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"Antes de empezar, quiero decir que he tenido que eliminar varios comentarios ofensivos. Ya que a algunas personas les parece que estoy haciendo las cosas demasiado rápido, que debería de haber más interacción de por medio antes del sexo. Pero si os fijáis en que han pasado ya MÁS DE DOS MESES, tenéis que entender que ya había mucha interacción solo que no la he puesto y lo he resumido todo. 

Yo ya tengo una idea de como será todo dentro del atraco, pero necesito poner estás partes para que entendáis las relaciones con cada personaje y por qué luego pasa lo que pasa. 

CUALQUIER COMENTARIO OFENSIVO SERÁ BORRADO Y BLOQUEADO. "






TRES MESES DESPUÉS

—Aquí están las llaves del coche. —solo estábamos en la sala Nairobi, Helsinki, Tokio, Río y yo mientras el Profesor hablaba. Creo que los demás estaban haciendo la comida. —Nairobi, Río, cambiaros la ropa, iréis al museo. 

—¿Yo? ¿Enserio?— preguntó Nairobi sin poder creérselo. 

La mejor opción para ir sería yo, pero ya estuve hace años para estudiar el terreno y adecuarlo al plan. Lo único que Sergio necesitaba ahora era ver si habían cambiado alguna cámara o si habían reformado algo nuevo en el museo. Tenía que saberlo todo. 

No sé si es de mucha información, pero hace varias semanas Tokio y yo dejamos lo que fuera que teníamos. Era puro sexo y nos acabó aburriendo, al menos a mí. Pero ahora Tokio había vuelto con Río y quiera o no, ella seguía colada por mi, si no fuera así no tendría su cabeza entre mis piernas. No en el mal sentido, yo estaba sentada encima de la mesa y ella las había abierto para poder meterse entre ellas y apoyar su nuca en mi estómago mientras veía a todos los demás desde su posición.

—¿A la ciudad?— preguntó Nairobi emocionada —Pero, pero no me mandes con el niño, mándame con un machote. Como Helsinki. ¿Por qué no me mandas con Helsinki?

—Te aseguro que a Helsi le interesas muy poco. — respondí por ella acariciando los mechones de Tokio.

—¿Qué pasa? ¿No soy guapa o qué?— preguntó ella a la defensiva. 

—Nairobi, a Helsinki no le gusta nuestro sexo.

—Ah.

Al final, Río se fue a cambiar de ropa, mientras Nairobi le decía que no se esperaba para nada que le gustarán los hombres. Él le respondió que después de estar rodeado de ellos, no tuvo otra opción y que las mujeres no le llamaban la atención. Tokio se levantó de donde estaba y se fue a hablar con el Profesor, yo me centré en la conversación de Nairobi y Helsinki. 

—¿Y tú como sabías que le gustaban los hombres?— preguntó la morena en mi dirección. 

—Esas cosas se saben. ¿Eh Helsi?— el mencionado me guiñó un ojo burlón y nos reímos d ela forma en la que lo hizo. 

No me acuerdo exactamente en que momento Helsinki se volvió unido a mí. Creo que fue en uno de los entrenamientos de tiro, él me enseñaba a usar una escopeta, porque yo nunca había cogido ese tipo de arma. 

Minutos después me dio un fusil que le había dado el Profesor para mi, era una Remington 700 VSSF preciosa y de color negro, los dos le habíamos puesto Blacky de nombre, ya que sería un arma que estaría, por si acaso, en el atraco. Bueno, al final le enseñé a Helsinki como disparar correctamente el fusil y al estar horas y horas hablando de armas, nos hicimos íntimos compañeros. 

𝐊𝐈𝐎𝐓𝐎 | ᴬⁿᵈéˢ ᵈᵉ ᶠᵒⁿᵒˡˡᵒˢᵃDonde viven las historias. Descúbrelo ahora