[Yoonmin] Sky High

Cap 2 - De vuelta a casa

El viaje desde Daegu había tomado por siempre a los ojos de Yoongi. No adoraba tener que viajar en tren, mucho menos por tantas horas. Le dolía la espalda y sus piernas estaban adormecidas por el tiempo que pasó sentado sin movimiento alguno. Y lo único que lo hacía más molesto es que todo era culpa de sus padres.

Cuando el curso anterior estaba por terminar su madre lo llamó para hacerle saber que pasarían el invierno en Japón, porque su padre estaba cerrando un trato. Yoongi les había pedido que le dejaran volver a su casa, no quería pasar todas sus vacaciones lejos de sus amigos y quería volver a casa con todas las pertenencias que había llevado a la Universidad por el año.

No le sorprendió cuando sus padres decidieron de todas formas que no volvería a Daegu, haciendo al pálido dejar su auto en casa de su tía en Seúl y enviando a sus minions a recoger las pertenencias de su hijo. Su vuelo a Japón salió desde la capital un día antes de que sus lecciones terminaran. Cuando volvió a Daegu, hace tres días empacó todas sus cosas ansiando volver a Seúl, lejos de su familia.

Saliendo de la estación de tren con sus pocas posesiones, tomó un taxi para llegar hasta el campus. La noche era fría y podía ver a los sutiles copos caer llegando hasta el piso donde se acomulaban creando pequeñas montañas blancas. Las luces resplandecientes de los postes iluminaban su cara cada que el auto avanzaba y la respiración de Yoongi se sintió tranquila, sus hombros se relajaron sintiéndose en casa por fin.

El taxi se parquea frente a la entrada principal del recinto Loto. Yoongi agradeció rápidamente al chofer después de pagarle y empezó su corta caminata hasta su edificio.  Lo reconoció fácilmente gracias a la 'C' plateada en cursiva con espirales adornándola, que estaba grabada sobre la entrada principal. caminó hasta el mostrador principal, preguntando al chico frente a él si los paquetes para Min Yoongi habían sido entregados a su habitación. Un pequeño dolor de cabeza estaba comenzando a afectarle, gracias al cansancio y el hambre.

El recepcionista revisó un par de hojas que se encontraban desparramadas en el mostrador con nombres y firmas de las entregas que hacían los servicios de mudanza.

– Min Yoongi, acá. – el ceño del joven se frunció de inmediato al ojear el papel. – Dice que llegaron varías cajas, pero no la cantidad indicada, seis de dieciocho. La entrega de la próxima tanda sería hasta el lunes, aunque podría llegar durante el fin de semana.

Yoongi observó al chico con incredulidad. Estas cosas solo le podían pasar a él. Con un bufido asintió con la cabeza antes de alejarse del mostrador en camino a su habitación.

– Señor Min – dijo el recepcionista de nuevo. – Antes de que se vaya, al parecer tiene otro paquete, uno pequeño que tenemos acá en recepción.

Le entregaron una caja de cartón de tamaño mediano sin ningún indició de que podía ser o de quien venía. Yoongi firmó el papel que el recepcionista le mostró y entonces se encaminó. Mientras caminaba trato de descifrar qué había dentro, moviendo un poco la caja para escuchar si algo se movía dentro, pero no pudo escuchar nada.

Subió al elevador que estaba más cerca de él y pronto estaba en el cuarto piso. La habitación 27 era la última en todo el piso, quedando en la esquina del edificio, así que Yoongi empezó a seguir los números en cada puerta, hasta que dio vuelta en el pasillo de su habitación.

Era tarde en la noche, por lo que no había visto ni a un alma desde que entró al recinto, más que el recepcionista de hacía rato. Hasta ahora, que se encontró frente a él a un chico alto y moreno que tocaba en una puerta – 2-24 observó Yoongi –.

Con la cabeza gacha y arrastrando los pies por el cansancio pasó por detrás el chico hasta llegar a la última habitación. Podía sentir los ojos del chico observando mientras Yoongi sacaba sus llaves y se disponía a abrir. Pero la sensación de la mirada que se fijaba en él le parecía molesta, así que paró lo que estaba haciendo para devolverle una mirada llena de desdén al moreno, quien rápidamente se volteo hacia el frente esperando que le dejaran entrar.