18: En caida libre.

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El primer número  que jiang Chen  tenía era el número  de lan zhan  quien en los últimos  días  siempre procuró llamarlo.

-- Bien chico estúpido  ya esta tu mensaje  de despedida.  Yo reportare que  te robaste este auto de el estacionamiento de el centro comercial. 

-- Meng Yao hacer esto por dinero  es estúpido, -- dijo Xichen.  -- nada vale más que una vida humana. 

-- ¿crees que  el centro comercial  vale 2 vidas humanas?-- pregunto  Jiang Chen. 

-- claro  que  lo vale. -- Meng Yao  respondió sin ningún  problema. 

-- no creo que  Xichen  este de acuerdo. 

-- el más que  ninguno estaría de acuerdo  conmigo, nunca le importamos,  siempre  decía más te vale estar muerto,  porque  esa seria la única excusa que  aceptaré.

-- ¿esa es la razón porla que rompiste sus frenos?

-- ese no es tu problema.

Al parecer  la anestesia  que  le impedía moverse aún no pasaba de el todo, ya que  parecía un muñeco que  solo movía la cabeza  y el resto de su cuerpo  no lo hacía.

-- no jiang Chen  ¡no porfavor! -- Xichen  grito de manera desesperada. 

-- estoy bien  Xichen,  solo espero que  nuestras muertes sean vengadas por  mis padres.

-- no waying  no pudes morir,  tu vida es muy buena  tienes una familia y un buen futuro,  ¿que hay de vivir de el gobierno? --Xichen se encontraba trabajando en su momento  más desesperado. 

-- Xichen,  no me arrepiento  de ir a buscar pelea a ese enano.

El auto comenzó  a moverse hacia la ladera,  Meng Yao y xue yang  empujaban el auto lentamente.

-- ¡no! -- grito Xichen  con desesperación  cuando  el auto comenzó a caer.

En ese momento  xichen  se puso frente  a jiang  Chen  para protegerlo de la caída. Sus cuerpos  se pudieron  tocar y jiang Chen  pudo mover sus manos  para  ocultarse en los brazos  de Xichen. 

-- te seguiré a donde vayas.  -- dijo Jiang Chen  completamente  resignado  a morir en la caída. 

-- lo siento,  lo siento,  lo siento... -- era lo único  que  decía mientras  ambos  caían por  el despeñadero. 

Un fuerte  estruendo  se escuchó cuando  el auto se impacto en las rocas.  Después  solo la luz cegadora estaba frente  a xichen. 

-- fuiste capaz de sacrificarte por alguien  en tu vida.  -- la dulce voz de su madre se escuchó y después  poco a poco todo fue más claro. 

-- ¿porque? Madre esto no debía pasar,  el, el no tenía la culpa. 

-- no, no la tenia  pero  era necesario  para  ver si eras buena persona. 

-- dime qué  estará bien,  porfavor-- xichen  se deshacia  en llanto mientras  suplicaba a su madre.

-- dime xichen  ¿que estas dispuesto  a ofrecer?

-- yo, ya no tengo  nada, ni siquiera  una vida, ¿ que podría ofrecer.?  -- Xichen  intentaba  negociar.

Después  de todo los negocios  eran su vida,  y algo debía existir  para que  la que ahora se presentaba como su madre mencionara esto.

-- ¿si te dijera  que  el estará bien pero  no te recordara?

-- si, eso estaría  bien.

-- Xichen  ese chico  es la única  persona  fuera de tu familia  que tiene  un buen pensamiento  de ti. -- su madre intento explicar.  -- si el no te recuerda no habrá forma  de que  pases a la siguiente  vida.

El fantasma de la encrucijada Donde viven las historias. Descúbrelo ahora