Vegas POV
Cerré la puerta detrás de mí con extremo cuidado, dejando a mi esposo y nuestro cachorro dormidos, era bastante tarde y les había tomado bastante quedarse dormidos, no quería que nada los despertara, en especial ahora que tenía tantas cosas de las que encargarme.
Dos guardias estaban asignados a la habitación, más dos en cada entrada al piso, desde elevadores, hasta escaleras de emergencias, nadie sin autorización podía subir, así que estaba tranquilo con dejarlos solos unos minutos.
― ¿Qué dijo el psiquiatra? ―murmuré caminando por el pasillo junto a Top, era el único momento del día en que podríamos enfocarnos en Kim, con Macao y Chay vigilando en espera de cualquier noticia, resultaba imposible tomar decisiones sin que ellos se enteraran, excepto ahora que ambos estaban durmiendo.
―Con el expediente de Kim y los testimonios de diferentes especialistas, el juez aceptó que su detención fuera en un psiquiátrico. ―asentí subiendo al elevador con él. ―Lo llevarán ahí en unas horas, elegí una buena clínica y el abogado te asignó como su tutor legal, nadie podrá entrar a verlo a menos que tú lo autorices.
― ¿Por qué yo? ―musité con el ceño fruncido. ―Se suponía que tú te encargarías de él de ahora en adelante. ―si Khun siguiera aquí, estaba seguro que no me dejaría como tutor de su hermano en caso de su fallecimiento.
―Iré a visitarlo, estaré en sus revisiones y tomaré decisiones médicas de ser necesario, pero ambos sabemos que Macao buscara la forma de sacarlo de ahí en cuanto esté completamente recuperado y le será más fácil si soy su única barrera para llegar a él. ―bufé poniendo los ojos en blanco, ese trío de adolescentes de veintitantos años iba a volverme loco, yo debería estar preocupado por biberones y pañales, no por esos tres semi adultos.
― ¿Hablaste con Kim?
―Intercambiamos un par de palabras, me preguntó por Khun como si creyera que sigue aquí, estaba bastante medicado. ―murmuró frunciendo ligeramente el ceño. ―Es como si no supiera en que etapa de su vida está exactamente, habla de Khun, de Macao, de Chay, del cachorro.
―Mato a su padre, Top. ―musité mientras las puertas se abrían en el piso de psiquiatría. ―No está bien, lleva años sin estarlo.
―Sí, pero nunca lo había visto así, cuando venía a tomar sus medicamentos un par de días tarde, tan solo se veía tenso o nervioso, jamás estuvo tan fuera de sí, incluso con las muertes pasadas, era consciente de que había hecho algo mal y se mostraba arrepentido. ―suspiré empujando las puertas del ala éste del hospital, dos guardias vigilaban su puerta y una enfermera que iba de salida, nos dirigió una breve sonrisa como forma de saludo.
―Antes mato a personas inocentes, esta vez se deshizo de la persona que le destruyó la vida. No me sorprende que para él sea más liberador que malo. ―admití deteniéndonos frente a la puerta, Top suspiró asintiendo, dándole un vistazo al interior del cuarto por la ventanilla de la puerta. ―No creo que haya una sola persona triste por la muerte de Korn, de cierta forma, le hizo un bien al mundo.
―No puedes decirle eso cuando entres. ―farfulló poniendo los ojos en blanco, sonreí a medias, pero asentí. ―Todavía no sabe lo de que Kinn, el psiquiatra piensa que no es buen momento para darle malas noticias.
―Dudo que Kim tome la muerte de Kinn como algo malo, pero respetaré las ordenes de su médico. ―murmuré encogiéndome de hombros. ―Supe que no harán autopsia.
―Llevaba años enfermo, no hay razón para hacerla. ―asentí mirando de reojo a los guardias que pretendían no escucharnos, Top seguía observando la puerta, pero la manzana de Adán en su garganta subió y bajo con un poco más de fuerza. ―Ya puedes entrar, te esperaré aquí. ―añadió de pronto mirándome con un modesto asentimiento, di un paso tomando la perilla, ambos guardias se abrieron para darme espacio y entré al cuarto oscuro.
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Same old love
Fiksi PenggemarHay una historia entre nosotros de la que solo conozco fragmentos sin sentido, te recuerdo corriendo a la clase de matemáticas, te escuchó gritando mi nombre en el parque, nos veo caminando un largo pasillo con flores y personas que he olvidado. Nos...