Cap.04

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-Joven JiSung, abajo esta una persona de paquetería preguntando por usted.

-¡¿En serio?! ¡Ahora voy, Haechan! - grito desde adentro de mi habitación con Jeno mirándome con una ceja alzada. - ahora vengo. No te vayas. Me debes mis besitos.

-Está bien, nene.

Corro escaleras abajo con una enorme sonrisa en mis labios, ignorando el hecho de que tengo prohibido hacerlo porque hace unos meses golpee a MinHo por accidente. Y es que, en este preciso instante me interesa más el paquete que está tras esa puerta.

Abro la puerta mirando al chico con ojos de sorpresa. Lleva una caja café encintada de amarillo y con una etiqueta con la descripción del producto y la dirección que otorgue. Le sonrió feliz antes de aceptarla y mirarla como si fuera lo más importante de la vida.

-Firme aquí por favor.

Me extiende una hoja donde dejo mi firma y después de darle las gracias vuelvo a subir las escaleras, está vez más tranquilo y feliz que antes. Al llegar al final, MinHo viene bajando las escaleras con Felix en sus brazos. Mi hermano me lanza un beso volador para luego jalarme de la camisa y darme un beso en la mejilla.

-¡Hyung!, papá y yo vamos a ir al zoológico, ¿quieres venir?

Sus ojitos brillan y mi corazón se pone eufórico al verlo tan emocionado. Tan feliz, tan niño.

-Me gustaría, pero Jeno hyung está aquí para ayudarme con algo importante, pero diviértete y haz enojar mucho a papi.

-JiSung... - dice MinHo frunciendo las cejas.

-Hazlo enojar todo lo que quieras, Lix. Te doy permiso.

Y corro escaleras hasta mi habitación cuando MinHo intenta agarrarme del brazo. Miró a Jeno en mi cama mirando la foto de cuando nos conocimos y el chico de la sesión de mamá está ahí.

Una sonrisa aparece en sus labios y creo ver el cielo en ese instante. Jeno es simplemente perfecto. Es guapo, atento. En ocasiones juguetón y cuando menos lo pienso ya está peleando con Felix por un juguete. Sabe cocinar y le gusta cuidar niños. Ama leer y escribir. Es el mejor actor juvenil y para rematar su perfecta existencia es endemoniadamente sexy.

Mis mejillas se incendian cuando lo recuerdo en la alberca de aquello fiesta en que nos hicimos novios. Solo llevaba unos short muy, muy, pero muy ajustados. Jamás había visto tanta perfección junta.

-¿Qué tanto miras?

Pregunta sonriendo y levantándose para darme un beso en la mejilla y luego en la nariz.

¿Les dije que es Super tierno?

-Estaba pensando en que ya solo faltan un mes para cumplir dos años juntos.

-Lo sé, estoy esperando ese día con ansias, nene. - dice sonriendo. - ya tengo tu regalo.

-Yo también lo tengo

Recuerdo lo que traigo conmigo y me muevo hasta mi mesa de la computadora, dejando la caja en ella y sonriendo en el instante. Quizás con eso consiga que ya dejen salir de noche con Jeno como tengo planeado hacerlo el día de mi aniversario.
Tengo un plan que involucra una salida de Seúl a la casa de mi papá en Jeju.

Y ya solo me falta que MinHo acepté para que todo esté perfecto y tal como yo lo quiero.

-¿Por qué estas sonrojado?, ¿en qué estás pensando, nene?

-En nada, Nonie...

Digo mirándolo muy feliz. Quizás si MinHo no estuviera todo el tiempo sobre mí, desde hace mucho tiempo Jeno y yo hubiese salido más seguido solos. Y quizás ya habría hecho más cosas con él.

Cosas que los novios hacen cuando están solos.

-Cada vez te pones más rojito, nene. - dice riéndose y luego se acerca a mí para darme un beso en mis mejillas y mi frente. - ¿estás pensando en eso, nene?

Sus labios se acercan a los míos con toda la intención de besarme, pero la puerta siendo abierta hace que de un brinquito y que Jeno se alejé con algo de molestia en la mirada. Por esa razón decidimos siempre salir, porque alguien siempre llega a interrumpir en el mejor momento de mi vida.

Con Jeno solo nos hemos besado en muy pocas ocasiones y casi siempre han sido en la escuela, ya que su Universidad es vecina de mi Preparatoria lo vuelve más sencillo. He perdido clases con tal de poder besarlo más.

-¿Qué? - digo lo más feliz que puedo al sujeto que nos mira con enfado desde la puerta. - Papá, estoy ocupado en este momento.

-Qué pena, tu madre acaba de llegar de Japón y considero eso más importante que lo que estás haciendo con tu novio.

-Ahora voy... - respondo sonriendo.

MinHo cierra la puerta y me giro hacia Jeno para besarlo. Negándole la oportunidad de quejarse o decir cualquier cosa. Subo mis manos a sus mejillas y luego a su nuca para atraerlo más a mi cuerpo. Jeno sujeta mis caderas con fuerza para luego hacerme sentar en la mesa detrás de mí. Nuestro beso se vuelve más intenso cuando sus manos intentan tocar mi trasero con algo más que un sutil apretón.

-Espera...

Logro decir antes de continuar con lo que sea que vaya a pasar en ese instante. Jeno abre sus ojos para mirarme. Brillantes ojos negros.

-¿Qué sucede?

-Quiero que sea especial, Nonie.

-Entiendo, nene. Está bien. - sonríe antes de darme otro beso y ayudarme a bajar de la mesa. - vamos a que veas a tu mamá.

Enreda sus dedos con los míos antes de comenzar a caminar escaleras abajo. Cuando llegamos al último escalón, veo a mi mamá envuelta en un precioso vestido negro suelto que le llega más abajo de la rodilla. Tacones del mismo tono y la cadena con su precioso nombre colgado en su cuello. Aretes en forma de lágrimas doradas y el cabello recogido a la altura de su cabeza. Esta simplemente preciosa y deslumbrante como siempre.

Suelto la mano de Jeno para correr a donde ella está parada abrazada a MinHo y lo empujó lejos para ser yo quien ahora la abracé. Enredo mis brazos en su cuerpo y miro de la gana a su esposo. No es novedad que siempre eso pase cuando mamá llega, pero este día en especial, la sensación de haber hecho mal se instala en mi pecho.
Felix se une al abrazo con mamá y yo lo levanto para que los tres nos abracemos.

Sin importar que JaeBeom me mire de mala forma cuando no es invitado a este momento familiar tan importante.

-Los extrañe tanto, mis bebés. - dice mi mamá.

-¡Mamá! Felix ya no es un bebé, Felix es un niño grande. - responde mi hermanito con un puchero en los labios antes de darle un beso a mamá en la mejilla.

-Justo por eso eres un bebé aún, Felix. Porque haces pucheros. - le digo.

Felix mueve sus dedos de un lado a otro negando rotundamente mis palabras. Dispuesto a defenderse dice:

-Jisung hyung hace puchero cuando papi no le compra su pastel favorito en la tienda. Y papá termina por comprarlo después de eso.

En automático siento mis mejillas arder. Jamás me había percatado de que hacía eso. De hecho, era ajeno a todo gesto en mi cara anta que llegó Felix.

-Mamá, Jeno hyung también quiere darte un brazo, ¿verdad Nonie?

¡Está mal!, pero tócame Donde viven las historias. Descúbrelo ahora