• Capítulo 3 •

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Flash Back

—¡Señorita Jauregui! —abrió la puerta de golpe para mirar a una muchacha alta, de mirada profundamente verde, daba mucho miedo porque se veía peligrosa— esta va a ser la última noche que permanece en este lugar, puede arreglar sus cosas porque se va.

Fin Flash Back

Rascó tan nerviosa su cuero cabelludo que parecía que quería arrancárselo. Hace apenas unos minutos le habían dado una pésima noticia, definitivamente mala y es que no tenía remedio. Ayer había golpeado a Neil, hoy también, el profesor Springer le advirtió sobre su mala conducta y hoy pagaba las consecuencias.

A pesar de mostrar una coraza increíble, comenzó a debilitarse al pensar las consecuencias. Quería terminar su último año de preparatoria para poder trabajar en cualquier cosa, pero ganar dinero, ahorrarlo y sacar a su hermano de la pobreza. Lágrimas amenazaban con salir y ella no se las reprimía, estaba tan abatida que sentía como si fuese a perder la conciencia. Lauren no eligió ser así, dura de carácter. Tampoco eligió provenir de una familia pobre y que apenas le prestasen atención. Hundió su rostro en la almohada para que nadie la escuchara gritar con rabia. ¿Qué pasaría ahora? ¿Podía sacar alguna conclusión buena de esto? Lo único que le favorecía de no estar más en el internado J.Polk era que podría cuidar a Christopher.

Lunes 8 de Agosto 2005 (Flash Back)

Estaba sentada bajo un árbol tratando de pensar en la solución de los problemas matemáticos. Tenía casi los 13 años, llevaba 3 en este establecimiento y podía sentir que era rechazada. El resto de estudiantes se reunían en grupos, algunos jugaban deportes, y otros a escondidas comenzaban con sus primeros amoríos de adolescentes, pero ella, tan solo era Lauren Jauregui, un apellido que le estaba causando problemas.

Podía estar en vacaciones de verano y quedarse prácticamente sola, porque todos se iban con sus familias, mientras que a la ojiverde le habían facilitado un cuadernillo con ejercicios matemáticos para mejorar. Le costaba poner atención en clases o entender lo que era una ecuación, pero no era porque no le ponía esfuerzo, es que su mente divagaba en los recuerdos del pasado. De pronto a paso firme se acercó el director Smith. Parecía preocupado, tenía una carta a mano. Un gesto con la mano fue lo único que necesitó para captar la atención de la adolescente.

—Leelo —¿Él también la despreciaba? ¿Por qué la miraba a veces como algo insignificante?

El sobre venía con la dirección de Villa Alegre, debía ser de su mamá por la insignificante caligrafía.

"Mi amor, hace 3 años que no sabemos nada de ti y en estos tiempos han pasado muchas cosas. Hace 2 días nació un hermano tuyo al que le hemos puesto Christopher Jauregui. Espero algún día puedas conocerlo, de eso no queda duda, porqué en unos días iremos a buscarte para que lo veas. Te ama mamá."

Arrugó la hoja con tanta rabia porque sus palabras ahora le parecían una real porquería. Tal vez cuando ingresó recién al internado tenía esperanzas de que sus padres la quisieran, pero no fue así, no se dieron el tiempo de venir a verla en 3 años. ¿Tenía un hermano? Ahora es cuando sentía algo de desesperación por el bebé que no conocía aún. De seguro sufriría tanto como ella al estar en un hogar tan decadente.

Después del día en que sus padres la habían ido a buscar para conocer al niño, le causó tanta pena verlo entre unas mantitas. Era un pequeño inocente, inconsciente de la mala suerte de haber nacido en la familia Jauregui. Aunque no lo vio muchas veces, lo aprendió a querer de una manera impresionante y él a Lauren. No eran muchas las salidas del internado, pero cada vez que podía jugaba con él y lo cuidaba, claro, todo antes de que detuvieran a Clara y Michael por el tráfico ilegal de drogas, cuando Lauren tenía 16 años y Christopher apenas 3.

『 Harām 』─  {Camren}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora