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Harry comenzó el proceso de hacer su baúl nuevamente, haciéndolo ver como un juego, porque claramente era una actividad pesada de realizar para un niño con facilidad para distraerse.

Guardó nuevamente su ropa casual y sus nuevos uniformes, perfectamente doblado en uno de los compartimentos más pequeños del baúl, siguiendo con los libros, los de sus clases regulares, extracurriculares y sus optativas, Severus le había aconsejado tomar Aritmancia, Adivinación y Estudio de Runas Antiguas, sin embargo, Harry descartó Aritmancia y tomó Cuidado de Criaturas Mágicas en su lugar, no era un particular fan de la profesora Vector ni de las matemáticas, las runas tenían una base bastante cercana al griego antiguo que era prácticamente natural para Harry traducirlo, después de todo, tenía esta afinidad por entender escritura antigua debido a su naturaleza como semidios.

Además, Hogwarts ofrecía clases extracurriculares y Severus le había dado una reseña de todas, así como Tom, mismo que le contó sobre su experiencia con ellas durante su tiempo consciente en Hogwarts.

Harry se decidió por Estudio de Demonios Necrófagos, después de que Tom insistiera en que podría ayudarlo a... complementar sus estudios.

Quirón lo estaba esperando afuera de su cabaña, el recelo escrito en toda su expresión.

—Me preocupas Harry —fue lo que salió de sus labios—. Llevas días sin comer adecuadamente.

Harry cerró los ojos un momento, antes de abrirlos nuevamente y mirar a quien debía de ser su mentor, alguien que se preocupaba por él a su manera.

—A veces siento que no lo merezco —salió en un susurro ahogado—. ¿Por qué debería de comer su no... si no he cumplido con mis deberes?, ¿por qué comer si hay alguien siempre enojado conmigo? Incluso cuando... cuando pienso en lo que pasó, me gustaría mudarme de piel para dejar de sentir lo que sea que siento. Entre todo eso, es difícil no matarme de hambre, Quirón.

Harry parpadeó con rapidez, antes de acercarse a darle un abrazo al centauro.

—Volveré para navidad si no ocurre ninguna locura en Hogwarts.

-

Harry se sentó en un compartimento apenas lleno, fue el ultimo en llegar después de perder un poco el tiempo vaciando su corazón con Quirón y ahora se sentía frío, su mente un poco alejada de donde debería de estar.

El hombre en el compartimento tenía con él un único baúl, Harry pudo leer "RJ Lupin" grabado en una plaquita de latón, pero no estaba realmente seguro de su eran sus ojos leyendo correctamente o no. No le dio importancia mientras se sentaba frente al hombre, recargando su mejilla contra la fría ventana.

La primera en encontrarlo fue Hermione.

—Harry, te hemos estado buscando por todo el tren. Los gemelos literalmente estaban aterrorizando niños con sus bromas diciendo que si no te encontraban mezclarían los dulces de la señora del carrito con sus propios inventos.

—Puedes decirles que estoy aquí, realmente no me apetece demasiado estar rodeado de gente, pero estaré esperando.

Al compartimento llegaron los gemelos y Ron, Hermione, Draco y Tracey, aparentemente la ultima se coló con Draco para hacer una especie de chequeo en nombre de Vince, Greg y Millie.

Fue entonces cuando el tren comenzó a detenerse.

—Parece que hay gente subiendo al tren —murmuró Ron, con la cara pegada al vidrio de la ventana—. Esto jamás había pasado...

Harry se sentía miserable.

Desde la mañana ese día se había estado sintiendo mal, dándole vueltas en su cabeza a lo que Quirón le había señalado y la respuesta que le había dado, se sentía insuficiente y sucio, no se sentía como una persona.

Harry salió de su estupor cuando una mano huesuda y negra comenzó a abrir la puerta de su compartimento. Era una criatura horrible la que tenía delante, el sentimiento de miseria general se multiplicó en cuestión de segundos y Harry comenzó a sentir dolor de cabeza mientras una voz le gritaba desde el fondo de su memoria, alguien gritaba su nombre, alguien se reía...

"¿qué puedes hacer para compensarme... Harry?"

Harry podía escuchar a Lockhart, se sintió enfermo, ¿esos monstruos eran una especie de torturadores psicológicos?

Harry ni se quedó para averiguarlo, literalmente se estaba desmayando, no sin antes notar una luz color blanco azulado que le brindó una leve sensación de paz mientras se hundía en la inconciencia.

-

Cuando despertó se sintió enfermo.

Su cuerpo ardía, se sentía sucio, se sentía como su no hubiese mejor sensación que la de ser arrancado de su propia piel, odiaba los momentos como ese, en los que recordaba lo que casi había pasado en la oficina... lo que Lockhart había planeado hacerle.

Se había perdido la cena —no es que fuese novedad— y estaba actualmente recostado en una camilla de la enfermería, Theo era el que estaba actualmente con él, dormido profundamente con la cabeza hundida en uno de sus libros favoritos de lectura ligera. Escuchó la voz de madame Pomfrey discutiendo con su jefe de casa y con otro hombre, Harry sospechaba que era ese PJ —¿o era RJ?—Lupin.

—¿Profesor Snape? —Harry medio gritó, Theo se removió a su lado, pero no se despertó.

Severus se asomó y corrió a su lado, ignorando la suave protesta de Pomfrey de que no debía de correr en la enfermería.

—¿Estás bien? Tus compañeros me dijeron... lo que pasó.

—Realmente no recuerdo lo que pasó —admitió Harry—. Pero lo que sea que fuese esa cosa... me hizo sentir miserable y... escuché gritos de mi nombre y una risa —susurró—. Lo vi, también.

—Él ya no te puede poner una mano encima —gruñó Snape—. Me aseguré de eso.

—Es algo difícil de olvidar.

—Lo sé —dijo en una nota mas suave—. Debería de descansar señor Potter, yo me encargaré del Señor Nott y de excusarlo de sus clases mañana.

Harry estaba llorando antes de darse cuenta, sollozando con fuerza mientras sus manos temblaban.

No quería quedarse solo.

El cielo retumbó con un fuerte relámpago, Harry casi deseó que ese fuese Zeus tratando de consolar a su hijo, tratando de consolarlo.

—Firmaré su salida, señor Potter —dijo suavemente madame Pomfrey a su lado—. Seguirá descansando el día de mañana, no lo quiero ver ni siquiera en el Gran Comedor, haré que un elfo lleve sus comidas y un par de pociones a sus habitaciones privadas. Ahora vaya con su jefe de casa antes de que se haga mas tarde —amonestó la mujer.

Harry sacudió levemente a Theodore para despertarlo, este se quejó, pero ayudó a tomar todas sus cosas para ayudarlo a llegar a sus habitaciones.

—Toma —el hombre que estaba con la mediwixen y con su jefe de casa le tendió un poco de chocolate—. Te sentirás mejor.

—Gracias...

—Profesor Lupin.

Harry le sonrió con cansancio.

—Gracias entonces, Profesor Lupin.

Mr. Lightning [Hiatus]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora