Capítulo 8

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Macao POV

Conocí a Chay en una reunión en casa de Korn hacía tres años, él tenía dieciséis y yo acababa de cumplir dieciocho, fue durante mi primera junta de negocios, no abrí la boca ni una sola vez, era solo oídos y ojos en toda la conversación, mi padre había muerto recientemente y Vegas tomó el control absoluto de nuestros negocios, él tenía ya un par de años trabajando como la mano derecha de papá, pero después del funeral fue nombrado el nuevo jefe de la empresa.

Las acciones fueron divididas por partes iguales y técnicamente teníamos el mismo nivel de importancia dentro del negocio, sin embargo, yo seguía en la escuela y el resto de la mesa directiva no estaba de acuerdo con darme tanto poder tan joven, así que Vegas me permitía ir a las reuniones como oyente para que aprendiera de la compañía y los clientes, sin tener una verdadera participación en los tratos.

En aquel entonces, Chay era un inocente y dulce omega con el que me choqué en mitad del pasillo al salir a "buscar el baño", recordaba sus mejillas ardientes y ojos brillantes clavados en mi rostro mientras caíamos juntos al piso. Un primer encuentro perfecto para una nueva novela romántica.

Al regresar a casa le pregunté a Vegas si sabía quién era él, me explicó que era el hermano menor de Porsche, el novio de Kinn, me dio su edad y el nombre de la escuela donde estudiaba, antes de decir que no había mucho más para contar sobre él. Esto no fue suficiente para mi gusto, era desconfiado y estaba bastante consciente de que todos los movimientos de esa familia funcionaban como engranes que ponían algo más grande en marcha.

No podía creer que la presencia de un omega tan joven en aquella casa, rodeado de alfas sin compañeros, fuera una simple coincidencia, en especial cuando daba la apariencia de ser una presa puesta en la jaula de los leones para entretenerlos y que no olvidaran cómo cazar.

Decidí en ese momento que, incluso si Vegas confiaba en que el chico no representaba una amenaza, debía asegurarme por mí mismo que su teoría fuera verdad y Chay fuera solo un curioso nuevo inquilino de aquella familia.

Resultó que Vegas no estaba teorizando sobre la inocencia de Chay, Pete se había encargado de investigar a Porsche y su familia desde que éste apareció por primera vez en las fotos de los guardias que seguían a Kinn, sabían cada detalles de todos incluso antes de que Korn supiera de la relación, Porchay no les preocupaba más allá de ser un punto débil para su hermano mayor, pero me dejaron descubrirlo por mi cuenta para que desarrollara mis habilidades.

Al menos esa fue la justificación de Pete, Vegas aceptó que solo me dejo hacerlo porque era como un gato persiguiéndome la cola y prefería tenerme entretenido a que estuviera buscando problemas dentro o fuera de la empresa, no podía discutir con él, era más terco en ese entonces y desde la muerte de papá no hacía más que buscar un culpable para desquitar la rabia que sentía.

Aun así, durante mi investigación, logré acercarme lo suficiente a Chay para que confiara en mí, no me consideraba un santo, la verdad era que no estaba ahí para hacerme su amigo, era un omega y yo era un alfa, aun cuando me gustaba experimentar, seguía siendo atraído por los aromas dulces y figuras delicadas, él cumplía con todas mis fantasías.

Pete fue el primero en darse cuenta de mis nuevas intenciones y me advirtió que no jugara con fuego, Vegas no tardó en enterarse y tampoco estaba feliz con que mezclara el placer con los negocios, pero lo único que logró mantenerme a raya fueron esos ojos que gritaban que cualquiera que le besara primero le robaría el corazón. Quería acostarme con él, no prometerle amor eterno, así que me mantenía cerca para tener oportunidad, pero no lo suficiente como para que se hiciera ideas extrañas.

Me tomó año y medio recorrer su piel desnuda con la punta de mis dedos y saborear cada curva con mis labios, Kim decía que me aproveché de su estado vulnerable después de la gran pelea con su hermano, Chay debatía que Kim solo estaba celoso de que ya no era el único con quién me divertía en secreto, a mí en realidad no me importaba la moralidad en toda la situación.

Same old loveDonde viven las historias. Descúbrelo ahora