Cap27.

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Propuesta

¿Qué decía? ¿Han siente algo por mí? ¿De qué mierdas habla?

--Han yo...--me bajo de encima de él, tomando algo de distancia y lo miro fijamente, quiero creer que esta es una puta broma.

--No necesito que me digas nada, Carrie, tranquila. --a pesar de todo, su rostro y mirada se encuentran serenos, parece aliviado de alguna forma --Anda, vamos a que veas tú habitación.

Asiento y lo sigo por todo el pasillo hasta llegar a una puerta en color blanco con un cerrojo dorado.

--Aquí es, tus cosas ya están adentro, Frederick las puso ahí por ti, mi habitación es la de al final del pasillo, por si me quieres visitar en algún momento. --se acerca a mí, justo a la altura de mi oído para susurrar. --Siempre serás bienvenida en mi habitación, dulcecillo.

Ha vuelto a ser el mismo engreído que cree que puede tener a todas en su cama, bueno en realidad sí, ¿quién se le resistiría?. ¿Yo?.

Le sonrió con suficiencia y me acerco a él dejando mis labios muy cerca de los suyos.

--Ni en tus mejores sueños, querido Han. --le doy la espalda abriendo la puerta y encerrándome en la que será mi nueva habitación, por un tiempo que ni siquiera yo sé cuánto será.

HAN


No he aguantado más, mis palabras han salido de mi boca, sin poder evitarlo, espero haberla dejado confundida y pensativa, así tendría que estar.

Carrie es un arma de doble filo, debo aprender cómo acercarme a ella para ganar su confianza totalmente.

Recuerdo la primera vez que la vi, mi hermano me la enseño en una foto que había tomado días antes, su cabello blanco ondulado caía sobre sus hombros, sus ojos azules se veían pensativos y perdidos en algún lugar, sus labios carnosos se veían apetitosos al tacto, todo ella era y es perfecta, sé que aunque parece débil y como un ángel, dentro de ella hay una mujer demasiado fuerte que lucha por salir a la luz y en cuanto lo haga, el mundo entero estará a sus pies.


CARRIE


Después de ubicar todas mis cosas, bajé a cenar, pero Han no se encontraba, Frederick y Venecia me dicen que tuvo que salir urgente por lo que ceno sola y después me marcho a dormir.


....


Despierto por un molesto rayo de sol que se filtra desde la ventana directo a mi cara, no sé ni siquiera que hora es, pero no creo que sea muy temprano.

La puerta de la habitación se abre y Han entra por ella, vaya ni siquiera ha tocado, ¿esto será así?

--Deberías tocar, ¿sabes? --digo mientras me siento, recostando mi espalda en la cabecera de la cama.

--Es mi casa, puedo entrar a donde sea sin tocar.

--Ya, pero esta es mi habitación, y no puedes entrar así como así.

Veo como rueda los ojos, para después abrir su boca y soltar sus siguientes palabras.

--Bien, como veo tu buen humor mañanero, te llevaré....

--Mi humor está así por causas de un ser engreído que se cree que puede hacer lo que le plazca.

--¿Ya has terminado?

Asiento.

--Bien, me alegro, vístete, te espero abajo con el desayuno, después saldremos un rato.

--¿A dónde?

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