corredores | TOLL

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- ¡No lo sé, Bill!- Exclamaba Natalie mientras se sobaba le frente.

- Nat, te aseguro que no va a pasar.- Reaseguró Bill pasando su brazo por el hombro de la chica.

- Es que te siento distante, ya no me llamas tan seguido como antes y no me invitas a tu casa.- Lloriqueaba. - ¿Ya conseguiste un novio real?-

- N-No, ¿por qué piensas eso?- El chico intentó disimular que realmente la razón de eso, en efecto, si era por un chico, pero nunca se le pasó por la mente contarle a Natalie de Tom. - Mira, es más, hoy puedes venir a casa y luego acompañarme a una fiesta.-

- ¿Vas a ir a una fiesta?- Volvió a lloriquear. - ¿Y por qué yo no sabía nada?- Se quejó haciendo un puchero.

- Nat, es con los chicos de las últimas carreras clandestinas. Solo invité a Gustav y Elias porque tenía miedo de que te pasara algo, ¿Ok?- Esta vez la cogió de las mejillas para dirigirle un contacto de miradas directo para que viera que no estaba mintiendo. La chica simplemente se aferró al contacto de Bill. - ¿Entonces hoy luego de tus clases?-

Mientras Bill y Natalie tenían aquel momento que era fácilmente considerado uno típico de pareja romántica para el público, Tom simplemente observaba desde la distancia mientras sus amigos discutían. Sabía toda su situación no-amorosa con Nat. Bill mismo se lo había explicado para que no haya confusiones, pero simplemente no podía evitar resentirse porque juzgando a como actuaban en público, parecían una pareja de verdad. Sabía que lo vería hoy pero no sería capaz de hacer todas las cosas que hacen cuando están solos, únicamente Natalie sería la que podía besarlo y actuar románticamente con él frente a todo el mundo.

Él debería ser el que está de la mano con Bill, no ella.

Tom inició a jugar con el piercing colocado en su labio mientras los observaba de reojo, ahora Natalie lo habia acercado a ella para entrelazarse en un abrazo, internamente Tom se estaba muriendo de deseo de ir y separarlos, pero simplemente lo disimulaba tomando respiros profundos.

Volví a la conversación que estaban discutiendo mis amigos, solamente para pretender un rato que no me interesaba lo que Bill o su novia se encontraban haciendo. Luego de un rato más de aburrimiento, se escucho el timbre que eximía a todos para asistir a clases.

- Tom.- Me tocó el hombro una voz femenina detrás mío. Me di vuelta de mis amigos y creía que era uno de los amigos de Bill, pero resultaba ser aún mejor. Era ni más ni menos que la rubiecita que siempre acompaña a Bill. La falsa novia. .

- ¿Si?- Tuve que mirar hacia abajo ya que le pasaba fácilmente dos cabezas a la pobre. Desde ese ángulo parecían aún más intimidante, pero la chica aún no sucumbía en miedo, se intentó mostrar firme.

- Sé que nos veremos hoy en la casa de Blas, así que simplemente te quería recordar de que si llegas acercarte al menos un paso a Bill...-

La frené antes de que pudiera continuar hablando. ¿Ella ahora me estaba mandando a mi?

- Muñeca, me parece que tienes que bajar un poco la intensidad.- Me reí. - ¿Qué te hace pensar que a mí interesa tu novio?- Obvio que me interesaba.

- Yo...- Murmuró poniéndose nerviosa al instante. - Ví recién como nos mirabas... o cuando me pediste su número.-

Bien me estaba cogiendo en todas las posiciones con sus devoluciones.

- No creas que no me di cuenta de tu reputación aquí, y si llegas a hacer algo con Bill, te juro que...- Fue nuevamente interrumpida, solamente que esta vez por Georg quien se había adelantado de mi.

- ¿Quien se supone que eres?- Habló Georg acobardando a Natalie. - Ah, eres la novia del marica ese.- Se rió. - ¿Necesitabas algo o simplemente ya te aburriste de tu novio?-