Cap8.

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Visita esperada.

¿Qué hace aquí? ¿Por qué otra vez?

Decido acercarme a él, con paso decido y mirada firme, para que sepa que no le tengo miedo.

--¿Qué coño haces aquí?

--Ehh fiera, tranquila, solo estoy aquí para advertirte.

--¿Advertirme de qué?

Levanta su cabeza, y puedo notar como su rostro está lleno de moretones y su labio partido, de pronto sin entender el porque, mi mano va directamente hacía allí y acaricia suavemente.

--¿Qué te pasó?-- mi pregunta sale en un susurro, me regaño a mí misma, por estar así con el asesino de mi tía, así que aparto la mano rápidamente, como si su tacto quemara.

--No soy quién crees que soy...--suspira-- hay alguien cerca a ti, que te hará daño.

--¿De qué hablas?

Iba a hablar, cuando es interrumpido por una voz que lo hace ponerse tenso, su cuerpo se endurece al igual que su mandíbula, y esa voz que provoca tal reacción es la de él, el chico que me gusta, pero ¿por qué?, ¿acaso se conocen?

--¿Pasa algo?-- pregunta un Axel con voz seria y fría.

--Amm no, solo es un....--miro al chico que se encuentra justo delante delante de mí, sin saber que contestar al respecto.

--Un conocido, y buen amigo. -- mi mirada se dirige a la del chico sin nombre, ¿acaso dijo buen amigo?.

Axel me toma fuertemente de la mano tratando de alejarme de...(Bien, nota para después, preguntar su nombre. Aunque no debería interesarme, pero no lo puedo evitar, su mirada esconde algo más oscuro, que me atrae más que otra cosa del mundo)

El chico misterioso ríe de forma un poco burlona y me mira fijamente, aunque sus palabras se dirigen en especial a Axel.

--No tengas miedo, no te quitaré a alguien que en el fondo ya me pertenece. -- Y se va!!!, otra vez como si nada, creyéndose otra vez mi puto dueño. Ya comienzo a odiarle por sus apariciones, que me dejan más perdida que antes.

--¿De dónde conoces a ese chico?-- pregunta Axel de una forma bastante curiosa, diría yo.

--Ammm un conocido, ya te lo dijo él, ¿porqué?-- lo miro fijamente y en su mirada por primera vez puedo notar cierto nerviosismo, siempre demuestra seguridad en ella, pero hoy es diferente --¿Tú lo conoces?

--No, no, para nada. -- y también se marcha, no entiendo nada de lo que pasa a mi alrededor.

De un momento las palabras de ese hombre misterioso se repiten en mi cabeza.

'No soy quién crees que soy, hay alguien cerca de ti que te hará daño'

¿A quién se refiere?.  Y ¿porqué rayos siento que tal vez tiene razón, y no es quién yo creo? Quizás él, no sea el asesino de mi tía.

                              ....

Esa tarde me tocaba doblar turno en la cafetería, mi compañera le hizo falta, pero no me molestaba, ya que así no podía decirme que no, cuando yo se lo pidiese.

No habían tantos clientes hasta este momento, la noche estaba muy tranquila en realidad, aunque aún me faltaba 1 hora para irme a casa. Fuera ya estaba oscuro, y aunque sentía un poco de miedo de irme sola, sabía que podía llamar a Carlos para venir a por mí, y eso hice.

La campana de la cafetería suena ,lo que significa que han entrado nuevos clientes y al voltearme contemplo que en realidad no, el local está totalmente vacío, los chicos que habían hace un momento en esas mesas del fondo han desaparecido, lo bueno es que ya pagaron, supuse que habían decidido irse, así que mientras todo estaba así, decidí ir recogiendo un poco.

--Buenas noches, Carrie-- dice una voz inconfundible en susurro nuevamente.

--Vaya por dios, aquí estás de nuevo.

--Vaya, al parecer ya no te sorprenden mis apariciones. -- su tono esta vez se oye sereno, mientras  sale de la oscuridad de un rincón de la cafetería como la mayoría de las veces, al parecer si que le gusta la oscuridad.

--Pues no, digamos que me estoy adaptando a tus apariciones mágicas.-- mi tono lleno ironía sale inevitablemente, mientras mi mirada se centra fijamente en él.

--Oh bueno, entonces tendré que mejorar lo de aparecer por arte de magia, ¿no?--  se acerca poco a poco, hasta quedar más cerca de mí, pero no lo suficiente.

--Bueno, supongo que si tu idea es asustarme, pues sí, sí que deberías mejorar.

--Aunque si recuerdo bien, hubo una vez que sí que te asustaste, ¿o no?-- dice y se acerca ahora sí completamente a mí, lo que ocasiona que mi respiración se detenga por unos segundos.

--No sé de qué momento hablas.

--Bueno, no hay problema, yo te lo recuerdo. -- muestra su ya brillante y escandalosa sonrisa maliciosamente-- El día del pasillo en el hotel, creo que te asustaste, porque algo me decía que no corrías  para divertirte, ¿verdad?.

Su mano se alza, hasta rozar suavemente con su dedo pulgar mi labio inferior.

--¿Ya no hablas?-- sonríe y ahora su respiración se mezcla con la mía, gracias a su cercanía. Que misteriosamente no causa nada en mí, más que un raro movimiento en todo mi cuerpo, y calor en toda la piel.

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Blood🫀🩸 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora