Cap 19 - Hilo de luz

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Un delgado hilo de luz entraba por la ventana de la habitación de Yoongi, iluminando su escritorio, mientras diminutas partículas de polvo flotaban por el aire. A unos metros, yacía el pelinegro sobre su cama, envuelto en una fina cobija gris, mientras su caótica mente no dejaba de dar vueltas a temas sin sentido o no tan sin sentido.

Desde hacía una semana que no salía de su habitación. Después de la reunión donde Jin, Yoongi se había refugiado en la tranquilidad y silencio de su habitación, evitando cualquier contacto humano posible. Excepto por Hina y Jin, que no llegaban a dejarle comida todos los días. Se aseguraban de que él seguía respirando y hasta le contaban sobre sus días o como estaban los demás, a pesar de que Yoongi los ignorara.

Por más que intentara ser indiferente con la presencia de sus amigos, para él era reconfortante escuchar sus voces, saber que había alguien más allí. Cuando estaba solo, el silencio era inminente e inescapable. No podía dejar de pensar, de lidiar con cada pequeño pensamiento que viniera a su cabeza de forma abrupta, sin aviso. Darle vueltas a lo mismo una y otra vez, hasta sentir que estás perdiendo la cabeza, porque deja de tener sentido.

De los tantos temas sobre los que había estado sobre pensando, hoy lo peor en lo que podía pensar era en cómo todo su esfuerzo durante los últimos tres años había sido en vano. Cada proyecto de fotografía, cada noche desvelada mientras editaba foto tras foto, las veces que lloro estresado por algún examen o la alegría de recibir elogios por sus creaciones. Ahora todo eso no significaba nada.

Desde su primer año Yoongi había tenido un récord impecable en cada clase en la que se había inscrito. Era un desastre fuera del salón de clases, pero a decir verdad, era un estudiante dedicado. No era el mejor, pero era bueno en lo que hacía y sus calificaciones lo reflejaban a la perfección. Estaba seguro de que ese no sería el caso este semestre. Las últimas dos semanas había faltado a todas sus lecciones, no había entregado al menos tres asignaciones y los exámenes finales estaban a la vuelta de la esquina, sin que Yoongi tocara un solo libro.

'¿Qué más da?' pensó resignado con su destino. Al final, ya no tenía que hacer el esfuerzo, puesto que no se iba a graduar pronto. Realmente, no se iba a graduar del todo.

Aún así, no podía evitar sentir un cosquilleo desesperante cada que se levantaba al baño y veía su calendario, las fechas de entrega de sus proyectos plasmadas mofándose de su melancolía. Odiaba darse por vencido, no era parte de su obstinada naturaleza. A Yoongi le gustaba pelear por sus ideales, había nacido con una tenacidad que sacaba de sus casillas a sus padres. Un hijo indomable, testarudo y demasiado franco para su propio bien.

Esas cualidades eran algo que resonaba en su interior. Su honestidad consigo era abrumadora incluso para él. Sin embargo, en momentos como este, agradecía comprenderse así de bien. Yoongi conocía los signos de su depresión, había vivido con ella por tantos años durante su adolescencia, que no le era difícil darse cuenta de cuando su salud mental se estaba deteriorando. Eran agobiante notar los indicios, hacían que su ansiedad aumentara dentro de él, expectante a que sucedería después. Pero esta vez, ese no era el caso. Lo que sentía ahora era más una decepción aplastante, que su depresión hincando los dientes en su cuello. Además, su interés mínimo, pero existente, por sus estudios era señal de que no estaba en el abismo. No obstante, Yoongi se conocía a la perfección y si no cambiaba sus hábitos actuales, de mantenerse completamente aislado de algún ser viviente, no tomaría mucho tiempo para que todo esto escalara.

El sonido de la puerta abriéndose lo sobresaltó, sacándolo de su ensoñamiento. Evasivo como siempre, tomó la cobija y la tiró por encima de su cabeza, dejándose engullir por completo por ella. Cerró sus ojos y comenzó a respirar alterada mente, fingiendo estar dormido.

[Yoonmin] Sky HighDonde viven las historias. Descúbrelo ahora