Martes 19 de enero 2011, al otro dia
Los chicos estaban tomando el desayuno. Samir se fue a arreglar y Yazmín se levantó para lavar la taza donde había tomado leche mientras le ordenaba en árabe a su hermana menor que se preparara para la escuela. Ambas chicas iban a un colegio privado donde trataban de inculcarles el Islam.
Yazmín le hizo un gesto con la mano a la ojiverde que aun bebía leche, dejando arriba de sus labios una mancha blanca como bigote. No pudo evitar reír mientras se sonrojaba al verla.
Era muy consciente de que no cabía posibilidad con esa extranjera porque quisiera o no, sentía que tan solo la miraba como a una hermana.
Camila pudo ver de reojo el color que tomaban los pómulos de su hermana y negó con la cabeza, no le cabía duda de que estaba enamorada o al menos gustaba de Lauren.
Siguió leyendo el diario sobre la mesa hasta que de pronto el silencio se hizo profundo. No se dio cuenta en que minuto el resto se habían, mientras que ella y su guardaespaldas se quedaban en la mesa, solas.
Al verla fijamente, le pareció que sus ojos se tornaban aun más verdes mientras leía el diccionario de árabe—inglés. Estaba tomando de su tazay no le prestaba atención.
Camila carraspeó a propósito pero ella simplemente parecía no oírla. De pronto no halló nada mejor para llamar su atención que sostener un poco de pan y lanzarlo cerca de su lado pero cayó dentro de taza de leche salpicándola.
—Lo siento...—lo dijo en inglés para que le entendiera. La ojiverde puso cara de pocos amigos y luego de limpiarse siguió con su lectura—. Oye, ¿podríamos hablar? —dijo esta vez en árabe, pero la aludida se levantó de la silla, se dirigió al fregadero para lavar su taza y luego a la salida—. Para, Ey, debemos hablar.
Lauren solo continuó su camino, dejándola sola en la cocina y con parte del desayuno en su mesa. Definitivamente no le gustaba que la ignorara, porqué sabía los motivos detrás.
{--Camila POV--}
Resoplé frustrada al ver su cuerpo salir de mi vista. Realmente necesitaba salir la noche anterior, me habían llamado de un trabajo secreto. No le había avisado porque nadie sabe de qué trata mi "trabajo", y no podría contárselo a esa extranjera solo por ser mi guardaespaldas.
Desde ayer no me habla, la última palabra que me dirigió fue cuando gritó mi nombre con enojo al verme. Yo soy alguien muy orgullosa y no sabía que hacer. Tal vez, ¿debía pedir perdón? ¿Sería lo correcto?
La extranjera, bueno, debo reconocerlo, se había comportado puntual y de maravilla conmigo en su trabajo. No hablábamos pero al menos logramos no pelear. ¿Será que soy yo la conflictiva? De pronto recordé cuando la vi llorar y en mí nació la curiosidad. Me dirigí decidida al despacho de baba, deseando que no fuera demasiado tarde para hablar.
Lo encontré escribiendo y hablando con su leal socio Gustavo.
—Buenos días, Baba, ¿podemos hablar a solas? —miré la hora en un reloj sobre la pared— Debe ser antes de que vaya al municipio.
—Buenos días señorita Camila —Me saludo su socio.
Mi padre frunció el ceño y me hizo un gesto para que me sentara en la silla que amtes había ocupado Gustavo.
—Me gustaría saber quien está a cargo de mi seguridad —le dije aunque él parecía no entenderme—, baba, me gustaría saber más sobre quien es Lauren Jauregui, es decir, viene y se queda en nuestra casa por el programa de intercambio sin hablar de su cultura. Hace unos días presenció cuando le cortaron la mano a un niño por robar y no respondió como lo esperaba, había derramado lágrimas y su cuerpo estaba agitado —al escucharme, él negó preocupado con la cabeza mientras dirigía sus manos a su frnte para masajear y disipar la tensión— ¿por qué sucedió eso?
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『 Harām 』─ {Camren}
FanfictionLauren Jauregui nunca tuvo elección: Hija de narcotraficantes encarcelados y criada en un internado desde los diez años, creció entre la rebeldía y la soledad, ganándose una reputación de alumna imposible de corregir. En un último intento por reform...
