13.

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Luego de aquel reconfortante abrazo que se habían dado los chicos, mientras la música resonaba en segundo plano, y continuaban encerrados dentro del baño, el motociclista opta por separarse.

- Me tengo que ir.- Habló aún con sus manos en el pecho del mayor. - Mis amigos comenzarán a buscarme.-

- Bien.- Le entregó otro beso. - Bill, ¿estamos bien?- Preguntó generándole una sonrisa al menor.

- Lo estaremos.- Le dió una palmada en el hombro. - No creas que te vas a librar de mi, Kaulitz.- Dijo al salir cuidadosamente del baño, intentando que nadie vea la figura de su acompañante en el baño. Se adelantó entre la gente hasta poder ubicar a sus amigos, que se encontraban no muy lejos.

- Ey, ya volviste.- Saludó Elias al notar su presencia. - Ya me estaba aburriendo con estos dos.-

- ¿Qué hacían?- Cuestionó el pelinegro al volver al círculo aislado donde se encontraba su grupo.

- Nada que te hayas perdido, simplemente Natalie planeando como hablarle a Chantelle.- Se encogió de brazos Gustav.

- Mm, solo ve y ya.- Empujó Bill. - No es tan difícil.-

- Aja claro.- Rodó sus ojos la chica. - Le hablaría si no estuvieran los idiotas de sus amigos junto a ella.-

- Como detesto a ese grupo.- Opinó Elias refiriéndose al conjunto de personas que conformaban el grupo de Tom, en esos incluyendo a: Georg, Sparky y Blas. Esta vez, Bill simplemente optó por no opinar, no hablaría mal de Tom. - ¿Por qué de repente se está acercando...?- Volvió a hablar al notar que uno de ellos se estaba acercando a su grupo.

- En que realidad alternativa Georg quiere hablar con nosotros...-

- ¡No! ¿Y si nos escucho hablando de él?- Se frustró Elias. - ¡Nos va a matar!-

- Shh, tranquilos, son unos raros.- Intentó calmar a sus amigos. - Hay mucha gente, no creo que nos v— Y se calló al sentir una mano en su hombro. Que lo coma la tierra.

- Bill, ¿Podemos hablar?- Lo tomó por sorpresa Georg. Mierda. ¿Se habrá enterado lo de Tom?

- Esta bien.- Pretendió indiferencia el menor, intentando no mostrar que internamente se moría de nervios por la presencia del peli largo.

- ¿Cuanto pagas por la noche?- Cuestionó Georg, sin más.

- ¿Qué?- Elevó una de sus cejas, no comprendiendo lo que había dicho.

- Para que te acuestes conmigo digo.-

- ¿De quien me ves cara?- Lo empujó Bill ahora ofendido.

- Vamos.- Insistió el mayor. - Es solo una noche, te haré disfrutarla al máximo.-

- Sal de mi vista.- Contestó Bill mostrándole una mirada amenazante. No creía lo que estaba escuchando, ¿se creía que Bill tenía las ganas de acostarse con él?

- Te pagaré.- Le cogió de la mano con una mirada tierna. - Vamos, todos sabemos que te acuestas con el primero que se ofrece.-

No se pudo contar el tiempo que tardó para que Georg acabara en el suelo, con una nariz sangrante, mientras el menor tenía los nudillos rojos. Sabía que Georg simplemente estaba jugando con él, la rabia que le tenía a este chico era demasiada. Por impulso le dio un golpe en la cara empujándolo contra la gente. De repente, toda la atención que antes estaba en bailar, ahora estaba sobre los ojos de Bill.

- ¡Dios! ¡Que puto podes ser!- Habló Georg incorporándose mientras acariciaba su mejilla por el golpe. - Te las vas a ver, Trumper.- Reiteró para rápidamente devolverle la cachetada, haciendo a Bill voltear su rostro por el impulso.

corredores | TOLLDonde viven las historias. Descúbrelo ahora