Cap.21

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Rebusque en mi cabeza posibles respuestas para el escándalo que se encuentra en mi casa después de las 12 del mediodía, pero simplemente fue imposible. ChenLe y los chicos hicieron tanto escándalo como les fue posible cuando vieron a Felix y a Chris.

JeongIn fue quien cargo al amigo de mi hermano mientras Chenle cargaba a Felix. SeungMin y Lisa traían pizza y muchas cosas que a los niños y a ellos les gustan. Y yo no podía con todo lo que estaba pasando. Música, ruido, estrés, pleitos por la película que querían ver, berrinches por la pizza y una que otra riña entre Felix y Chris por el jugo de manzana. No pasaban de las dos de la tarde y yo quería salir corriendo de mi propia casa.
No me molesta tener gente aquí, pero me alteran los nervios el escuchar tanto escándalo y grito por nada.

Miró al frente cuando Felix vuelve a chillar en protesta, pues la película que están viendo ni siquiera es por la que habían estado discutiendo minutos atrás. Es una totalmente diferente y yo tengo unas enormes ganas de gritar para que se callen.

-¡Dijimos que veríamos Toy Story 4! - chilla Felix mirando a JeongIn.

-¡Felix! Cállate o te voy a dar un beso como en la escuela.

Y como si esas palabras fueran magia, Felix cierra la boca y se deja caer en las piernas del hyung mayor. Chris se acomoda mejor en sus almohadas. Los miro y camino hacia la puerta con toda la intención de salir un poco por aire, más se ve interrumpido mi andar cuando MinHo aparece frente a mí con el ceño fruncido.

Sus ojos se ven más oscuro que siempre y el miedo se expande por todo mi cuerpo cuando jala de mi muñeca y cierra la puerta detrás de mí. Camina conmigo detrás hasta que llegamos al pequeño jardín privado de la casa. Cierra la reja y me empuja hasta que caigo en una de las sillas.
No sé qué le pasa ni tampoco porque me mira así, pero debo aceptar que da miedo.

Nunca me había tocado verlo de ese modo y quiero llorar. Tengo miedo a que me haga algo que yo no quiero. Lo miró y sus hombros bajan en tensión. Sus manos dejan de apretarse y sus duras facciones se suavizan. Se arrodilla frente a mí sin decir nada y aprieta mí cuerpo con sus brazos.
Su cabeza reposa en mis piernas y yo me permito acariciar su cabello con mis dedos. Es tan suave y delicado que me hace pensar, que quizás cuida más de él que de nosotros.

Dejó que se calme de lo que sea que le está pasando y luego beso su frente cuando alza la mirada. Sus ojos se encuentran con los míos y sus labios atacan mi boca en un beso lento y suave. Ni siquiera se esfuerza en hacerlo más intenso, simplemente es un beso diferente y mi corazón no puede con eso porque late con fuerza contra mi pecho. Se siente extraña esa sensación que no sé qué hacer exactamente.

Solo sé que sus labios encajan muy bien con los míos, que sus dientes saben con qué fuerza morder y que su lengua sabe enredarse con la mía de una manera única. Encendiendo todo de mí a un grado extraño.

-Eres lo único que podría hacerme daño, JiSung. Eres lo único que puede calmarme y no sé qué tan malo es eso. - Dice sobre mis labios cuando deja de besarme. Yo solo lo miró sin entender a qué se refiere. -Daría mi vida por ti, ¿lo sabes? - niego sin entender nada. - pues daría mi vida por ti sin pensarlo dos veces.

-No digas eso, me haces creer que estoy en peligro, MinHo. No quiero sentirme así.

-Eres todo lo que me importa junto a Felix, ¿lo entiendes? No me hace falta más.

Asiento y luego vuelve a besarme, esta vez sus manos suben a mis mejillas para hacerme prisionero de su boca. De todos modos, no es que fuera a escapar de él. Me encanta besarlo como nunca imagine que besaría a nadie. Es simplemente magnífico. Luego, sus manos bajan por mis clavículas lentamente. Se detienen en mí pecho, sintiendo el latir de mi corazón. Sonriendo entre el beso cuando lo detecta.
Lo sabe. Es consciente de que mi corazón se acelera de una manera extraña cuando nos besamos.

Más no se detiene ahí y sus manos continúan descendiendo por mi cuerpo hasta que llego al botón de mi pantalón. Desliza sus dedos un poco más abajo y yo me alejó de su boca negando. Sus ojos me miran y yo no puedo hacer nada cuando me aprieta delicadamente sobre el pantalón. Cierro mis ojos cuando repite la acción y esta vez mi mano se enreda en su muñeca deteniéndolo.

El jardín privado es de la familia. No está bien que quiera tocarme en este lugar. Felix suele jugar aquí con Chris después de terminar la tarea. Mi mamá viene con sus amigos y yo suelo traer a SeungMin y Lisa cuando estamos aburridos. No puedo arruinar esta forma el lugar.

-No, por favor. Aquí no.

-¿En dónde si, Hanie? - sonríe de lado mirándome.

-En otro lado. Cuando Felix se duerma y todo se hallan ido.

-¿Todos?

Sus cejas se fruncen y yo recuerdo que en mi casa hay un montón de gente viendo películas mientras pelean. Es esta ese instante en que recuerdo porque quería salir de la casa con tanta urgencia. Me relaje mejor que se estuviera solo.

-Felix y Chenle planearon ver películas juntos y yo no pude oponerme a la carita de mi bebé.

No es excusa. Lo sé.

-¿Pediste permiso?

-Sí, me dije "JiSung, ¿puedes con cuatro mayores y dos menores?" y me dije que sí.

Una risita se escapa de su boca antes de levantarme de la silla y pegarme contra la pared con mis manos sujetas por las suyas, detrás de mi espalda. Su nariz se desliza por mi cuello oliendo y luego su lengua deja un camino húmedo hasta mi mejilla.
Su mano libre aprieta una de mis mejillas traseras y luego da una nalgada como la última vez.

-¡No me pegues! - chillo por el dolor que eso me causa.

-Sigues siendo desobediente. - susurra en mi oído. - los niños desobedientes merecen ser castigados, ¿no lo crees?

Antes de siquiera responder, vuelve a golpear mi mejilla, pero esta vez con más fuerza. Me remuevo en busca de soltarme de su fuerte agarre, pero es inútil. El castigo es un hecho.

-Si te portaras bien, esto no pasaría.

-Lo sé, pero no puedo evitarlo. - digo sonrojado y con la piel caliente. - ocho años de respaldan.

-No sólo eso, cariño. Sé que te gusta que hagas esto. Puedo darme cuenta de lo que tú cuerpo pide.

Cierro los ojos con fuerza cuando se pega tanto a mí que siento su erección en mis nalgas. Se siente bien. Se siente... Caliente. Nubla mi cabeza y todo razonamiento congruente. Hace que jadee y pida más en secreto. Esto ni siquiera debería estar pasando. Ni siquiera debería ser así y aun estando de este modo lo disfrutó.

Me encanta que sea así mientras solo sea conmigo.

¡Está mal!, pero tócame Donde viven las historias. Descúbrelo ahora