Ya había pasado un año y medio y aún la guerra seguía Rhaenyra mantenía al tanto a Visenya a través de cartas. La guerra iba a favor de los negros así que Visenya no estaba tan preocupada. La princesa y el príncipe ya habían tenido su primer hijo a el cual llamaron Daemon, como el padre de la princesa. Fue un niño muy deseado y ambos estaban demasiado felices por su llegada. El niño ya tenía un año y la princesa estaba nuevamente en gestación.Visenya se encontraba sentada en el jardín tocando su enorme panza y mientras observaba como Aemond y su hijo jugaban el uno con el otro. La princesa sonreía de felicidad ya que jamás pensó llegar a tener su propia familia junto a Aemond.
-Mami vamos a jugar- el pequeño Targaryen se acerca a su madre con voz agitada. Visenya le sonreí y acaricia el cabello de su pequeño.
-Cariño amaría jugar contigo pero sabes que tu hermanito o hermanita no me lo permite-Le dice la princesa refiriéndose a que por su estado no podía andar corriendo. El pequeño puso rostro triste, y algo enojado-Pero que tal si le digo a la cocinera que te preparen tu tarta de limón favorita-y la sonrisa del pequeño volvió.
-Sii-dice emocionado. Aemond estaba observando la hermosa escena de su hijo y su bella esposa. Visenya intentó ponerse de pie, pero casi no podía para tener solo 7 meses tenía una barriga bastante grande y los maestres decían que podía tener gemelos.
-Yo te ayudo cariño-Aemond rapido se acerca y toma las manos de la princesa para ayudarla a levantarse. Ya cuando la princesa estaba de pie le dio un corto beso a su esposo en agradecimiento.
-Lleva a Daemon con las doncellas para que lo bañen-le dice la princesa a su esposo.
-Claro.. te veo que los aposentos?-la princesa acierte sonriente y se marcha en dirección a la cocina.
Mientras la princesa caminaba toca su barriga ya que había tomado esa costumbre desde el nacimiento de Daemon. La cocina no estaba muy lejos pero aún así el camino se le hizo largo a la princesa ya que caminaba con pasos lentos.
-Buenas tardes-anuncia la princesa cuando entra en la cocina. Todos dejan de hacer lo que estaban haciendo y le hacen una reverencia.
-Que se le ofrece princesa-Se acerca uno de los cocineros amablemente a Visenya.
-Quisiera un pastel de limón si no es mucha molesta-responde la joven con una sonrisa.
-Claro mi princesa, estamos a sus órdenes. Lo desea para la cena o para ahora?-le pregunta.
-Para la cena-contesta.
-Perfecto algo más que se le ofrezca?-
-no, gracias-contesta la princesa. El cocinero hace una leve reverencia y vuelve a sus quehaceres.
Visenya sale de la cocina y se dirige a sus apocentos donde se encontraría con Aemond. Para llegar a su habitación era otra odisea ya que tenía que subir dos enormes escaleras.
-Aquí vamos-se dice así misma la princesa antes de poner el pie en el primer escalón. Visenya comienza a subir las enormes escalares paso a paso.
-te faltan 500 escaleras-la voz de Aemond a sus espaldas hace reír a la princesa. Este no deje ni que Visenya se volteara y la tomó en su brazos para subirla.
-No estoy paralítica, estoy embarazada-dice la princesa sonriente.
-Casi lo mismo-se burla el príncipe, comenzando a subir las escalaras. Visenya le da un leve golpe gracioso en el hombro-Te vez tan hermosa embarazada que te haría mil hijo-
-En tus sueños cariños, este será nuestro último embarazo-dice la princesa, finalmente llegar a el final de las escaleras y Aemond puso a Visenya en el suelo. Antes de continuar caminando Aemond se arrodilla y pesa su rostro a la bariga de Visenya.