— ¿Quieres ir a comer algo luego de clases? — le pregunté mientras avanzábamos por el pasillo rumbo a nuestros salones de clases.
— Suena bien, y así de plano seguimos hablando sobre tu "problemita" — respondió ella sonriéndome — Te llamaré al salir de mi exámen.
— Suerte Mónica — le dije mientras la veía marcharse, suspiré mientras seguía mi camino a mi aula, había una perturbación muy rara ese día, la ausencia de cierto desastre natural que me aliviaba, pero al mismo tiempo, me preocupaba.
De repente, el ruido de mi celular me alertó, lo saqué de mi bolsillo, sonriendo embobado al ver el nombre del contacto, un número que yo agendé como "Mr. Dawson", rezaba porque nadie tomara de imprevisto mi celular, porque si lo hacían y veían dicho número agendado, cosas malas podrían avecinarse para mi persona.
— Veo que alguien no sabe cuánto son 24 horas — dije al contestar el celular y apartarme un poco de la gente para hablar con libertad.
— No aguanté la tentación — murmuró con esa voz tan ronca y sexy que casi me hacía babearme — Imagino que estás en clases.
— A punto de entrar, mi clase se retrasó un poco hoy — dije mientras seguía mi paso tranquilamente — ¿Estás en la reunión?
— Encerrado todavía — afirmó entre pesados suspiros — Me escapé un momento a mi oficina con la excusa de que iba a tomar aire, es que realmente necesitaba oír tu voz.
— Hipócrita — dije entre suaves risas, estar de esa forma con Robert me causaba un muy tierno cosquilleo en el estómago que me encantaba, cosa que obviamente, mi orgullo no iba a permitirme admitirle a él mismo, pero vaya que lo disfrutaba mucho, aún lo sigo disfrutando, pese a que ya muchas cosas han cambiado entre nosotros.
— ¿Qué acaso tú no me extrañas?
— Te ví apenas anoche, alejate una semana y ahí te digo si te extraño o no — dije en tono burlón, obviamente lo decía para hacerle enojar, con tan solo cuatro días, y la tarde del día anterior, me quedaba muy claro que la ausencia de Robert me afectaba en todos los sentidos posibles.
— Mh, entonces supongo que tendré que planear mi fin de semana con alguien más.
— ¿Fin de semana? — dije algo dudoso, mientras un gran rubor inundaba mis mejillas.
— Es que nunca puedo ir a la playa, y esta vez tuve un fin de semana libre, así que alquilé una casa en la playa por el fin de semana, y había pensado en invitarte.
— ¿Hablas enserio? — dije mientras mi piel se erizaba totalmente, y la muy clara imágen de Robert y mía cogiendo en la arena, hizo que cada fibra de mi cuerpo se estremeciera.
— Muy en serio — recalcó mientras oía cómo se levantaba de su asiento — ¿Qué opinas? ¿quieres venir conmigo?
— Y-Yo... — titubeé mientras frenaba mis pasos y entraba al baño para hablar con más libertad — Robert ¿cómo le justifico a mi padre mi ausencia?
— Nos iríamos esta noche, nos quedamos todo el sábado, y el domingo en la tarde regresamos. Vamos Taylor, mereces un descanso, dile a tu padre que irás a un viaje de la universidad o algo así.
— Ya le debo lo de haberme perdido la otra noche, si vuelvo a desaparecer podría correrme.
— ¿Osea que eso es un "no"? — retiré un momento el teléfono de mi oído para empezar a maldecir entre murmullos y gruñidos, realmente quería ir a la playa, mi piel parecía carne de pollo de lo pálido que estaba, pero los problemas con el viejo me dejaban en una situación complicada.
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Amor Y Prejuicio /A.Y.A #1/ (+18)
RomanceEl amor no es siempre color de rosas como todo el mundo lo pinta, no es siempre un romance que tarda años en añejar hasta que se vuelve más puro que cualquier cosa que puedas imaginar; ese no fue mi caso, mi caso es cualquier cosa menos romántico o...