Salí de la cocina con ambas manos metidas en los bolsillos y la cabeza agachada, mi madre y Robert parecían platicar animadamente mientras bebían jugo y comían botanas, yo seguía sumergido en mis pensamientos, específicamente en las palabras de Teddy, mi relación con Robert, y el dichoso viaje a Londres, una migraña empezaba a adueñarse de mí poco a poco.
— Hola — me saludó el señor Dawson cuando me vió llegar — ¿Está todo bien?
— Sí, no te preocupes, estoy bien — respondí sentándome junto a él — ¿Y de qué hablaban? — Hubo silencio entre ambos repentinamente, pero lo más repentino fue sentir cómo Robert tomaba mis mejillas y me daba un hambriento beso frente a mi madre, beso que me dejó totalmente abrumado, sin saber de qué forma responder.
— ¿Q-Qué haces? — dije al apartarme de él.
— Tu madre y yo ya hablamos, le dije que hemos estado saliendo, y le dejé muy claro que mis intenciones contigo son sinceras, y no tiene porqué preocuparse.
— ¿E-Enserio? — dudé mirando de reojo a Teddy, quien me sonrió calmadamente.
— Es un encanto, hijo — mencionó ella — Me encanta que mi hijo haya logrado conocer a un hombre como tú, Robert.
— El afortunado soy yo, Teddy, tu hijo es todo un encanto — dijo él mientras volteaba a verme con ternura, yo me quedé helado al notar la forma en que me miraba, era muy dulce, pero me costaba creer que se atreviera a tanto, aunque claro, lo hizo porque yo indirectamente le dije que estaba bien, así que no tenía nada de qué quejarme.
— Denme un momento, iré a buscar algo — dijo Teddy para levantarse de su asiento e ir rumbo a la cocina. Aprovechando que se fue, voltee a ver a Robert algo confuso e incrédulo.
— ¿Me perdí de algo?
— Creí que querías ser honesto con tu madre.
— Ser honesto, no ser su amigo tan de repente — una leve risa incrédula salió de los labios de Robert al oírme.
— ¿Sabes? es muy difícil entenderte — murmuró para tomar mi barbilla y acariciar mis labios suavemente, agaché algo apenado la mirada, mientras daba un leve suspiro.
— Y tú eres muy impredecible — admití alzando la mirada para verlo fijamente a los ojos, él se me acercó para darme un cálido beso, yo correspondí aferrándome a sus brazos con fuerza.
— Solo quiero tener de mi lado a tu madre — me dijo entre besos.
— No le des confianza de más, sé porqué te lo digo — respondí mientras empezaba a hacer ese beso más voraz y sensual, admito que se me estaba empezando a contagiar la lujuria insaciable de Robert, aunque oír la puerta de la cocina abrirse me hizo apartarme de aquel beso y limpiar algo de saliva de mi labio inferior.
— El otro día limpiando encontré estas fotos viejas — dijo Teddy mientras llegaba con un álbum de fotos y algunas fotografías sueltas, maldije para mis adentros mientras miraba algo frustrado cómo hacía entrega de estas mismas a Robert.
— ¿Este es Taylor? — preguntó él mientras veía una foto mía de cuando tenía siete años, sentado en el pórtico de la casa con mi típica expresión de mal nacido.
— Así es, desde pequeño siempre ha sido mal encarado — dijo Teddy.
— Jajaj, era toda una ternura — dijo Robert mientras observaba aquel collage de vergüenzas que Teddy puso frente a él, yo trataba de tomar aire y de no arrojar lejos ese álbum, y realmente tuve mucho autocontrol como para no decir algún insulto hacía mi madre por mostrarle al hombre que me gustaba mis facetas más desagradables — ¿Porqué lloraba en esta foto? — preguntó mientras señalaba una foto donde yo estaba escondido detrás de una lavadora, el recuerdo de esa noche vino rápidamente a mi mente, al mismo tiempo que un amargo sentimiento en mi pecho.
ESTÁS LEYENDO
Amor Y Prejuicio /A.Y.A #1/ (+18)
RomanceEl amor no es siempre color de rosas como todo el mundo lo pinta, no es siempre un romance que tarda años en añejar hasta que se vuelve más puro que cualquier cosa que puedas imaginar; ese no fue mi caso, mi caso es cualquier cosa menos romántico o...