Capítulo IV

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Capítulo cuatro: ¿Amigas?.

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DANIELA.

Y aquí me encuentro viendo qué ropa ponerme para ir a la casa de Kiara.

Ahora tendré que hacer ese maldito cuestionario de nuevo, solo para que no me expulsen.

Hijas de....

Recuerda no decir tantas palabrotas, Daniela.

Suspiro y escojo con los ojos cerrados lo que me voy a poner.

Mmm... no está tan mal, no me va tan mal cuando elijo con los ojos cerrados.

—¡Daniela, llegué! —escucho la voz de mi madre desde abajo.

—¡Madre! —salgo corriendo de mi habitación y bajo las escaleras rápidamente para abrazarla.

—Princesa —me acaricia el cabello.

—Por fin, llegaste —exclamo llorando de emoción.

—Si, mi bebé —me aparto de ella enojada.

—Siempre dices que solo será un mes, pero nunca es así —reclamo, mientras seco mis lágrimas.

—Mi amor, sabes que en un viaje de negocios, las cosas pueden salir mejor o peor de lo que se imaginaba —dice, mientras me acaricia las mejillas—. Has crecido mucho, ¿Ya no usas un lenguaje sucio?.

—Emmm —me dedica una mirada asesina.

—¡Daniela! Prométeme que no usarás más ese lenguaje sucio —abro la boca para responder, pero esta no me deja hablar—. Ni para pensar.

Suspiro cansada y pongo los ojos en blanco—.!Está bien, te lo promete —me abraza—. ¿Ni siquiera puedo decir palabrotas?.

—Solo en tu cerebro, diciéndotela a ti misma, así supongo que tampoco vas a decirla, ¿Verdad? —ríe—. ¿A dónde vas tan linda?.

—Iba a ir a la casa de una compañera de clase, pero ahora que estás aquí, ya no iré.

—¿Y para qué ibas? —me pregunta.

—Es que tenemos que hacer un cuestionario, pero es para la semana que entra, entonces —me interrumpe.

—No dejes para mañana lo que puedes hacer hoy.

—Pero no quiero dejarte, ahora que estás aquí no me quiero separar de ti —digo, mientras me aferro a ella.

—No, señorita, váyase a hacer tarea con sus compañeras, que su gemela la estará esperando aquí.

—¿Me lo promete, gemela vieja? —sí ha pasado que cuando regreso, ya no está.

—Oye, no soy vieja, y sí, te lo prometo.

—Lo peor es que tienes la razón, pareces mi hermana gemela —digamos que mi mamá y yo somos bastante idénticas.

—Ve a buscar tu mochila, ve, no me iré a ningún lado —empiezo a subir la escalera, entro a mi habitación, y bajo con mi mochila puesta.

—Como que ese short está un poco corto, ¿No?.

—Me pondré un abrigo, ¿Si?.

—Mmm... ¿Dónde vive tu amiga? —me pregunta.

—Vive al lado de la mansión de Richard, vive aquí en el vecindario —me da un beso en la frente.

—Está bien, te estaré esperando para que cenemos juntas y después veamos una película, ¿Si? —asiento, le doy un beso y salgo de la mansión.

🍒Desvírgame [+18]🍒Donde viven las historias. Descúbrelo ahora