22 - 'Enigma'

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Entré a la lista de chats, notando que no era muy larga, pocos eran los contactos que tenían un emoji para identificarse, eso no me extrañó, dado que Robert ya era un hombre algo mayor para llenar la barra de mensajes con monos y diablitos morados, ni a mí me gustaba utilizar dichas calcomanías, me generaban algo de desagrado.

El mensaje recién llegado provenía de un chat identificado como "Alice" con un pingüino al lado, no quería abrirlo, ya que se vería que yo estuve registrando, pero por encima se lograba leer que decía "Aww, gracias Robbie", seguramente era por la foto de cierto vestido que vimos hace poco, así que no le tomé mucha importancia, fue otra cosa la que llamó mi atención.

Vi de reojo el chat identificado como "Yelena" junto con una copa de vino, y dado que no había mensajes recientes, me vi en la oportunidad de entrar a curiosear.

"Hola guapo, ¿cómo te fue con tu chico?" fue uno de los primeros mensajes que pude ver, seguido de una serie de emojis bastante sugestivos que hasta a mí me hicieron ruborizarme, algo me decía que Yelena era igual, o incluso peor que Raquel. "Es de mala educación molestar a alguien en su luna de miel, Yel" respondió Robert, leer aquello me hizo jadear y cubrir mi rostro apenado con una mano, me excitaba bastante que Robert dijera ese tipo de cosas, me abrumaban, me llenaban de pavor y algo de confusión, pero a mi cuerpo le fascinaba, totalmente.

Repentinamente mi corazón se detuvo cuando entre tantos mensajes, vi uno de Yelena, que decía "¿enserio quieres hacer eso? suena un poco exagerado" quise subir y ver a qué se refería ella, pero oír de repente la voz de Robert aproximarse, me hizo brincar en mi asiento, y tapar la pantalla del teléfono por inercia.

— Te traje pescado sin espinas, espero te guste — explicó mientras llegaba y dejaba dicho platillo frente a mí, yo sonreí algo nervioso mientras sutilmente oprimía el botón para salir del chat, rezaba porque Robert no se diera cuenta de lo que hacía, y si lo hacía, no se enojara conmigo por ser un metiche de primera.

— Bien y ¿cómo debería comerlo? — pregunté intentando distraerle un poco.

— Algunos lo hacen con las manos, pero ahí tienes los cubiertos — explicó calmadamente mientras tomaba su cubierto y pinchaba un trozo de calamar para metérselo a la boca, ello me desagradó bastante, sé que no tenía idea de a lo que sabía, pero tan solo imaginar la textura del tentáculo contra mi lengua, me daban unas ganas horribles de vomitar — ¿Quieres saber algo particular sobre los mariscos?

— ¿Que son afrodisíacos? — dije como si nada mientras me disponía a triturar un poco de pescado con mi cubierto, Robert me observó divertido, y bastante coqueto.

— Vaya doctor, has hecho tu tarea — murmuró con voz ronca mientras me miraba atentamente.

— ¿Que te digo? Me gusta presumir que sé de lo que hablo — afirmé con aquel egocentrismo típico de un practicante de las ciencias médicas. Me sonrojé notoriamente al enfocar de mejor forma mi plato, y ver algunas almejas y camarones ocultas bajo el pescado que me disponía a cortar — Creí que solo trajiste pescado sin espinas.

— Esos no tienen espinas — murmuró coquetamente mientras apoyaba su codo en la mesa y me miraba con detenimiento, no podía negar que me provocaba mucho ver cómo aún a la hora de comer, Robert demostraba lo mucho que me deseaba, me aterraba que lo nuestro se desarrollara como algo única y exclusivamente sexual, pero he de admitir, que yo contribuía mucho con ello.

— ¿Sabías que la mayoría de los afrodisíacos no son más que simples placebos, y que en realidad no está comprobado que ellos logren excitarte?

— Mh, alguien hace muy bien su tarea — dijo entre suaves y coquetas risas — Eso he oído, pero la verdad poco o nada me importa, es divertido jugar a que la comida aumentará tu deseo sexual, y de cierta forma, sea un placebo o no, siento que igual cumple su cometido, así sea solo tu mente haciendo todo el trabajo por ti — sonreí suavemente al oírle, era tan coqueto y elegante hasta para hablar de algo tan desvergonzado, me encantaba esa forma suya de hacer ver todo tan tranquilo, pero al mismo tiempo, tan sensual.

Amor Y Prejuicio /A.Y.A #1/ (+18)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora