Same old love

Capítulo 18

Pete POV

La neblina era confusa, los recuerdos se revolvían entre los reales y aquellos incrustados en mi mente al despertar en el hospital de Corea, giraban alrededor de mí, mostrándome fragmentos de vidas distintas, la tranquilidad de una pareja enamorada en espera de su prime cachorro, contra la locura de un par de amantes que se amaban con locura, pero peleaban sin poder llegar a un acuerdo.

Vegas y yo protagonizábamos ambas vidas, mismos sentimientos, mismas creencias, distintos escenarios y la desaparición repentina de múltiples personajes secundarios, podía reconocerlos, había memorizado sus nombres en el piso de nuestra casa, pero al tratar de enfocar las escenas con mayor detalle, todo se desvanecía en esa maldita niebla, eran mis recuerdos, estaban ahí, a mi alcancé y, aun así, seguía sin poder llegar a ellos.

Corría hacía las ventanas con secretos, tratando de echar un vistazo al otro lado, pero mientras más rápido iba, más se alejaban de mí, me faltaba el aire, el cuerpo me dolía y no podía dejar de luchar por recuperar lo que me pertenecía, cada caída me hacía ir con más desesperación, los golpes dejaron de doler y la frustración me volvía resiliente, debía recuperar mi vida.

Tragué en seco mirando fijamente la imagen de nosotros esa noche, sus brazos tratando de calentarme, la ropa empapada, mis gritos desesperados, Khun aún en el auto, el maletín..., tomé una profunda bocanada de aire y lo solté a la cuenta de tres, debía llegar, esta vez debía llegar, pero antes de dar un solo paso un peso cayó sobre mi hombro, bajé la mirada, una mano me detenía, fruncí el ceño levantando la vista hasta la persona detrás de mí y finalmente me tope con la persona que bloqueaba mi vista al pasado.

Ahí, parado detrás de mí, con el rostro lleno de rasguños, el cabello pegado a su frente por el agua y los labios resecos de tanto gritar, estaba yo, mirándome con los ojos vacíos, no era que los recuerdos se alejaran, era que yo jamás llegaba a moverme de lugar.

― ¿Por qué? ―murmuré con la voz entrecortada, girándome por completo para enfrentarlo, el Pete frente a mí soltó el aire contenido como si le pesara en el interior y negó lentamente. ―Necesito saber.

―Saberlo todo, nos quitara todo. ―fruncí el ceño aún más y su mano buscó la mía. ―A veces es mejor vivir en la ignorancia.

―Es mi pasado, nuestra vida juntos, necesito recordarlo. ―sus ojos cansados se nublaron y le tomó demasiado tiempo mirarme a la cara de nuevo.

―Somos felices ahora, habrá nuevos recuerdos juntos, los tres seremos felices. Nosotros, Vegas y nuestro cachorro. ―negué dando un paso atrás, pero su mano se aferró aún más a la mía negándose a soltarme. ―La verdad nos hizo miserables. ―masculló dando un paso tras otro en mi dirección hasta tomar mi rostro entre sus manos. ―No le contaste del cachorro porque tuvimos una pelea, teníamos semanas sin hablar con él, porque te enteraste de la verdad y no podías perdonarlo.

―No. ―murmuré sacudiendo la cabeza para tratar de zafarme de su agarré. ―Lo recuerdo, esa noche, yo quería contárselo, nunca quise ocultarle nada...

― ¿No te has dado cuenta que tus recuerdos no cuadran con la realidad? ―mi pecho se encogió y sus ojos se clavaron en los míos, la ironía de enfrentarse a uno mismo. ―Nada encaja, todos cuentan versiones ligeramente diferentes, porque los únicos que conocían la verdad absoluta, éramos Khun y yo, pero cuando lo sepas todo va a cambiar de nuevo.

―Estoy volviéndome loco. ―mi otro yo negó de nuevo ante mis susurros descompuestos. ―Perdí la razón después de verlo morir.

―Khun sabía que moriría, no estaba huyendo para salvarse a sí mismo, sino más bien, para salvarte a ti y al cachorro que llevabas dentro. ―sus manos soltaron mi ostro y bajaron lentamente hasta mi vientre, era plano otra vez, mi cuerpo se tensó y una sonrisa ligera apareció en sus labios.