Capítulo XXVIII

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—Rotos.
Daniela.

Capítulo veintiocho.

Daniela.

—Yo mejor me voy —dice Kiara antes de huir y cerrar la puerta.

—Déjame explicarte, Ash —me interrumpe.

—¿Explicarme qué? Solo quiero que me digas qué fue lo que lograste, Ela? —ese "Ela" no suena para nada parecido a como me dice "Ela".

Es hora de que acabe con este secreto, antes de que sea demasiado tarde y no puede comprenderme y perdonarme.

—Yo... Quería perder mi virginidad —confieso—. Yo... Quería saber cómo era el sexo, quería... Saber hacerlo —explico cabizbaja.

—Querías conquistar a Adrián —suelta una risa sin gracia.

—No... —me quedo callada, no quiero seguir mintiéndole—. Yo no sabía que las cosas iban a terminar de esta manera, no sabía que íbamos a terminar así, yo... No era esa mi intención desde un inicio... Yo —me interrumpe.

—Solo querías conquistarlo, y sabías que sin sexo no podías, por eso querías volverte una experta, ¿No?.

—Yo no quería que las cosas terminaran de esta manera, yo... No sé en qué momento se me salió de las manos.

—Se te salió de las manos en el momento en el que aceptaste que tuviésemos algo... En el momento en el que falsamente decidiste intentarlo conmigo.

—Yo... Tú eres mi mejor amigo, eres... Eres en todo lo que confío y creo... Yo... —me quedo callada por unos microsegundos y suelto un suspiro—. Yo te amo.

—¿Entonces por qué me haces daño? —me pregunta con lágrimas inundando sus ojos grises.

—¡Yo no quería hacerte daño! —exclamo con frustración, mientras me halo el cabello.

—Pero lo hiciste, o dime, Ela —suelta una risa sin gracia, mientras se levanta de la cama—. ¿No sabías que me ibas a hacer daño?.

—Yo —me interrumpe.

—¡¿Por qué fingiste?! —me pregunta enojado, mientras se acerca a mí y toma mi cara entre sus manos.

Observándome con una mirada enojada que nunca habitaba en sus ojos cuando me veía, cuando se trataba de mí...

—Yo te amo —son las únicas palabras que las lágrimas me dejan articular.

—¿Me amas? —pregunta con un tono irónico, mientras se aleja de mí—. Yo amo con desesperación, Ela —lágrimas resbalan por sus mejillas, mientras sus palabras duelen, duelen como cuando un corazón se calcina—. Yo te amaba con desesperación, entonces... ¿Por qué me hiciste esto?.

—Porque yo te amo —me levanto y empiezo a acercarme a él lentamente.

—¡No mientas! Solo lo amas a él, no amas a nadie más.

—Yo sí te amo —trato de abrazarlo, pero me aleja de él—. Quiero quedarme contigo —confieso.

—¡No debiste aceptarme! ¡No debiste jugar conmigo! —grita enojado—. ¡No sigas jugando conmigo! Por favor...

Ver como las lágrimas resbalan por sus mejillas, y que yo soy la causante, es algo que me desarma.

Y deja de luchar... Solo llora, mientras lo abrazo y él no me responde, solo se queda parado, llorando.

—Yo te amo —susurro una y otra vez, mientras lo beso, pero no obtengo repuesta alguna.

—No te aproveches de que eres la única persona que puedo y quiero besar, Ela.

—Yo... —nos quedamos callados algunos minutos. Yo lo abrazo, mientras él no me responde.

Hasta que deja de llorar, y me aleja de él—. Ya... —se queda callado y respira—. Ya puedes ir tras él, no te preocupes por mí... Ya... Ya sabes hacer el amor, te... Te lo aseguro, a mí... Me encantó, seguramente a él también —se queda callado y me mira a los ojos—. Puedes hacer lo que quieras, pero aléjate de mí —va hacia el clóset y toma una ropa rápidamente.

Me acerco a él, aún mi cuerpo desnudo y un poco adolorido después de tanta acción—. Yo... quiero quedarme contigo, te lo juro. Yo no quiero nada con él.

—También me juraste que me amabas... ¿Lo recuerdas? Está en uno de tus guiones —se pone su camiseta, y camina hacia el baño.

—No quiero que te vayas... No quiero que me dejes sola... Nunca.

Termina de lavarse la cara—. Entiende que es tiempo de que piense en mí, y me aleje de ti.

—No lo hagas, te prometo que no te haré daño —tomo su brazo, pero esto no le impide abrir la puerta.

Empiezo a llorar, mientras me dejo caer al suelo.

¿Acaso lo perdí?.

¿Qué diablos fue lo que hice?.

¿Cómo terminé cagando mi vida de esta manera?.

Antes de irse, se voltea y me mira—. Ela, puedes quedarte, seguramente Adrián te llevará a casa —se queda callado, mientras me ve llorar—. Perdón por gritarte —son las últimas palabras que dice antes de marcharse definitivamente.

Soy una idiota.

¿Cómo dejé ir a un chico así? ¿Cómo dejé ir a mi chico? ¿Cómo lastimé tanto a mi alma gemela? ¿A la persona que estaba dispuesta a darlo todo por mí?.

Escucho como la puerta se abre lentamente—. ¿Ela —se queda callado y mira hacia otro lado—. ¿Qué está pasando? ¿Por qué Asher se fue? —pregunta, mientras sale y cierra la puerta.

No me importa el hecho de que me vió desnuda, solo me importa Asher.

—¿Puedes llevarme a su casa? Por favor. Ustedes se pueden quedar aquí, solo... Llévame, por favor...

***

Veo la calle a través de la ventana del auto, mientras lloro en silencio.

Todo el camino ha sido silencioso. Adrián no ha preguntado nada, y yo tampoco he dicho nada, pero las ganas de desahogarme me hacen guerra cada cinco minutos.

—Él cree que es un juego para mí, porque al comienzo yo... Solo quería perder mi virginidad para conquistarte —confieso sin siquiera mirarlo.

—Ela... —susurra—. Tú no necesitas eso para conquistar a un chico.

—Lo entendí muy tarde, Adrián —me quedo callada algunos segundos—. No sé en qué momento mi plena felicidad empezó a depender de él.

—¿No sabes? —me pregunta.

—Solo... No quiero que se aleje de mí... Independientemente de todo... Yo ya no puedo vivir sin estar cerca de él... No sé por qué... No sé qué diablos me pasa, solo sé que esto duele, y mucho... Es... Como si ambos estuviésemos rotos, pero... Ya una parte no quiere volver a unirse.

—¿No sabes qué está pasando, Ela? —se queda algunos minutos callado—. Tu corazón ahora late por él, Ela...


—Nota de autora: Admito que no me siento cien por ciento orgullosa de esta novela, pero la última frase y la actitud de Asher, las amé ahora que volví a leerlas...😭

🍒Desvírgame [+18]🍒Donde viven las historias. Descúbrelo ahora