Capítulo XIX

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--¿Una oportunidad?.

Daniela.

—Yo... Estaba en una cita con... Alguien —le respondí con completa sinceridad.

—¿En una cita? —me pregunta enojado—. ¿Y me lo dices así como si nada?.

—¿Por qué tendría que decírtelo de otra manera, Asher? Ni siquiera quieres ser mi amigo, y ahora quieres cuestionar todo lo que hago, te agradezco que te preocupas por mí, pero estoy bien, y creo que no deberías hablarme si no es para decirme que ya no estás enojado conmigo y que volverás a ser mi mejor amigo —escupo todo con enojo.

No sé por qué diablo me confunde tanto, me dice que no quiere que esté cerca de él, pero actúa de esta manera.

—¿Estabas con Adrián? —me pregunta con un tono de voz helado—. Es muy sospechoso que ahora no te interesa estar cerca de mí.

—Yo —me quedo callada sin saber qué decir—. Solo creo que no tienes derecho de cuestionar nada de mi vida cuando no quieres estar en ella.

—Tienes razón, pero te he hecho una pregunta que no me ha contestado, ¿Estabas con Adrián?.

—No, ¿Cómo quieres que esté con él si él se va a ir muy lejos de aquí? O no lo sé, quizás ya se fue —lágrimas se acumulan en mis ojos al pensarlo.

Se suponía que ya no debía estar enamorada de él, pero aquí estoy, sintiendo... Sintiendo todo por él.

—¿Y eso te entristece? No puedo creer que todavía sigas enamorada de él —lo dice como si le diera asco, y eso me enoja.

—Si, ¿Y qué? —me observa con sorpresa, y se queda totalmente callado.

—Todo lo que viene de ti es una daga —susurra antes de alejarse de mí, y subir las escaleras.

Con confusión e inseguridad decido seguirlo, solo para que termine aventándome la puerta en la cara.

—Abre la puerta, Asher, ¿Qué quisiste decir con eso? Explícamelo ahora —le exijo, y no tuve que pedirlo dos veces porque automáticamente termino de hablar, Asher abre la puerta.

—¿No lo sabes? —puedo ver el odio en sus ojos—. ¿O quieres no saberlo? —me pregunta.

—No sé de qué hablas —después de algunos segundos de silencio, me agarra la mano y me adentra a su habitación—. ¿Por qué cierras la puerta con seguro? —le pregunto, pero este solo suelta un suspiro.

—Nunca me ha observado —lo miro con confusión.

¿De qué diablos habla?.

—Claro que —me interrumpe.

—Nunca me has observado como yo lo he deseado, siempre... Siempre has observado a Adrián, tus ojos siempre han sido solo para él.

—Yo... Yo te amo, pero Adrián... Es diferente, no deberías sentirte así —me acerco lentamente a él.

—¿No debería sentirme así? —pregunta con ironía antes de soltar una risa sin gracia—. ¡Por Dios, Marileyn! Estoy cansado de que finjas no darte cuenta de lo que siento por ti, de que dejes pasar mis celos, de que no sientes nada cuando te beso.

Mierda—. Tú... Estás enamorado de mí —no puedo negar que sabía que algo así podía pasar, pero no estaba preparada.

—No te obligaré a nada, Daniela, no creas que porque soy tu mejor amigo... O era tu mejor amigo, no tienes derecho a rechazarme, ni siquiera te estoy pidiendo nada, solo que te alejes.

—Yo... No sabía —lo miro a los ojos, me doy cuenta de su vulnerabilidad, finalmente soy capaz de reconocer ese brillo en sus ojos.

Él me ama.

Me ama realmente.

—Sé que sabías, Daniela, pero Adrián es quien siempre está en tus pensamientos... Pero ya no importa, mejor vete —me pasa por el lado, y se sienta en su cama.

—Dime algo, ¿Por qué haces esto? Sé que puedes superarlo, pero sabes que yo no puedo sin ti, estoy completamente sola, mi mamá se irá y —me interrumpe.

—Lo sé, pensaba que podía conocer a alguien, y acostumbrarme a verte con Adrián, pero... No soporté ver las fotografías donde ustedes se besaban, yo... No soporté que nuestro beso no significara nada para ti.

—El beso —susurro—. Tú recuerdas el beso.

—Sí, me sentí tan feliz, pero después mi mamá enfermó y creo que no tengo que contarte lo que sucedió después.

—Yo... Lo siento mucho, nunca he querido hacerte daño, Ash.

—Solo quiero que me digas algo —me acerco a él lentamente—. ¿Nunca has sentido algo por mí? Aunque sea algo muy pequeño —miro sus ojos, esos ojos verdes que tanto acaparó mi atención en muchos momentos.

Siempre ha estado ahí para mí, siempre me ha protegido, siempre me ha cuidado, ¿Qué más debería pedir?.

Si tan solo me diera una oportunidad con él, ¿Terminaría enamorada?.

¿Adrián me ama? No lo creo, pero si sé que Asher me ama.

Y no sé si esté tomando la mejor decisión, pero intentaré ser madura una vez en mi vida.

—Asher, sabes que estoy enamorada de Adrián, pero sí... Si quieres una oportunidad, estoy dispuesta a dártela.


---Nota de autora: Si te gustó el capítulo no olvides dejar tu voto, apoyaría mucho a la novela. Y si quieres leer una versión mucho más mejorada, te invito a leer SÉDUCIENDOTE, está disponible en mi perfil y espero que la disfruten. Los quiero un montón.

Besos, plantitas y flores amarillas,

Eli. 💛💕

🍒Desvírgame [+18]🍒Donde viven las historias. Descúbrelo ahora