UNIDOS POR LA VENGANZA

(108) FIN

La villa fue completamente revisada, pero gracias a que Yoongi no acostumbra a tener droga o armas sueltas por ahí, la PDI no encontró nada.

—¿Qué haremos?...— Preguntó Yoongi cuando él último auto de la PDI abandonó la villa. —Ya llevamos tres meses con esto.

Jimin suspiró frustrado y entraron a la casa.

—¡Minki no ha podido ir a la escuela por todo este problema!

—Yoongi, mírame...— Él se tranquiliza y lo mira. —Wooyoung me ha mandado a decir por medio de Ángel que no logran conseguir nada que nos inculpe para ir a juicio.

—Esto es una mierda, Jimin...

Él asiente y toma asiento, acaricia su vientre y revisa su teléfono.

—¿A qué hora vendrá esa gente?

—Dicen que en la noche.

—¿Y estás seguro que nos ayudarán?

—No tienen de otra...— Dice él sonriente.

A pesar de que la PDI aún no daba con pruebas para arrestarlos, Jimin había pensado en la manera de sacarlos de encima. En unas horas más vendrían dos hombres influyentes, con los cuales Jimin tuvo un amorío antes de Yoongi y habían terminado en buenos términos. Les pediría a ellos que usen su influencia para sacarse a la PDI de encima.

—Aquí están las carpetas que solicitó, señor Jimin...— Hong entró en la sala con unas carpetas.

—Gracias, ¿Y Hwa?

—Está llamando para cambiar su cita de mañana con el médico.

—Dile que muchas gracias.

Hong asintió y se retiró.

—¿Qué son esos?....— Preguntó Yoongi.

—Información valiosa en caso de que no nos quiera ayudar...— Jimin las deja sobre la mesa. —¿Y Minki?

—Juega con el perro que Yeo le regaló...— Se asomó por la ventana y Jongho estaba con él. —Le puso Yeo al perro.

—Mi pobre niño...— La muerte de Yeo la ha sobrellevado a su manera.

—¡Señor Jimin!...— Soomi canturreo su nombre cuando traía un plato con un pedazo de tarta de moras. —¡Aquí está su tarta de mora!

—Ay Soomi te adoro, gracias.

Ahora con sus antojos, Soomi, Hwa y Yoongi lo estaban consintiendo con todo lo que se le antojaba. A pesar de que Yoongi no tenía nada que ver con esto, con el paso de los meses, igualmente se preocupaba por el embarazo de Jimin, pero no más que eso.

Jimin agradecía mucho la atención y apoyo que estaba recibiendo en esto, no se sentía solo en ningún momento y menos ahora que su pequeño sabía de su embarazo. Porque Minki iba todas las noches a hacerle compañía por si sentía algo, así que cuando Jimin despertaba por vómitos, Minki iba a buscar a su padre.

A pesar de la situación a su alrededor, Jimin iba llevando un buen embarazo.

Las horas pasaron y los invitados estrellas llegaron, fueron recibidos por San y llevados hasta el despacho de Jimin, y es que los trámites de los papeles de la casa ya estaban en trámites. Muy proto esa casa estría a nombre de Jimin, pero de momento él ya la consideraba suya.

Ambos viejos entraron y tomaron asiento, después de un rato Yoongi apareció en compañía de Jimin, ellos se sentaron al otro lado del escritorio.