Fui a la dirección que Mónica me dió, me sorprendió que en tan poco tiempo se familiarizara con la ciudad casi por completo, yo crecí allí y aún no sabía dar indicaciones de dónde estaba parado, ¿humillante? bastante, en realidad, pero más humillante fue lo sucedido esa noche, ya verán porqué.
— ¡Ty! — escuché de repente cómo alguien me llamaba, volteé y la vi llegando, lleva apuestos unos jeans y una camiseta de gatitos, al fin usaba ropa de algo que no fuera un unicornio.
— Mónica — le saludé mientras la veía acercarse, besé su mejilla cuando estuvo lo suficientemente cerca — Es bueno verte, hoy no te vi en la universidad, ¿saliste temprano?— Jaj, al contrario, salí casi en la noche — bufó frustrada sujetando mi brazo y jalándome hacía aquel bar al que nos dirigíamos, rezaba porque Robert no estuviera allí, pero no vi su auto negro afuera, así que entré aliviado y sin temor de verlo, no me gustaba actuar a sus espaldas, pero enserio quería ver a Mónica y contarle de mi "aventura en la playa".
Entramos juntos a dicho bar, no había mucha gente gracias a que era lunes. Fuimos a la barra y nos sentamos, Mónica pidió vodka, esa bebida y yo teníamos una cuenta pendiente desde la última vez que la bebí y manché el pantalón de alguien, pero estaba confiado en que Mónica no me dejaría cometer otra locura, o eso quería creer.
— Cuéntame Ty, ¿qué tal te fue con Robert en la playa? — preguntó ella mientras daba un sorbo a su trago, tomé aire mientras una sonrisa coqueta se dibujaba en mi rostro — Mm, a juzgar por esa sonrisa creo que te fue bien.
— Mentiría si digo que no lo fue, ¡fue increíble! — admití entre suaves risas.
— ¿Y él se enojó mucho por el beso con Julius?
— No me dirigía la mirada — dije dando un sorbo a mi trago — Lo admito, creí que todo había acabado en ese momento, él me odiaba, y yo me moría porque me hiciera suyo — Mónica hizo un gesto algo asombrado cuando dije eso — Perdóname si sueno algo tosco con esto, es que... estoy volviéndome igual de desvergonzado que Robert para hablar de sexo.
— Está bien, está bien, no somos niños, puedes hablar con libertad — dijo ella tranquilamente, yo suspiré para seguir hablando.
— Bueno, cuando llegamos Robert se fue a otra habitación, pero en la madrugada me fui a su cuarto, me quité la ropa, estaba desesperado, quería que me perdonara.
— Imagino que te perdonó muy bien — comentó entre risas a las que correspondí, mientras un gran sonrojo se dibujaba en mi rostro.
— No quiero sonar muy grosero y andar diciendo datos muy "privados", pero vaya que sí... — dije entre sutiles suspiros — Pasamos el fin de semana entero haciendo el amor, pero eso no fue lo mejor, lo mejor fue el simple hecho de estar con Robert, él es tan... tan maravilloso.— Ay Ty — murmuró ella mientras sonreía con ternura — Suenas tan enamorado.
— ... Lo estoy, Mónica, lo admito, Robert me tiene completamente enloquecido — admití sonriendo sutilmente, mientras mis mejillas ardían como nunca, qué bello es estar enamorado de tal forma — Él siempre se esfuerza por hacerme feliz, lucha porque me sienta cómodo, cosa que ya de por sí me hace adorarlo, pero... es que, no puedo solo decir una cosa, ¡todo en él es maravilloso! Me encanta tener un novio como él.
— ¡¿Novio?! — preguntó ella sin disimular su entusiasmo, asentí sonriendo como nunca — ¡¡Taylor qué alegría!! — dijo para abrazarme con fuerza — Estoy tan feliz de que al fin hayan logrado definir lo suyo.
— Pues sí... ya lo definimos — admití abrazándola con fuerza — Aunque... hay algo todavía.
— Ay no — mencionó ella apartándose del abrazo y viéndome preocupada — ¿Qué sucede? ¿hay algo que te preocupa?
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Amor Y Prejuicio /A.Y.A #1/ (+18)
RomanceEl amor no es siempre color de rosas como todo el mundo lo pinta, no es siempre un romance que tarda años en añejar hasta que se vuelve más puro que cualquier cosa que puedas imaginar; ese no fue mi caso, mi caso es cualquier cosa menos romántico o...