🍒Desvírgame [+18]🍒

Capítulo XXIV

—La verdad.
Daniela.

—¿Decirme qué? —pregunta con un tono furibundo.

—Oye, Ash, no es algo fácil de procesar —es interrumpido por Asher.

—Deja de llamarme "Ash" y dime lo que tengas que decirme.

—Ash, nosotros somos hermanos... Biológicamente.

¿Qué carajo?.

—¿Qué? —Ash suelta una carcajada, y se aparta un poco de nosotros, mientras acaricia su cabello.

—Somos hermanos, Ash... Yo... Yo lo descubrí hace poco, mi madre me lo confesó antes de irse a España.

España...

¿Entonces planeaba irse a España?.

—¡Claro que no! No somos hermanos, eso es imposible —exclama, mientras camina hacia nosotros.

—Ash, cálmate —soy interrumpida por Adrián, quien al parecer no entiende en español que Ash está a punto de explotar.

—Sí es posible, Asher —exclama—. Cuando mi madre y mi padre estaban recién casados, tuvieron un momento de debilidad. Un día estuvieron a punto de terminar y mi padre se ahogó en alcohol en una fiesta de unos de sus amigos, y ahí conoció a tu madre, le pareció tan inocente, tan dulce, tan... Tan atractiva que... Que esa noche —es interrumpido por Asher.

—¡No digas eso de mi madre! ¡Mi madre no es así! Ella... Ella no era así... Era —¡Diablos! Esto es tan fuerte para él.

—Mi padre siempre se hizo cargo de sus responsabilidades, mi madre se enojó mucho con él, pero cuando conoció a Isabela, ella aceptó, ella aceptó que fuéramos familia —Ash suelta una carcajada sin gracia.

—¿Aceptó que fuéramos familia? ¡¿Aceptó que fuéramos familia?! ¡Yo no sabía nada! —exclama enojado.

—Ash, cálmate, mejor vayámonos de aquí —aconsejo, pero soy ignorada por ambos chicos.

—Siempre estuvimos juntos, mi padre siempre estuvo cerca de ti, incluso éramos vecinos... Siempre fuimos hermanos —exclama Adrián.

—¡Si siempre fuimos hermanos es porque yo nací! ¡No porque tengamos algún vínculo realmente! —lógico.

—Pero, Ash, yo solo quiero que nos demos una oportunidad, estoy seguro de que sería el mejor hermano mayor para ti, yo —es interrumpido por Asher.

—¿El mejor hermano mayor? Mírate, ¿Qué haces? Desvirgar a chicas por todos lados, ¿Eh? ¿Ser un mujeriego? ¿Y qué pretendes ahora? —suelta una risa sin gracia—. ¿Darme un buen ejemplo, "hermano mayor"? —pregunta con ironía.

—Sé que yo siempre he sido un idiota, pero hey, estaré ahí cuando me necesites, cuando quieras que esto funcione... Te estaré esperando —son las últimas palabras que dice antes de empezar a irse.

—Adrián—lo llamo y este voltea—. ¿Te quedarás? —le pregunto.

—No lo sé —responde antes de irse definitivamente.

¡Maldición!.

¡Son hermanos!.

Los dos chicos que más amo en este universo, son hermanos.

Así de dividida y jodida está mi puta vida.

—Ash —me acerco a él, y me siento a su lado, mientras acaricio su espalda.

—Yo... ¿Tenía que ser hermano de él? ¿Justamente de él? —levanta la cabeza y me mira a los ojos.

Cuánto me destroza verlo llorar.

—Oye, pero búscale el lado positivo aunque sea difícil... Tal vez muy difícil... —hago una pequeña pausa—. Adrián es un buen chico.

—¿Es un buen chico? —pregunta en medio de una risa burlona—. ¡Por favor! Solo piensas eso porque estás enamorada de él.

—Yo —me interrumpe.

—Admite que lo amas, y déjame en paz. La situación cambió, Ela. Ahora simplemente no puedes "intentarlo" conmigo, y estar enamorada de él... Es mi puto hermano —dice, mientras ve a la nada—. Pero hey, tranquila, solo tienes que darle buen sexo y él babeará por ti.

Buen sexo... ¿Pero cómo si no es contigo?.

Esta mierda es tan confusa.

—Yo... No lo amo —miento cabizbaja.

El infierno me espera.

—Eso crees, Ela. Sé cuál es tu plan —exclama, mientras empieza a levantarse.

No puedo evitar que mi corazón lata de manera desenfrenada—. ¿Y... Según tú cuál es mi plan? —le pregunto, mientras me levanto al igual que él.

—Seducirme para darle celos —una carcajada se escapa de mi boca después de escuchar su repuesta.

—¡Claro que no! —exclamo, mientras empezamos a irnos del cementerio.

Ash se queda algunos minutos en silencio, cuando, de repente, para de caminar y se voltea hacia mí—. No me mientas, Ela. Esto no es un juego para mí. Ya he perdido demasiado, ya he sufrido demasiado, y no planeo hacerlo más, y si eso incluye sacarte de mi vida, entonces... Lo haré.

Sus palabras son suaves, pero dolorosas. Su tono es firme, sé que si le digo que estoy enamorada de Adrián, no lo volveré a ver.

—No eres un juego para mí —le aseguro, mientras lo miro directamente a sus ojos grises.

Se queda algunos minutos mirándome antes de volver a hablar—. ¿Estás enamorada de Adrián? —me pregunta con voz aterciopelada.

—No —miento.

—¿Estás jugando conmigo?.

—No, eso no está dentro de mis intenciones.

—¿Me amas?.

—Si —confieso—. Más de lo que crees —le aseguro.

—Prométeme que todo lo que acabas de decir es cierto.

—Te lo prometo —exclamo con los dedos cruzados.

Ash se acerca a mí, y me abraza, aferrándose a mi cuerpo—. Eres lo único que tengo, Ela —exclama en medio de lágrimas—. Yo... Te amo demasiado, por favor, no me hagas daño.