¡Está mal!, pero tócame

Cap.28

Se que donde estoy parado lo he visto antes, hay muchos niños jugando en este lugar, es una fiesta. Veo a SeungMin y a Lisa en algún punto del lugar, veo a Heeseung jugando por ahí. Veo a mi mamá y a su esposo. Aun así, no me muevo de mi lugar. Siento que soy pequeño y que algún momento me voy a quebrar.

No hay nadie junto a mí porque todos creen que soy presumido y arrogante, solo porque tengo un grupo limitado de amigos con los cuales hablo y me rio. Se que tengo nueve años y me gustaría saber por qué. En algún punto de esto, tengo un pequeño perrito blanco entre mis brazos, es Daegal de Chenle hyung, sus papás se lo regalaron hace unos años. Siento las mejillas húmedas y me niego a dejar de llorar. No entiendo.
Algo se mueve detrás de los arbustos donde estoy escondido, lejos de aquellos niños que me miran con ojos feos. Quiero dejar de llorar para que dejan de molestarme, pero parece inútil.

MinHo aparece con sus cejas fruncidas, hay preocupación en sus facciones y luego alegría al encontrarme. Se inclina un poco, viéndome de cerca. Sus dedos tocan mi cabello, lo siento, aunque no lo estoy viendo directamente. Levanto mi mirada y golpeó su mano alejándola. Él sabe que no me gusta que me toque. Sus manos son feas. Él es feo. Me quito a mi mamá.

-Te hemos estado buscando por todos lados, ¿qué haces aquí escondido? - pregunta mirándome y luego al perrito sobre mí. - ¿de dónde lo sacaste?

-No te importa, metiche. Vete. No quiero verte. Y no me vuelvas a tocar.

-Nene, en algún momento de tu vida tendrás que dejar de odiarme, no te he hecho nada.

-Te odio de todos modos. Vete o le voy a decir a Daegal que te muerda.

MinHo levanta las manos en señal de paz y se levanta. Yo lo miro con el ceño fruncido, lo sé porque puedo sentir mi frente contraída. Estoy enojado y asustado. Este sujeto me da miedo. Cuando me mira no hay calidez, es algo más que no entiendo. Me asusta que sea así conmigo.

-Llegará el día en que no lo harás, nene. Lo sé.

Al cerrar los ojos y volver abrirlos veo mi habitación oscura, Felix esta costado sobre mí con sus manitas apretando mi camisa, la manta nos cubre a los dos hasta el cuello y yo hago todo lo posible para no despertarlo cuando me levantó para ir a la cocina. No sé qué hora es exactamente. Y me gustaría averiguar porque tuve ese sueño en especial, no recuerdo que me haya hecho algo malo o siquiera lo intentará. Solamente fue a buscarme y luego intento llevarme con mamá. Después de eso me dio unos dulces y dijo que me llevaría con el abuelo cuando dejara de llorar. En todo ese día no hizo más que mirarme con ojos diferentes, había un poco de tristeza, alegría y efusividad porque por primera vez no estaba peleando con él.

Entró a la cocina a paso lento, creyendo que Haechan está ahí haciendo algo, más al levantar la mirada, el pequeño reloj me indica que ya nadie debería estar despierto, son las dos de la mañana en aquel aparato. Lo ignoro y busco en el refrigerador algo que pueda llenar mi estómago antes de volver a dormir. Encuentro aquel pastel que les gusta a todos en casa, me sirvo un poco y luego tomó la leche, no soy fan de este líquido blanco, me gusta más cuando es café o rosa, incluso si es de un amarillo muy suave.

-Debería de comprar leche de chocolate para evitar tomar esto. - digo después de dejar la jarra de nuevo en su lugar.

Retiro uno de los bancos y me dispongo a comer en paz. Por primera vez no hay nadie molestando o mirándome, solo estoy yo aquí, sentado, comiendo, a oscuras. Giro mi cabeza y encuentro a Hannie entrando con un vaso en la mano. Va despeinado y medio dormido. Al vernos, un gritito abandona su boca y yo siento que le pego.

-¡Por todos los dioses del cielo! ¡¿Qué haces aquí tan noche?!

-Tenía hambre, Haechanie, ¿qué haces tú?

Me enseña el vaso con obviedad para luego dejarlo en el lavaplatos. Se sienta conmigo sin decir nada y eso me preocupa, porque Haechan siempre está diciendo algo, ya sea divertido o tonto, pero en esta ocasión, pareciese que quiere regañarme y yo no puedo con tanto silencio en la misma habitación.

-¿Que hice ahora? - pregunto sin mirarlo.

-No lo sé, ¿qué hiciste?

Elevó mis hombros sin importancia, no he hecho nada salvo conocer a un chico guapo.

-Conocí a un chico. - digo y Haechan chilla un poco antes de acomodarse en su lugar para mirarme. - lo más seguro es que lo conoces, se llama Huanga RenJun y lo salve de unas chicas en la plaza.

-¿El idol guapo que tiene sonrisa brillante? Ese chico es muy guapo, pero mi Markie es más lindo.

Sonrió porque para Haechan nadie es más guapo, simpático, carismático o efusivo que Mark Lee. Ni siquiera RenJun.

-Haechan, ¿alguna vez has pensado que quizás, y no estoy diciendo que haya pasado, Mark te hizo brujería? - ahogó una risa cuando Haechan se levanta de golpe para mirarme asustado. Sus ojitos se abren grandes y brillantes que parece en verdad asustado, aunque sé que no lo piensa porque él y Mark se conocen desde niños gracias a sus mamás. - sólo bromeó y lo sabes, deja de verme así.

-Ahora que lo pienso mejor, creo que es una posibilidad muy alta de que haya pasado. Markie suele ser muy raro cuando se lo propone.

-¿Es el único novio que has tenido?

-Sí, desde la secundaria somos novios, creo que nunca vamos a terminar, lo amo mucho. Mark llega a ser sumamente tierno cuando se lo propone y creo que me gusta así.

Asiento.

Ya he terminado mi comida desde hace un rato, pero no quiero irme a la cama, hablar con Haechan es muy entretenido y divertido, casi nunca tenemos una conversación en el día o siquiera en la semana, no sé si es porque no pasó gran parte aquí o si porque Hannie tiene mucho que hacer.

-Ya debes ir a dormir, Haechan, es tarde y no quiero que te regañen.

-No lo hará, en los últimos días ha estado muy tranquilo.

-De todos modos, vuelve a la cama, yo limpio eso. Anda.

Renegando le hago caso, subo las escaleras con paciencia, mirando la puerta del fondo, está cerrada y la idea de acercarme se hace presente en mi cabeza. Más la ignoro y me adentro en la mía, mirando como Felix se talla los ojitos. Cierro la puerta y la cierro para acostarlo otra vez. Acarició su cabello con cuidado y luego me quito la ropa para ponerme una pijama y dormir junto a mi hermano.

-Hyung, papá está enojado. - dice suave sobre las almohadas. - dijo que eres muy grosero y que no lo quieres.

-Tranquilo, Lixxie. Duerme.

Acaricio sus cabellos rubios con cuidado y antes de siquiera otra cosa, Felix se queda dormido de nuevo.

-¿Cómo podría querer a alguien que siempre me ha visto como un deseo que no comprendo? Ni siquiera puedo recordar algún momento en que no haya sido así.