiarse para sentarse junto a su hermano y su hija, para desayunar.

- Y bien, ¿no me vas a decir donde estuviste ayer?- Cuestionó Andreas mientras le daba de comer mediante una cuchara a su hija.

- Pues... ¿Aquí?- El otro chico se encogió de brazos.

- No te hagas el idiota, Bill.- Ahora dio un bocado de su comida él. - ¿Te estás metiendo en esas carreras clandestinas?-

- ¿Que dices, Andy?- Bill se comenzó a poner nervioso por su cuestionario.

- Bill, dime la verdad.- Contestó su hermano, conteniendo su ira de explotar ahí mismo.

- No entiendo en qué te afecta a ti.-

- Dijimos que no ibas a volver a ir.- Comenzó a sobarse el puente de su nariz, frustrado. - Por el bien de Eli, es peligroso para ti y para todos.-

- Deja de meterte en mi vida, porfavor.- Se incorporó con su plato sucio, colocándolo en el lavavajillas para así largarse de la casa de una vez.

- Bien, ya estoy, me retiro.- Cogió su bolso mientras saludaba a su hermano, agitando su cabellera.

- Suerte.-

Y sin más, Bill se dirigió caminando a la universidad. En el camino, se encuentra con Natalie, una de sus mejores amigas. Para saludarse, se dan un beso en los labios, y si, muchos pensarán que es algo extraño, pero para ellos no lo era, ambos pretendían ser pareja públicamente para ocultar sus verdaderas sexualidades. Y si bien, su grupo de amigos ya sabía que lo suyo era falso, el resto de la universidad pensaban que eran "la pareja perfecta".

corredores | TOLLDonde viven las historias. Descúbrelo ahora