(103) TRAICIÓN

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Esa llamada había sido extraña. Jimin revisó su celular y tenía varias llamadas perdidas de él, ¿Qué sucedió? No era normal esto, pero tampoco generó desconfianza en él, por lo que antes de ir con Ángel, saludó a su pequeño. Era fin de semana y por ende no debía ir a la escuela, aún así habían armado planes para hoy, por lo que tuvo que disculparse con él, le dijo que sería algo rápido y regresaría para ir al cine y comer helado.

Minki le hizo prometer que no se tardaría, si no él se enfadaría con su papi por romper su promesa, enlazaron sus dedos meñiques como signo de juramento y promesa inquebrantable.

Por mientras Minki disfrutaría de la mañana con su padre, a pesar de que aún estaba desmotivado por el asesinato de Irene, intentaba no perder la cabeza y distraerse.

—¡No tardes papá!...— Gritó Minki estando trepado en los hombros de su padre.

Jimin sonrió y antes de subir al auto Hwa lo interceptó.

—¿Está seguro que no quiere que lo acompañe?

—Estoy seguro, solo iré a hablar con él y de ahí regreso.

Jimin subió al auto, le lanzó un beso a su hijo antes de partir. Abandonó la villa, y condujo a una velocidad prudente, pero intentando llegar lo más pronto posible a casa de Mingi.

En cuanto llegó miró a su alrededor, se sintió observado, pero no había nadie, ¿Estaba cayendo en una paranoia? Intentó asegurarse de que en verdad no había nadie y no encontró por ningún lado a nadie, solo cuando se permitió estar seguro, cruzó la calle y tocó el timbre de la casa.

Mingi tardó unos cuatro minutos en abrir la puerta, se veía cansado y preocupado, estaba extraño a su parecer. Él le hizo señas de que pasara urgentemente y antes de cerrar la puerta miró detalladamente hacia afuera, pero no había nadie.

—¿Ángel que te sucede?...— Jimin intentó tocar su mejilla, pero él lo esquivó. —¿Estás sudando? ¿Qué sucedió?

—Jimin escúchame con atención...— Él asintió, Mingi no se veía para nada bien. —Ayer..

TOC-TOC

La puerta sonó, Jimin miró hacia ella y luego a Ángel, él se sobresaltó cuando volvió a escuchar que tocaron a la puerta de manera insistente.

--- Mingi soy yo, abre la puerta...— Era la voz de Yunho.

Jimin miró con rareza a Mingi y caminó hacia la puerta para abrirla.

—¡No, no, no, no lo hagas!...— Susurró alterado Mingi, pero Jimin no le prestó atención.

¿Por qué?

Porque pensaba que se trataba de Yunho no queriendo que su hermanito se juntara con más personas como él y en especial él, eso era en todo lo que podía pensar. No llegó a considerar, no, no había forma de que Jimin pensara en que venir aquí había sido una trampa.

Se giró a observar a Mingi, cuando en frente de él estaba Yunho y detrás de él estaban Taein y Gyeol. Jimin observó a Mingi, su expresión lo decía todo, esta aterrado, parecí querer explicar ¿Por qué Ángel lo había traicionado?

—Jimin yo...— Se quiso excusar.

—Ahorrémonos las palabras...— Dijo Gyeol. —El viejo nos espera.

—Hiciste bien Mingi...— Dijo Yunho.

—Tu...— Jimin no comprendía nada.

Taein golpeó con su arma a Jimin dejándolo inconsciente, Mingi se quiso acercar para auxiliarlo pero Yunho se interpuso en su camino, no lo dejó hacer nada, aún cuando ellos se lo llevaron como si nada y lo echaron a una furgoneta, antes de irse miraron a Mingi y le agradecieron a Yunho por su pequeña participación. Ellos se marcharon y Yunho cerró la puerta, al girarse miró a su hermano, la mirada furiosa que él tenía lo decía todo.

UNIDOS POR LA VENGANZA Donde viven las historias. Descúbrelo ahora