🍒Desvírgame [+18]🍒

Capítulo XXIII

—El entierro.
Daniela.

Todos mis amigos están aquí, Daniel, Adrián, Wendy, Sacha, incluso Kiara está aquí, acompañándome en una situación que para mí es demasiado desafortunada.

La partida de Isabela fue algo demasiado doloroso para nosotros, fue... Fue algo que sabíamos que iba a pasar, pero que no esperábamos.

Mi madre, al enterarse de la desafortunada noticia, regresó para quedarse con nosotros hoy, mañana volverá para poder terminar de concretar el contrato.

Asher no ha dicho una sola palabra desde lo ocurrido a media madrugada, solo llora en silencio.

No grita, ni hace nada que podría considerarse "exagerado" pero que es normal ante la dolorosa situación. Él solo se ahoga en silencio.

Ahora mismo estoy junto a él, viendo a Isabela dentro de ese ataúd. Con su cabello corto, bien peinado, con un color rojo adornando sus labios, con un rostro sereno, que la hace ver tranquila, como si estuviese descansado, pero su piel pálida nos recuerda que... Que ya no tiene vida.

—Ash —intento hablar con él, pero al ver su rostro, callo.

Puede parecer que no, pero conozco a Ash, y sé que en estos momentos, esto es lo más sano para él.

Meditar.

Procesar.

Esto es tan difícil, pero hay que salir adelante. La muerte de una madre es... Es...

Todavía recuerdo aquellas palabras que para mí fueron tan duras, tan... Crueles, tan dolorosas.

<<—Hicimos todo lo posible, pero... ella dejó de respirar— ¿Hizo lo "Posible"?. —Lo siento mucho.>>

Cada día la vida me enseña que el mundo es cruel, las personas son crueles, la muerte es cruel... Yo soy cruel.

—Dani —siento una mano tocar mi hombro—. ¿Podemos hablar contigo un segundo? —me pregunta Sasha.

—Claro que sí —me volteo hacia Asher—. Volveré rápido, ¿Si? Recuerda que no estás solo —Ash asiente, mientras yo me acerco a él, y me despido con un corto beso en su espalda.

—Dani, sentimos mucho que esto haya pasado, no sabíamos que querías tanto a esa señora —dice Sasha, una vez estamos a solas.

—Yo... También lo siento —replica Kiara.

—Y yo —exclama Wendy con timidez.

—Muchas gracias por acompañarme, chicas, debo admitir que me estoy empezando a encariñar con ustedes —admito, mientras le doy un abrazo grupal.

—Sí, sí, puta triste —exclama Kiara, mientras desintegra el abrazo—. Y... Estás con Ash —exclama antes de tocarme el hombro de manera juguetona.

—Yo... Yo... —no puedo evitar que algunas lágrimas se acumulen nuevamente en mis ojos—. Estoy tan confundida —confieso—. Yo... Yo amo a Ash, pero... Pero no sé en qué momento todo terminó de esta manera. Al principio solo lo hacía para recuperar su amistad, luego lo hacía porque quería saber mucho sobre sexo para impresionar a Adrián, pero... P-Pero ahora todo se está saliendo de mis manos, y no sé qué hacer. No quiero hacerle daño a mi mejor amigo, pero tampoco... Tampoco quiero olvidar a Adrián.

Fue fácil para mí aceptar a Ash, pero no fue fácil para mí olvidar todo, olvidar lo mucho que amo a Adrián.

Me siento... Me siento ahogada en una laguna de sufrimiento y confusiones.

—¿T-Tú estás enamorada d-de Adrián? —me pregunta Sasha.

—¡Qué puta! —exclama Kiara.

—Estamos muy orgullosas de ti —dice Wendy con tono alegre.