(78) CRÍTICA

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Luego de unos días lo más esperado por los espectadores había llegado, la revista con la primicia de la cena en el restaurante Min en la cual asistieron todos los actores y productores, entre ellos el dueño del restaurante con una acompañante que hasta él día de hoy es una incógnita, a pesar de que algunos rumoran de que se trata de la profesora del hijo de él acompañante del hijo de los directores. Todo era un caos en las revista, por querer saber de donde provenían ambos acompañantes que impactaron a los paparazis, pero lo que no es bueno para todos, es lo contrario para otros y en esto entraba la llamativa descripción que habían dado de ambos en la revista.

Como Irene lo había soñado si fue la portada de la revista, pero no de la mejor manera que se esperaba, la foto al menos había sido una buena toma, pero la descripción ya era otro tema. Con letras grandes decía "¿La acompañante de Min Yoongi no sabe lo que es una cena elegante?" "¿Quién le dijo que ese vestido era para la ocasión?" Ser parte de la gran revista de la semana se había convertido en una burla para ella, que dentro de su salón leía lo que decían de ella, una parte de ella no quería darle atención a lo que decía la crítica, pero aún así le dolía lo crueles que llegaban a ser algunos comentarios de internautas. Unos decían que ella no era lo suficiente para Yoongi, o que había hecho el ridículo con su vestimenta pensando que se veía fenomenal, otros era un poco más mordaz llegando a insultarla. ¿Era en serio que tan mal se había visto? Cuando salió a comprar el vestido se enamoró de lo lindo que era, no era nada llamativo, era lo justo y esencial a su persona, pero parece que para otros había hecho la peor compra de la vida.

Afligida por todo lo que dicen de ella, cambia la página, la siguiente reseña era de Jimin, la crítica lo había amado, otros más que adulaban su elegancia y porte al lado de Taemin, en su mayoría habían comentarios positivos, entre otros habían chicas lamentando que Lee Taemin ya había sido atrapado por un doncel sensual e imponente. De ellos se recalca la buena relación que se notaba a kilómetros, su interacción era natural, se podía notar que se conocían desde hace mucho. Algunos actores comentaron que aún cuando ellos dos estaban solos tenían una cercanía natural, se notaba que no era un simple montaje, además de que el señor Jimin se conocía con los señores Lee, y la relación no daba nada para hablar.

Suspiró frustrada por ver la gran diferencia que la crítica había hecho entre ella y Jimin, la gente parecía haberla odiado y a él amado, ¿Qué es lo que los diferenciaba tanto? ¿Qué era lo que Jimin tenía que terminaba encantando a todos? ¿Acaso nadie no notaba nada raro en él? Ese doncel tenía una personalidad dudable, no sabías si se podía confiar en él, su presencia llegaba a inquietar, o eso es lo que ella llegaba asentir cuando le miraba tan fijamente que su cuerpo de erizaba en un modo gritando peligro en su mente, pero aún con todo esos presentimientos, a ojos de Yoongi es un ex- esposo normal.

—¡Irene!..— Sus compañeras de trabajo entraron con la revista en mano. —¡Saliste en la revista! ¡Y te ves hermosa amiga!

—Gracias chicas, pero fue una crítica destructiva lo que hicieron de mí.

—Que no te importe, los críticos son difíciles de complacer, cualquier cosa es mala para ellos. A ti solo debe importante que te ves hermosa, y saliste con ¡Min Yoongi!

—Lo sé, pero mira lo que dijeron de él..- Irene cambió la página y apuntó a Jimin.

—¿Y quién es él?

Irene estaba por responder, pero cortas sus palabras. Tal vez debía preguntarle a Yoongi directamente porque nadie tenía conocimiento de su anterior matrimonio, antes de andar diciendo que era su ex-esposo, de seguro había una razón por la cual era un tema desconocido para todos.

—Nadie, solo me sentí menos. Lo mejor será que me prepare para recibir a los niños.

Guardó la revista en su escritorio y dejó a sus compañeras preocupadas por ella, sabían que Irene a veces llegaba a tener pésima autoestima, pero esta vez parecía que la crítica le había afectado lo suficiente como para fijarse en desconocidos.

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