UNIDOS POR LA VENGANZA

(80) KIM TAEHYUNG

Era hora de cumplir su antigua promesa con su amigo Taehyung, el italiano que conoció en el burdel de David, desde un principio congeniaron y supieron que su amistad sería extraordinaria, y era otra persona en la que podía confiar absolutamente. Él era el único que se había dado cuenta de las intenciones con las que se había acercado a Jin-Young, pero aún así no lo delató y le pidió que le enseñara a hacer lo que él hacía.

La amistad con el tiempo se fue extendiendo y Jimin intentó sacar a su amigo de ese burdel, pero no fue posible. Literalmente David lo tenía atado de por vida en ese andrajoso lugar, y para no arruinar sus planes le prometió a su amigo que algún día podría sacarlo de ahí y los dos trabajarían juntos, pero como ya se sabe todo se arruinó para Jimin. Por suerte antes de que se vieran por última vez, Tae le dijo que David lo mandaría a su único burdel que tenía en Seúl, estando ahí a Jimin no se le complicaba mandarlo a buscar hasta Manhattan. El problema aquí iba a ser que para sacarlo de ahí se necesitaría dinero y no sabía la cantidad.

—¿De qué nos sirve ese tal Taehyung?..— Pregunta Yoongi.

—Taehyung es una de las diversiones fijas que Jin-Young siempre ha tenido, hasta que me conoció, pero si tenemos suerte puede que aún sea así.

—¿Dice que él nos puede llevar con Jin-Young?..— Pregunta Yeo.

—Él nos va a conseguir algo importante para traer a nuestro lado a la mayor fuente de confianza de Jin-Young.

—Imposible, no tiene lógica. ¿Por qué esa persona se pondría de nuestro lado?.

—Porque el odia a su padre biológico y sé que daría lo que fuera por enfrentarlo.

—¿Y eso que tiene que ver con Jin-Young?...— Jimin sonríe y Yoongi comprende. —¿Es su hijo?

—Exacto, pero no es momento para los detalles. Necesito dinero para que Taemin compre a Taehyung.

—¿Disculpa?

—¿Qué? Tenía pensado mandarte a ti, pero no me quiero arriesgar y como padres tenemos que estar en casa por si la policía nos busca.

—¿Por qué demonios tenemos que comprar a tu amigo?

—Los detalles no importan ahora, ¿Puedes hacer este favor?

—Carajo...— Murmuró malhumorado, mira hacia otro lado cuando empuña la mano. Ya antes había gastado dinero comprándola a él, ahora debía hacer algo parecido, pero para comprar a alguien que no conoce. —¿Cuánto?

—Perfecto..— Sonrió tranquilo cuando Yoongi cedió. —No tengo ni idea de cuanto te pedirán, pero para eso Taemin no los habrá saber.

—Bien.

—Yeo, tú irás con Taemin, él te explicará todo en el camino.

Cada quién ya tenía algo de qué encargarse, y a pesar de estar inquietos cuando la mayoría saldría a hacer una misión, no podían moverse de su lugar, debían llamar a la policía cada cierta hora para mostrar su preocupación e interés en saber si saben algo de su hijo.

La noche llegó y todos se prepararon, la habitación a la cual llegarían las hijas de Park ya estaba desalojada, por orden de Jimin se había mandado a instalar una cadena que estuviera atornillada a la pared, esa cadena tendría un collar de metal, con esto las mantendría atadas, a parte de que esposaría todas sus extremidades. Él quería darle la bienvenida a esas jovencitas que no veía desde hace mucho tiempo, era una pena que hace poco las había mandado a atormentar y ahora regresaban a volver a pasar por lo mismo, pero ¿Qué podía hacer? Todo esto era culpa de Jin-Young, él debió pensar muy bien antes de mandar a secuestrar a su hijo o ¿A él se le olvidaba que él también podía jugar el mismo juego?