Macao POV
La mayor parte del tiempo trataba de no compararlos, eran personas distintas y aun cuando mi relación con ambos caía dentro del mismo ámbito, jamás serían exactamente iguales, ¿cuál era el punto en señalar aquello que los hacía tan diferentes?, los disfrutaba a su propia manera y los trataba conforme a lo que sabía preferían, sin embargo, en las noches cuando alguno se quedaba a dormir, la curiosidad me tentaba a detallarlos, como un juego para niños en dónde encontrabas las cinco diferencias para pasar al siguiente nivel.
Después de años me gustaba pensar que estaba en un nivel avanzado por no reparar en lo evidente, nada físico al menos, prefería enfocarme en aquellos pequeños gestos que pocos reconocerían, como la forma en que Kim dormía sobre su vientre evitando tocarme después de haber estado en mi interior, mientras Chay era incapaz de dormir sino estábamos enredados el uno en el otro.
El sonido de sus respiraciones, el aroma que dejaban en mis sábanas, el tiempo que les tomaba ir a buscarme cuando me levantaba para fumar, la forma en que buscaban el contacto físico, el volumen de voz que usaban después del sexo. Todo resultaba tan diferente e incomparable y aún así ambos esperaban una especie de clasificación para saber quién iba ganando la carrera, como si el premio final fuera quedarse conmigo.
― ¿Por qué estás afuera? ―levanté el cigarrillo entre mis dedos mostrándoselo sin voltear a verlo, lo escuché bufar saliendo al balcón y le miré apenas se detuvo a mi lado, el pantalón de pijama que había tomado de mi armario le caía por las caderas mostrando el comienzo de la V en su vientre bajo, a simple vista no parecía llevar ropa interior y su piel se erizaba dejando sus pezones erectos por el frío. ― ¿Cuántas veces has prometido dejar de fumar?
―Ya casi no lo hago. ―musité encogiéndome de hombros, puso los ojos en blanco y estiró el brazo para tomar el cigarro de mi agarré para darle una bocanada él mismo, lo había dejado el año pasado, pero su rostro mostró pura satisfacción al sentir el humo en su interior. ― ¿Cuándo es la boda? ―murmuré tomándolo de vuelta, su cuerpo se tensó y sacó el humo alargando lo más posible la respuesta.
―No lo sé, nos dio esta semana para elegir la fecha. ―asentí tomando otra calada, sentí su mirada taladrando mi cabeza, en eso eran bastante parecidos, ambos estaban desesperados porque alguien detuviera la boda y creían que sería yo.
―Chay cumple años en dos meses y medio, pueden casarse entonces. ―deje salir el humo en una profunda bocanada, no iba a darle una salida, si quería una intervención en el gran evento tendría que hacerlo él mismo y dejar de temer a la reacción de su padre.
Suspiró tomando mi muñeca para que colocara el cigarro sobre sus labios, rozando sus labios con las puntas de mis dedos, le miré cerrar los ojos disfrutando la sensación, abriéndolos cuando sus pulmones estuvieron llenos y nuestras miradas se encontraron, su mano soltó la mía, llevándola lentamente hasta mi espalda baja atrayéndome lo suficiente para levantar mi barbilla, tan cerca el moretón en su mejilla se hizo notoria, con una sonrisa ladina abrí los labios para recibir la bocanada de humo como cuando estábamos en la universidad.
― ¿Iras? ―preguntó después de unos segundos, recargando su frente sobre la mía, me encogí de hombros apagando el cigarro en la baranda de cemento.
―Estoy pensando en mudarme a Corea para cuidar de Vegas. ―musité fingiendo que era un comentario al azar. ―No ha estado bien desde la muerte de Pete.
―Mi padre dijo que lo han visto entrar y salir de la oficina todos los días, no ha descuidado ninguno de sus negocios desde que se instaló allá, no debe estar tan mal. ―su voz, aunque pausada, estaba llena de ansiedad. ―Ni siquiera compartían una marca.
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Same old love
FanfictionHay una historia entre nosotros de la que solo conozco fragmentos sin sentido, te recuerdo corriendo a la clase de matemáticas, te escuchó gritando mi nombre en el parque, nos veo caminando un largo pasillo con flores y personas que he olvidado. Nos...