UNIDOS POR LA VENGANZA

(94) CUMPLEAÑOS

Estaba sentado frente al espejo, hace un rato había llegado a la casa y había corrido para arreglarse, debía estar listo para cuando Minki llegara, Yoongi al igual que él ya estaba listo, pero andaba raro. Se veía inquieto, observaba su teléfono cada segundo, llamaba y llamaba, pero esa persona no le contestaba. Jimin dedujo que se debía a la profesora, no quiso preguntar, dejaría que él solo le contara lo que le estaba sucediendo.

De todos modos no puede sentir molestia por cómo está actuando por esa mujer, ¿Tanto se había apegado a ella? ¿Había cometido un error en dejarlos acercarse? Puede que sí, pero ya no importaba. Ahora solo importaba que ella estaba bajo su poder.

Jimin apretó las llaves en sus manos, sonrío encantado pensando en que por fin lo había conseguido

—¡Papi ya llegué!...— Minki entró corriendo a su habitación.

Jimin guardó sus llaves en un cajón, de ahí se giró hacia su hijo. —¿Cómo está el cumpleañero?...— Lo tomó en sus brazos y llenó su cara de besos.

—¡Bien!...— Dijo tras una risa traviesa. —¿A dónde iremos?

—A donde mi príncipe quiera...— Lo dejó sobre el suelo. —Pero antes a bañarse y cambiarse, vamos.

Caminó con él hasta su habitación, el niño como de costumbre se quitó su uniforme y lo dejó colgado donde siempre iba. Corrió al baño para bañarse mientras su padre le buscaba ropa para salir, estaba inquieto y emocionado porque él hoy elegiría a donde ir. Había preferido una fiesta, pero su papi le dijo que tal vez para el año que viene podría tener la mejor fiesta del mundo. Esta decisión Jimin le pareció la más adecuada, ahora la situación estaba tensa como para hacer una fiesta y arriesgarse a que Jin-Young haga algún movimiento y muchos inocentes se vean involucrados en esta pelea.

Junto con Yoongi le habían explicado que este año no podían darse el lujo de tener una fiesta, pero a cambio podía hacer todo lo que quisiera en su día, después de clases.

—¡Ya estoy!...— Salió corriendo con la toalla mal enrollada.

—Ven aquí y no corras...— El niño hace caso y camina con cuidado hasta donde está su papá. Se seca bien y extiende sus manos para que su papi le eche crema en las manos. —Primero ponte los calzoncillos.

—¡Papá ya sé que quiero para mis cumpleaños!...— Dice muy enérgico mientras se pone el calzoncillo.

—A sí, ¿Qué?...— Ahora Minki vuelve a extender sus manos, y Jimin le echa la crema en sus manitas.

—¡Un perro!

—Olvídalo, no estás lo suficientemente grande para esa responsabilidad.

—Pero..

—Un perro no es un juguete, Minki.

—Prometo que seré responsable, por favor papi.

—No, ahora termínate de vestir.

Él niño dejó de persuadir a su padre, sabía que cuando decía que "no" era "no" y de ahí no había manera de sacarlo.

Una vez estuvo listo fueron a buscar a Yoongi, él estaba en el jardín hablando con Hong y San. Le hacen saber que ya están listos y la familia suben solos en un auto, pero detrás de ellos irían dos camionetas por seguridad. Esperaban que él día no se arruinara para Minki, aunque Jimin tenía el presentimiento de que hoy no habría ni un solo problema, pero tampoco quería relajarse. De todos modos dentro de su mochila cargaba un arma, Yoongi al igual que él andaba armado. Si iban con su hijo debían de ser el doble de precavidos, y no lamentar las consecuencias.

Una vez han salido de la villa le preguntan a Minki cuál es el primer lugar que quiere visitar, él no lo piensa y grita a todo pulmón que quiere ir al acuario. Cómo lo ha pedido, ha sido llevado, él pequeño se divierte viendo los inmensos peces nadar de un lado a otro. Entre ellos ve el famoso pez globo, estaba en su estado natural, pero en su larga espera por fin se hincha y Minki pide que rápidamente le saquen una foto con el animal.