Amor Y Prejuicio /A.Y.A #1/ (+18)

27 - 'Artífice'

Hubo silencio por un largo rato, se notaba que Robert estaba incómodo, yo también lo estaba, maldigo tanto ese instinto de saber cuando las cosas se pondrían complicadas, y ese odioso sentimiento de pesar que me generaba notar esa indiferencia de parte del señor Dawson.

— ¿Cuánto falta para llegar con tu madre? — me preguntó mientras miraba el camino.

— Cruza al final de la calle — le indiqué.

— Esta parte de la ciudad no se ve nada amigable.

— No lo es — respondí algo frustrado, Robert finalmente me dedicó una suave sonrisa más calmada, yo le sonreí en respuesta, aunque decir que me había calmado del todo, era mentir.

— ¿Algo que deba saber antes de conocer a tu madre?

— No le des confianza, o va a terminar jugando contigo — advertí cruzándome de brazos, Robert empezó a reír como si lo que acaba de decirle era un chiste, ¿cuál era su problema?

— Anotado — dijo mientras estacionaba el auto y abría la puerta del mismo, tomó una bolsa de cosas que compró para bajar con esta misma en mano, cosas que yo no le pedí desde luego, él las compró porque no quería llegar a casa de mi madre con las manos vacías, era todo un caballero, y me preocupaba que Teddy quisiera aprovecharse de la caballerosidad del señor Dawson.

Bajé junto a él mientras arreglaba un poco mi cabello, llevaba puestos unos jeans y una camiseta larga de color durazno que Robert me compró, no quería que se notaran las marcas que el señor Dawson dejó en mi piel, o que se notara que estaba más bronceado de lo habitual.

— ¡Muñequita! — escuché rápidamente las voces de ciertos sujetos que vivían cerca de mi casa, solté un pesado suspiro mientras agachaba la mirada y apuraba mi paso, Robert me miró confuso para luego ver hacía el lugar donde estaban ellos.

— ¿Ellos quiénes son?

— Nadie, entremos rápido — dije tomando la manga de la camisa que él llevaba puesta para arrastrarlo al pórtico, camisa blanca y pantalones claros fue lo que Robert decidió usar para conocer a mi madre, lucía muy atractivo, demasiado, tanto que me preocupaba que Teddy tuviera intenciones de otro tipo con él, después de todo, no se llevaban tantos años de diferencia.

Toqué la puerta con algo de fuerza, rezaba porque mi padrastro no estuviera presente, pero Teddy siempre lograba sacarlo de casa cuando yo iba a verla, al menos en ese detalle, mi madre era muy delicada y atenta.

Rápidamente la puerta se abrió, me sorprendió ver que Teddy llevaba puesta una blusa elegante y un poco reveladora, unos pantalones azules, y su cabello estaba suelto y arreglado, verla de tal forma me hizo abrir mis ojos algo abrumado.

— ¡Taylor cariño! — dijo ella para acercarse hacía mí y abrazarme con fuerza, yo correspondí su abrazo mientras seguía sin entender lo que pasaba, miré de reojo a Robert, quien reía algo divertido y nos observaba con detalle — Qué bueno verte.

— Lo mismo digo Ted — dije sintiéndome aliviado por un momento cuando me soltó de su agarre.

— Y tú, debes ser Robert — dijo ella mientras miraba al señor Dawson de forma coqueta.

— Así es señorita, es un placer conocerla — aquellas palabras tan coquetas que dijo me hicieron ver a Robert de forma algo incrédula, mientras mi madre tomaba su mano y la estrechaba con algo de fuerza.

— Ay Robert, basta de tanta formalidad, estamos en confianza, solo dime Teddy, ¿de acuerdo? — dijo ella mientras sonreía pícaramente para Robert.