3

1.1K 104 0
                                    




3 SEMANAS DESPUÉS


Después de una clase que solo fue de información adicional, estábamos en un pequeño descanso de 30 minutos. Estaba con el Profesor y Oslo, en donde el de gafas le estaba diciendo sobre aprender nuestro idioma mejor. Ya que de alguna manera nos entendían, pero no sabían hablarlo.

Vi como Tokio le daba fuego a Moscú y después miraba de forma sugerente a Río y chocaba con él. De repente el chico dijo que se iba a correr y vi como se iba a gran velocidad pasando por nuestro lado.

—Piensas lo mismo que yo ¿verdad?— me susurró en el oído Berlín, provocando un pequeño susto que él apreció.

— Esos dos están liados — dije por lo bajo, sabiendo que se refería a eso. — Los oigo cada noche.

—Es demasiado obvio. 



1 MES DESPUÉS


—Cava inferior, renal derecha, izquierda, mesentérica, pulmonar derecha, izquierda, este es el corazón.— El Profesor nos estaba enseñando con rotuladores partes del cuerpo para poder sacar una bala si fuera necesario, lo pero era que nadie se estaba enterando de nada y yo me estaba aburriendo al saber todo.— Ahora en rojo las arterias más importantes.

—Eh, para, para, para. —Denver exigió y yo me reí por lo bajo, provocando que Berlín me mirara de reojo al estar a su lado, siempre se ponía a mi lado. — Vamos a ver. ¿Tú quieres que aprendamos medicina así, con dos rotuladores?

—Si alguno recibe un disparo no va a poder ir a ningún hospital. Os las tendréis que apañar allí dentro — respondió el Profesor. 

 —Va a ser un puñetero suicidio— volvió a hablar y ahora su padre le reprochó, yo solté un bufido por lo pesado que estaba siendo. Me estaban poniendo ya las manos en al cara de la frustración por oírlo quejarse cuando Berlín habló.

—Denver, te estamos pidiendo que aprendas a sacar una bala. No empieces con la épica del extrarradio.

—A ver, que no es tan difícil ¿sabes? — habló Nairobi que estaba a mi otro costado — Coges la pinza y sacas la bala sin joder nada más.

—Pero a ver, ¿vosotros os estáis oyendo?— alcé la voz y salió mi cara de asco— Si pasa algo así me lo dejáis a mi y listo.

—Ya vino al egocéntrica. — habló con burla Denver y Berlín dio un paso en su dirección, pero el Profesor lo paró. 

—Kioto tiene experiencias médicas de todo tipo, el campo quirúrgico es su favorito. —me señaló con el rotulador. — Ella será quien esté al mando cuando pase este tipo de situaciones, pero quiero que todos sepáis lo básico para poder ayudarla. 

—Pero ¿qué es esto?— volvió a quejarse Denver — Ya de paso ponla de jefa en todo el atraco. Si hay un tiroteo ella es la jefa, si pasa algo con un rehén ella es la jefa... ¿Por qué no está al mando de todo y así no nos liamos?

—Tiene razón— hablaron a la vez las dos mujeres, pero la que siguió fue Tokio —Con todas las situaciones hipotéticas que nos has puesto, en todas ellas la jefa sería Kioto, es más fácil que la pongas de jefa en general y nos ahorramos mucho.

El Profesor levantó la mano pidiendo silencio y nos miro a cada uno de nosotros parando más de la cuenta en mi figura. Noté como Berlín estaba tenso, y era que si él no estaba al mando, no tendría nada más que hacer allí dentro. 

𝐊𝐈𝐎𝐓𝐎 | ᴬⁿᵈéˢ ᵈᵉ ᶠᵒⁿᵒˡˡᵒˢᵃDonde viven las historias. Descúbrelo ahora