Same old love

Capítulo 5

Macao POV

Apenas bajar del avión me recibió el clima húmedo de Tailandia en todo su esplendor, las lluvias estaban fuera de control desde hacía una semana y esa noche no fue la excepción. Disfrutaba el olor que dejaba atrás la tormenta, me recordaba el aroma de cierto compañero de cama cuando estaba de buen humor.

Mis hombres se encargaban de recoger el equipaje y el grupo que nos esperaba en la salida se acercó para guiarme hasta la camioneta bajo una sombrilla, pensaba ir directo a casa para pensar mejor en la conversación que tuve con Vegas antes de salir del apartamento, pero mis planes rápidamente desaparecieron cuando llegué afuera y un conocido auto negro se detuvo a unos metros de mi camioneta dejando bajar al menor de los hermanos Theerapanyakun en su habitual atuendo negro.

Mi gente no le permitió llegar muy lejos, la tormenta hacía casi imposible escuchar el alboroto de los guardias exigiendo respuestas, pero cuando nuestras miradas se encontraron solo pude dedicarle una sonrisa ladina.

―Kim. ―murmuré como saludo con una muralla de mis hombres entre ambos. ― ¿No me digas que has venido a recibirme? Jamás te imaginé como un hombre de gestos románticos. ―exclamé chasqueando la lengua, puso los ojos en blanco y mi sonrisa se hizo aún más grande. ―Deberías guardarlos para tu prometido, sé de buena fuente que a Chay siempre le han gustado estas tonterías.

― ¿Por qué fuiste a Corea? ―suspiré inclinando la cabeza considerando mi respuesta, mientras lo veía enfurecer lentamente. ―Mi familia ha sido paciente con tus juegos, pero no seguiré protegiéndote...

―Oh, encanto ¿crees que eres tú quién está protegiéndome? ―exclamé burlón dando un paso más cerca y apartando a mis hombres de en medio para quedar frente a frente. ―Tu familia es la burla de todo Tailandia desde hace años, ya nadie le teme a sus amenazas, son solo un montón de niños corriendo con armas, corren más peligro ustedes mismo que sus enemigos.

―Nunca puedes hablar como un adulto, por eso mi padre prefería hacer negocios con tu hermano. ―rodee los ojos burlón.

―Si no hubieran matado a su amado compañero, todavía podrían trabajar con él, pero tienen suerte de que aún me permita hacer negocios con su moribunda compañía, después de lo que le hicieron. ―musité metiendo las manos en mis bolsillos, su mirada se oscureció y apretó los dedos alrededor del palo de la sombrilla que lo cubría de mojarse entero.

―Lo que paso con Pete fue un desafortunado accidente, mi padre nunca quiso que llegara a esto, si Vegas no se hubiera metido con el omega que le prometiste a mi hermano, nada de esto habría pasado. ―clamó con indignación, solté una carcajada sin gracia, mientras su cuerpo emanaba el más intoxicante aroma a rabia.

―Cierto, tu hermano ¿cómo sigue? ―exclamé elevando una ceja. ―Escuché que esas enfermedades avanzan rápido. ―su cuerpo se tensó y podría jurar que escuché sus dientes rechinar, era mi juego previo favorito.

―Solo dime que fuiste a hacer a Corea.

― ¿Por qué debería?

―Teníamos un acuerdo.

―Acuerdo que rompiste ¿recuerdas? ―sus ojos negros se clavaron en mí como balas y sonreí dando un paso más, con la lluvia golpeando mi rostro y mi alfa saboreando el aroma de sus feromonas. ―Es tarde, debería ir a casa, puedes seguirnos si lo deseas. Me vendría bien relajarme unas horas antes de irme a dormir. ―musité viendo sus ojos brillar curiosos. ―Sino puedo llamar a alguien más, solo asegúrate de dejar la llave bajo el tapete para que tu prometido tenga forma de entrar a casa cuando regresé.

―Maldito depravado. ―me reí viéndolo alejarse hasta entrar a su auto y su par de subordinados correr para cerrar la sombrilla que dejo tirada junto a la puerta.