Sábado 30 de Octubre, 2010
Caminaba tranquilamente por Villa Alegre mientras sus pasos eran seguros. Veía todo como siempre, suciedad, perros callejeros, algunos juegos infantiles en una plaza y uno que otro niño pateando a otro como lo hicieron con ella en la otra población. El olor a miseria era tan fuerte que tuvo la impresión de que sus pulmones se deshacían cual carne en ácido sulfúrico.
Las ganas de correr a donde vivía su hermano eran tantas, sus pasos ya no eran cortos, sino grandes zancadas en una carrera contra el tiempo. Una vez que estuvo frente a la casa, comenzó a gritar desesperada. Los cartones y madera que la constituían no eran más que un polvo de cenizas grises y negras en el suelo, si alguna vez tuvieron refrigerador, una cama y pertenencias, ahora se mimetizaban apenas los esqueletos de fierro.
Alarmada buscaba tras todo aquello al chiquilín de ojos cafes, gritaba su nombre con toda la fuerza que su cuerpo le daba pero no recibía respuesta. Luego atinó a levantar una antigua lavadora de ropa barata, y su alma desapareció al instante. Ahí estaba el cadáver del chico siendo consumido por las ratas. Era la imagen más cruenta que pudo tener, ni siquiera la de su mamá ejerciendo la prostitución se acercaba a esto pero, inútilmente espantaba a los roedores para que dejaran algo del cuerpo del niño.
No pudo, simplemente no pudo porque una boca gigante la tomó de sus piernas y la comenzó a tragar. Al voltear el rostro, vio la cara de muchas personas en ese monstruo, especialmente las personas que le causaron su problema. Pudo sentir los dientes atravesar su abdomen y el dolor era lo que la estaba matando.
El cuerpo de Lauren tenía espasmos, su piel sudaba y tenia un gran nudo en la garganta. Apenas llevaba una noche en esta casa y simplemente la pena de haberlo dejado no disminuía. El dolor en su cabeza iba desapareciendo y pronto algo de tranquilidad la apaciguaba. Maldita pesadilla.
Como quería a Christopher, lo amaba en realidad. Rascó ansiosa su cabello, se colocó un albornoz al cuerpo y con su diccionario a mano salió a recorrer la casa. Ahora estaba segura que no se perdería ni mucho menos usaría la ventana de la hija mayor de los Musalem para entrar. Todo era tan hermoso y seguramente costoso y por ello no podía evitar sentirse ajena. Jamás tuvo comodidades en Villa Alegre, por ello trataría de dejar de lado su mala personalidad y comportarse bien con estas personas que la cobijaban. ¿Serían tan reales todas esas reglas árabes y costumbres musulmanas de las que poco y nada sabía?
Camila Musalem caminaba descalza sobre el frío suelo para dirigirse a la cocina cuando una figura femenina y juvenil estaba posada sobre un pilar. El sol del amanecer le daba de lleno en su piel blanca, en sus ojos verdes y sus expresiones tristes. Parecía una estatua con su rostro esculpido a la perfección. Aún no entendía porque su papá aceptaba a esa hipócrita en casa cuando no recibía ningún beneficio pero, "Allah es grande", y lo recompensaría por hacer el bien.
Decidida se acercó para manifestarle su molestia por lo que había pasado el dia anterior. ¿Por que la espiaba mientras estaba bailando belly dance?
La llamaba, pero ella no le prestaba atención, tuvo que pegarle con los dedos en su herida de la nuca para que se volteara enojada. Como no la conocía, tenía su hiyáb envuelto en su rostro, solo con los ojos a la vista, y del cuerpo estaba completamente cubierta, solo mostraba sus pies descalzos.
—¿Me puedes decir como alguien tan imbécil como tu osa espiarme desde la privacidad de mi habitación? —Se dirigió a la extranjera en árabe.
La ojiverde la miro ceñuda. Hizo una mueca de nerviosismo mientras buscaba algo desesperada en el diccionario de árabe e inglés. Gracias a Dios el profesor Springer se tomó las molestias de anotarle en escritura árabe frases de ayuda.
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『 Harām 』─ {Camren}
Fanfic"Uno no elige a su familia, su país o costumbre. Antes de llegar a este mundo ya tenemos asignado un lugar." Por más que las personas le dijeran eso, ella seguía odiando su origen. ¿Acaso debía agradecerle a Dios por tener a sus padres narcotrafican...