— Debí imaginarlo — dijo él entre pesados suspiros, mirándome de arriba a abajo con decepción, odiaba esa mirada de decepción de su parte.
— Robert no es lo que tú crees, ¡Te lo juro!
— ¡¿Te atreves a jurarmelo?! ¡¡estás conmigo solo por mi dinero, eso me ha quedado claro ahora que vivimos juntos!!
— Robert por favor, te lo puedo explicar.
— Ahórrate tus explicaciones — dicho esto se dio vuelta y empezó a caminar lejos de mí — Empaca tus cosas y lárgate de mi casa, no quiero volver a verte.
Sentí un dolor horrible acentuarse en mi pecho, me dejé caer de rodillas al suelo abrazándome a mí mismo con fuerza, empecé a sentir mucho frío a mi alrededor, similar al frío que sentí cuando Robert me abandonó, lo miraba alejarse y desaparecer de golpe, y cómo de a poco mi pecho empezaba a latir de forma lenta, como si me estuviese muriendo.
Abrí de golpe mis ojos jadeando pesadamente, mi pecho latía con fuerza, y mis ojos se sentían cristalizados. Alcé un poco la mirada, notando que estaba envuelto en aquella manta rojiza en donde me hicieron el amor hasta la madrugada. Empecé a buscar con la mirada a Robert, sin encontrarlo por ningún lado, hasta que, la puerta del baño se abrió, y lo vi saliendo del mismo, tan elegante como siempre, con el cabello mojado y abrochándose una camisa blanca perfectamente planchada.
— Buenos días, cariño — me saludó sonriéndome calmadamente para ir hacía mí y darme un beso en la frente — Creí que dormirías hasta más tarde.
— Robert — susurré aún bastante abrumado por la imágen de mi sueño, él me miró un poco preocupado por mi obvia expresión de pesar y confusión.
— ¿Estás bien? ¿pasó algo? — preguntó tomándome de las mejillas, asentí tomando sus muñecas suavemente.
— Sí, solo... creo que tuve una pesadilla — admití mirándole apenado, él me tomó el cuello para volver a besarme suavemente la frente.
— Ya pasó, no te preocupes, solo fue un sueño.
— Lo sé, pero... se sintió tan real — murmuré mientras abrazaba el torso ajeno con fuerza, recordar ese frío y ese dolor en mi pecho, hacía que mi respiración se agitara horriblemente.
— Ty, amor, cálmate — dijo tomándome de los hombros para verme fijamente a los ojos de nuevo — Respira, aunque lo parecía, eso no fue real — tomó mi mano con ternura para besarla suavemente, haciéndome sonrojar ligeramente — Esto sí lo es.
Sonreí tímidamente para levantarme de la cama y besar con ternura los labios ajenos, amaba el calor que me brindaba el cuerpo de Robert, y volver a sentir al menos en sueños ese terrible frío que me dejó su abandono, me hacía atesorarlo muchísimo más.
— ¿Ya debes irte? — murmuré obsevándole con temor y pesadez.
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Amor Y Prejuicio /A.Y.A #1/ (+18)
RomanceEl amor no es siempre color de rosas como todo el mundo lo pinta, no es siempre un romance que tarda años en añejar hasta que se vuelve más puro que cualquier cosa que puedas imaginar; ese no fue mi caso, mi caso es cualquier cosa menos romántico o...