🍒Desvírgame [+18]🍒

Capítulo XXX

—Fiesta de fin de año.
Daniela.

Termino de ponerme mi labial, y me quedo mirándome al espejo.

Mi vestido es rojo vino, tiene un escote en forma de "v", con tiras finas, y una abertura en una de las piernas que decoro con un arnés gótico, que me hace ver sexy, a pesar de lo largo que es el vestido.

Mis zapatillas son negras y de un tamaño mediano. Mi maquillaje tiene colores neutros y oscuros. Y llevo mi cabello corto, ondulado, totalmente suelto.

Me siento linda y sexy, atrevida, pero tampoco vulgar. Y así es como justamente me quiero ver y sentir.

Me impresioné con mi look, y así mismo espero impresionar a Ash...

Escucho el sonido de una puerta abriéndose, así que salgo rápidamente de mi habitación, y lo veo... Ash.

Está tan hermoso. Sigue siendo ese chico de bajo perfil que siempre logra conquistar a todas, a pesar de que no se beneficiaba de esto.

La diferencia es que... Ya no veo cierto toque de inocencia en su aura. Antes... Antes se veía como un chico fortachón y rudo, pero su aura decía todo lo contrario.

Pero ahora... Ahora se ve cierto toque de frialdad en su mirada.

Ha cambiado, lo sé.

—Ash, ya estoy lista, nosotros podemos irnos —lo abrazo—. Te extrañé tanto, Ash —digo aferrándome a su camisa de aspecto jeans.

—Yo... Perdón, estás confundida, yo... Iré con Isabela —confiesa.

Me separo un poco de él, y me le quedo mirando a los ojos, pero este rápidamente desvía su mirada de mí.

—¿Por qué? —le pregunto con un tono calmado que no tiene nada que ver con lo que realmente siento en este momento.

—Yo —es interrumpido por el sonido del timbre.

Nos quedamos mirando en silencio, mientras escuchamos el sonido de unos tacones subiendo las escaleras.

—Ash, estás hermoso —Isabela me pasa por el lado y abraza a Asher, quien le responde el abrazo mirándome fijamente a los ojos.

***

Me quedo mirando al espejo, en completo silencio.

Se suponía que esta mierda no iba a ser así.

Se suponía que este iba a ser la oportunidad perfecta para acercarnos más.

Nosotros bailando, viéndonos a los ojos... Besándonos.

Yo dejando de sufrir... De sentir este dolor tan fuerte que creo que no podré soportar por mucho tiempo.

Cierro los ojos ligeramente, y respiro.

Pasan algunos segundos, cuando siento unos brazos envolverme—. Lo siento mucho, Dani, yo... No tengo ninguna excusa, soy cruel.

—Sasha —me volteo y le respondo el abrazo—. ¿Por qué te alejaste tanto, chica? —le pregunto.

—Daniela, yo... Adrián y yo... Vinimos juntos a la fiesta —confiesa cabizbaja.

—Eso lo sé —suelto una carcajada que es interrumpida por una mirada seria.

—Yo... No sabía que estabas enamorada de él...

Toco su hombro—. Sasha, él es tuyo, no mío, nunca fue mío. Siempre fueron ustedes en medio de una multitud de romances que no los llenaban.

—Pero tú —la interrumpo.

—Yo no importo, Sash —suspiro—. Lo he perdido todo.

—Asher...