Cap4.

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Encuentro

Aún no podía creer que mi madre había vendido la casa a una pareja de ancianos.
Me sentía horrible, estaba enfadada con ella y al mismo tiempo solo podía llorar por los recuerdos que quedaban atrás.
Ese mismo día salimos directo a casa de mi tía Luna y al anochecer decidimos parar en un hotel, para en la mañana continuar con nuestro camino, en todo momento me sentía incómoda, con una sensación un poco desagradable, como si alguien me estuviera siguiendo. Pero supuse sería mi imaginación, haciéndome una mala jugada por todo este estrés.

--Buenas noches señorita, queríamos una habitación doble-- le dijo mi madre a la chica rubia que se encontraba en recepción.

--Enseguida-- tomó unas llaves y dió un papel a mi madre para que lo firmara y enseguida pudimos irnos a la habitación

--Cariño, espera

--¿Qué?

--Ve adelantándote, tengo que llamar a tu tía para decirle que mañana llegaremos antes del mediodía

Sólo asentí, por lo que ella me entregó las llaves, me dijo el número y piso donde se encontraba la habitación y se marchó fuera en busca de un teléfono del que llamar.

Fui al ascensor, entre dentro y presione el piso número 7, que era donde nos hospedaríamos.

Llegué al fin al piso, pero al abrir las puertas el pasillo se encontraba a oscuras.
Me fijé bien para saber si era el lugar correcto y al comprobar que sí, pensé qué tal vez las luces no funcionaban, así que intenté encender la linterna de mi celular, pero se había quedado sin batería, no tuve otra alternativa que seguir en la completa oscuridad.

--Hola!!, disculpe!! ¿Hay alguien?-- avanzaba buscando la puerta, pero apenas se podían ver los números de las habitaciones.

--Joder!!, esto solo me puede pasar a mí

--Carrie

Un susurro de mi nombre se oyó en todo el silencio del pasillo, sabía que no era mi madre.

--¿Quién eres?-- preguntaba una y otra vez mientras avanzaba, pero un ruido de pasos apresurados me hizo detenerme en seco al sentir como cada vez más se acercaban a mí.

--Quédate quieto!!!, No te atrevas a tocarme

--Carrie!!-- otra vez el susurro, pero esta vez acompañado de una risa burlona.

--Carrie!!. ¿Acaso tienes miedo de lo que pueda hacerte?

--Ya basta, déjame en paz, no entiendo que mierdas te hice-- sabía que era el mismo chico de todos estos días y lo confirme cuando pude ver su sombra por el reflejo de la luna, que entraba por una de las ventanas que se encontraba a lo largo del pasillo.

--¿Qué quieres de mí?

--Mi dulce Carrie, quiero que empieces a huir, que sientas miedo, porque voy por ti-- terminando de hablar, comenzó a correr hacía mí, por lo que solo corrí en dirección al ascensor queriendo que porfavor estuviera vacío, y todo esto terminara cuánto antes, parecía estar en una pesadilla, en la que por más que corrías, sabías que tus pies no avanzaban.

--No huyas!!-- sus pasos cada vez más cerca

--Déjame!!!-- llegue hasta el ascensor y para buena suerte estaba subiendo, al parecer alguien venía justo para acá, pero ya lo tenía a él muy cerca, tanto que al voltear lo tenía justo frente a mí con una sonrisa macabra en su rostro.

--Mi dulce Carrie, al fin tan cerca, puedo oler tu miedo

--No te tengo miedo, creí habertelo dicho antes.

--¿Estás segura que no sientes miedo?

Niego para después solo escuchar como ríe de manera sarcástica.

--¿Y entonces porqué tiemblas, y tú respiración está agitada?.

No me había dado cuenta de todo eso, hasta que me lo dijo.

De pronto alzó su mano hasta llegar a mi mejilla la cual acarició, no podía moverme, mi cuerpo no reaccionaba, no sabía que planeaba él.
Su mano siguió hasta llegar a mi nuca para acercarme más a él al punto de que nuestras respiraciones chocasen.

--¿Qué haces?

Mis ojos se cerraron por el miedo de tenerlo tan cerca, el pasillo quedó en completo silencio, exceptuando por nuestras respiraciones y el sonido del elevador que avisaba que alguien había llegado a su destino.



Espero os este gustando.

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