Cap.26

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Felix está sobre mi cama mirando video en mi computador, dice que es más divertido que la televisión de la sala, yo por mi parte estoy terminando de arreglarme, he quedado en verme con JeongIn y Chenle hyung por ser el último día de clases, ya que ellos se irán a Irlanda de vacaciones y yo saldré con mi familia a sabrá Dios donde. No es que me vaya a ir sin permiso alguno, le dije a MinHo que saldría, fue un claro: "Voy a salir. Quieras o no" por supuesto que se negó y hasta me regaño por siempre hacer lo que me da la gana, pero lo convencí y no digo que estoy argulloso de cómo lo hice, pero cambió de parecer después de unos cuantos besos.

-¡El gatito está tan lindo! - chilla Felix desde mi cama. Sus ojitos brillan de la emoción y lleva sus pequeñas manitas a sus mejillas queriendo taparlas. - ¡quiero un gatito!

Lo veo por el espejo de mi tocador e inevitable sonrió. Se ve tan lindo. Me permito imaginar cómo sería mi vida sin él, sin sus abrazos cuando llego de la escuela, sin sus besitos cuando va a salir con MinHo, sin sus risitas cuando hace alguna travesura en mi habitación, sin sus juegos de bebé. No sé cómo sería mi vida sin ser hermano mayor, sería muy diferente a lo que ahora vivo, pero sin duda no la cambiaría. La llegaba de Lixxie me hizo la personas más feliz de la tierra, la primera vez que lo vi era tan pequeño y con grandes mejillas. Su rubio cabello lacio cubriendo su frente, sus pequeñas manitas gorditas enrollándose en mis dedos, las líneas delgadas que eran sus ojitos y su ropita azul cielo cubierta por una manta blanca. En brazos de mi madre.

Lixxie era mi bebé, aunque nadie me creyera. Lo amo con todo mi corazón. Es la única razón para no volver completamente loco por MinHo.

-¡Ahora hay uno blanco! - vuelve a chillar mirando la pantalla de mi computador y sin mirarme ni una sola vez. - ¡son tan bonitos!

Sí, definitivamente es mi rayito de sol de todos los días.

Terminó de ordenar mi ropa, cabello y luego mis cosas. Guardo todo en su lugar y me acerco a mi closet en busca de algo lindo. Quizás un pantalón desgarrado negro y aquella camisa a rayas rojas y negras. Sacó mi conjunto cuando logró encontrarlo, me inclino un poco y tomó unos zapatos negros algo altos, esos que desesperan a mi mamá porque dice: "JiSung, un día vas a matarte con esas cosas" no podré olvidar a mi madre y su mirada de miedo cuando me vio por primera vez con ellos. Y es que mis amigos no fueran unas jirafas paradas, yo no tendría que recurrir a esto, solo basta con mirar a SeungMin, ese sujeto está por encima del metro ochenta.

Dejó todo sobre mi cama y luego, después de cerrar la puerta de mi habitación comenzó a cambiarme, dejando de lado el hecho de que tendré que volver a peinarme. Al terminar sonrió satisfecho cuando mi reflejo se hace presente. Me veo tan guapo. Sonrió y cierro esa puerta. Acomodó mi cabello y sin darle tiempo de reaccionar, beso la mejilla de Felix. Mi hermano sonrió antes de lanzarme un besito volador. Llevo mi celular, la cartera y las llaves de mi preciosa y nueva Audi. Bajo las escaleras creyendo que me librare de aquel sujeto insufrible, creyéndolo de verdad. Miró como la puerta de la sala está abierta y como nadie está en ella. Miró más allá, a la cocina y nada. Suspiro sonriendo y justo cuando estoy por abrir la puerta, unas manos se aferran mis caderas con fuerza, haciendo que mis manos se alejen y que mi ceño se frunza.

-Te vas sin decir adiós, cariño. - su cálido aliento se siente sobre mí cuello, un escalofrío recorre mi espalda cuando deposita un pequeño beso en ese lugar. - creí que por lo menos sabías despedirte.

-Solo me voy por unas horas, MinHo. - digo mientras intento liberarme de su agarre sobre mí. Tan posesivo y fuerte. - no me voy a ir para siempre.

-No te dejaría irte de todos modos, eres mío. Solo mío.

¡Está mal!, pero tócame Donde viven las historias. Descúbrelo ahora