Macao POV
El restaurante seguía cerrado al público cuando entré, conocía el nuevo dueño desde que éramos niños, su padre inició en el negocio de la comida hacía varias décadas y mi familia venía a menudo a comer con ellos, nos conocimos corriendo en el jardín trasero y ahora que ambos habíamos tomado las riendas de nuestros respectivas herencias, seguíamos trabajando juntos.
―Macao, que gusto verte. ―exclamó con una amplia sonrisa apenas cruce la puerta, le sonreí de vuelta entregándole el abrigo a la chica en la entrada.
―Debo estar de suerte para que dueño venga a recibirme. ―exclamé acomodando el cuello de mi saco y la camisa. ―Creí que estabas de vacaciones en Madrid.
―Acabo de regresar y creí que sería buena idea darle un agradable recibimiento a mi mejor cliente. ―musitó acercándose lo suficiente a mí sin llegar a tocarme. ―Tu invitado ya está en la mesa.
― ¿Está solo? ―arrugó la nariz negando.
―Trajo a dos jóvenes con él. ―levanté una ceja ampliando la sonrisa, Korn era predecible. ―No sabía que seguías viéndote con Kim. ―añadió rápidamente, él no había estado en las mismas escuelas que nosotros, pero no tardo en enterarse de los rumores y desde entonces no se llevaba bien con mi amante.
―Está por casarse, el chico que vino con ellos es su prometido. ―expliqué restándole importancia y sus ojos verdes brillaron esperanzados, quizás Pete tenía razón y debía dejar de acostarme con todos los que conocía. ―No debería hacerlos esperar, gracias por recibirnos fuera de horario, Sin.
―No es nada, me encargaré de que tengan te sirvan lo mejor de la casa. ―asentí agradecido y finalmente entré al área de las mesas, eran los únicos en el local, así que no fue difícil encontrarlos. Dos pares de ojos se prendaron de mí tan pronto notaron mi llegada y pase mi mirada del alfa que acababa de darme una buena bienvenida, al omega que ansiaba probar antes de que se convirtiera en el esposo de alguien más.
―Korn, no sabía que tendríamos compañía. ―musité tomando mi lugar frente a la feliz familia, el anciano con ojos cansados y ceño fruncido fingió una sonrisa calmada dándole una breve mirada a su hijo menor.
―Eres un hombre ocupado, no sé cuando volveremos a vernos y quería disculparme por no haberte invitado a la fiesta de compromiso de mi hijo y su prometido. ―explicó con la voz ronca y quise reírme a carcajadas por la tontería que acababa de decir. ―Fue una celebración pequeña, solo la familia.
―No te preocupes, yo tampoco te considero familia. ―respondí con una sonrisa sincera que le tenso al otro lado de la mesa. ―Felicidades por su compromiso. ―añadí mirando a la pareja destinada al fracaso, cuyos ojos peleaban por atrapar los míos. ―Les envíe un regalo a cada uno, mi gente me informó que Kim ya recibió el suyo, pero el de Porchay es algo más... ―suspiré fingiendo pensar una palabra para describirlo y sonreí lentamente mirando al omega claramente celoso. ―Exquisito. ―el alfa a su lado se tensó, pero clavé la mirada en los profundos ojos negros de Porchay. ―Valdrá la pena la espera, lo prometo.
―Kim, no me habías dicho nada de un regalo. ―musitó Korn fulminando a su hijo con pura rabia, sabía que tenía sus sospechas sobre nosotros desde hacía años, pero me gustaba juga con él, cuando creía que nos atraparía cambiaba el campo de batalla. Kim sonrió aclarándose la garganta y asintió.
―Lo lamento, llegó apenas anoche, no tuve oportunidad de contártelo. ―sonreí asintiendo y un joven beta se detuvo a nuestro lado para colocar tazas de café frente a cada uno, el aroma del civet me hizo suspirar.
―Espero les guste, el dueño es un viejo amigo de la familia y solo los más cercanos pueden probar su colección personal de café de todo el mundo. ―anuncié mirándolos de reojo, Sin sabía exactamente lo que me gustaba y necesitaba cada que me vería con alguien aquí, el café funcionaba bien para borrar el resto de los aromas de tus sentidos, pero solo los mejores podían bloquear los sentidos de un alfa. ―Sé que prefieres el whiskey, pero prefiero no tomar antes de las seis.
ESTÁS LEYENDO
Same old love
FanfictionHay una historia entre nosotros de la que solo conozco fragmentos sin sentido, te recuerdo corriendo a la clase de matemáticas, te escuchó gritando mi nombre en el parque, nos veo caminando un largo pasillo con flores y personas que he olvidado. Nos...