Amor Y Prejuicio /A.Y.A #1/ (+18)

13 - 'Vergüenza'

— Y es así entonces, jóvenes, como la sangre desoxigenada regresa del resto del cuerpo al corazón a través de la vena cava superior, y la vena cava inferior, las dos venas principales que llevan la sangre de vuelta al corazón — dictaba el profesor mientras todos escuchaban con detenimiento sus palabras, todos, excepto yo; me encontraba perdido en mis pensamientos, de la forma más frustrante y tosca posible, aún cuando intentaba concentrarme 100% en mis estudios, Robert se aparecía en mi mente, me impedía prestarle atención a la clase, y era irónico cómo el profesor nos hablaba sobre las facultades del corazón, y el mío no dejaba de latir con fuerza, solo al recordar a ese estúpido inglés que me estaba haciendo la vida imposible.Mis mejillas se ruborizaron totalmente cuando el recuerdo de nuestra primera velada juntos llegó a mi mente, esa bella imágen de Robert con los ojos dilatados, que en su momento me dió tanto miedo, pero también me excitó tanto.

"Quítate la ropa" rebotaba por mi mente, mientras mi respiración se agitaba, odiaba tanto estar enojado con él, y a la vez, desearlo tanto, era como si mi cuerpo me castigara por ser tan estúpido, merecía ser castigado, pero eso ya empezaba a ser excesivo.

Rápidamente noté como todos se levantaban de sus asientos, yo esperé a que todos se marcharan para hacerlo también, no dudaba que tendría un severo problema en el pantalón que haría que todos me tacharan de pervertido, tal vez lo era, yo de por sí era muy hormonal, pero desde que conocí a Robert, mi líbido empezó a tomar el control de mí casi por completo.

— ¡Taylor! — escuché una voz llamarme apenas me puse de pié, chasqueé la lengua intentando pensar de qué forma disimular mi evidente éxtasis, añoraba que me tragara la tierra.

— ¿Mh? — volteé confuso, viendo cómo un chico un poco más alto que yo se acercaba hacía mí, tenía un cuerpo muy bien formado, se notaba que practicaba deportes, virtud de la que yo nunca gocé, pero respetaba mucho — Ah, Julius, ¿en qué te puedo ayudar?

— Noté que faltaste unos días, y hoy llegaste algo tarde — me dijo mientras me miraba con atención y algo de ternura, expresión que me hizo sentir algo incómodo.

— Ah, sí ehh... he tenido algunos problemas de salud últimamente, nada grave, pero me impidieron venir — dije mientras llevaba uno de mis mechones tras mi oreja.

— Es una pena. Y bueno, amm... yo te iba a decir que si quieres, puedo pasarte los apuntes que te faltan, así te pones al corriente.

— ¿Hablas enserio? ah Julius eso sería increíble, te lo agradezco mucho.

— No te preocupes — dijo sonriéndome ampliamente mientras tomaba su mochila y sacaba de esta misma una libreta de color verde y me la entregaba — Otra cosa, ahh... si quieres puedo pasarte los apuntes que tengo registrados en mi teléfono, entonces amm... si quieres, te doy mi número o tú me das el tuyo, ¿qué opinas?

— Pues— estuve a punto de responder, hasta que agaché sutilmente la mirada, notando una vergonzosa vista que me hizo sentir una pena tremenda, por lo que rápidamente me senté en la mesa con la excusa de anotar mi número en una hoja de papel, con marcador rojo, mi letra no era la mejor, pero ¿qué letra de licenciado en medicina es envidiable? Acabé de redactar el número y se lo entregué a aquel chico de cabello castaño, casi rojizo, quien sonrió de lado mientras tomaba el número y lo guardaba en su bolsillo — Aquí tienes, envíame los apuntes que puedas, ¡y muchas gracias Julius, enserio, te debo una!

— No te preocupes por eso, Taylor — me dijo mientras me sonreía ampliamente, yo sonreí de forma algo forzada mientras tomaba mis cosas y me ponía de pié.

— Perdona, pero debo irme ya — dije antes de darme vuelta y caminar algo apurado rumbo a la salida del aula, escuché de Julius me estuvo diciendo unas cosas, pero la prisa que tenía era mucha, no quería seguir con dicho "problema" el resto del día, por lo que solo moví mis manos repitiéndo "sí, de acuerdo, no hay problema" hasta que logré salir del aula como alma que llevaba el diablo.