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\\ Eight. //

Pov Sasha ( Recuerdo [10 años]. )

-¡ERES UNA MALDITA ZORRA, MARGARETH!, ¡ME FUISTE MALDITAMENTE INFIEL CON EL PUTO DE WILLIAM!, ¿¡NO TE BASTO CON SOLO TENER A ELIZABETH PARA ARRUINARME LA MALDITA VIDA!?- Trataba de tapar mis oídos pero no podía, seguía escuchando los gritos desde mi habitación.

-¿¡Y A TI NO TE BASTO CON SER ME INFIEL CON ESAS MUJERES!?, ¡POR DIOS, DESDE ANTES CUANDO TE ENAMORASTE DE MI Y YO DE TI NUESTRAS VIDAS SE ARRUINARON!, ¡Y PARA TU INFORMACIÓN ESTE HIJO QUE VOY A TENER NO ES SIQUIERA TUYO ARTHUR...!- ¿Qué...?, Salí de mi habitación iba a bajar las escaleras con cuidado pero escuche un golpe, como una cachetada.

-Eres una zorra... ¿Sabes qué?, Me voy a ir de la casa... No me importa que tengamos una hija que cuidar, tú te vas a hacer cargo de ella junto con William... Vendré de vez en cuando pero no creas que me va importar una mierda Elizabeth, solo vendré de vez en cuando para solamente ver cómo se encuentran y me voy, mañana recogeré mis cosas.

Me quedé en la escaleras, no termine de bajarlas ni siquiera baje un escalón cuando escuché que la puerta fue abierta y después fue cerrada de un azotón.

La casa se quedó en silencio.

-Sasha Elizabeth Waybrigth, baja en este justo instante- Trague en seco y baje casi corriendo las escaleras, me puse en frente de ella.

-¿Si, ma-

Una cachetada, recibí una cachetada, la mire de inmediato, mis ojos estaban lagrimosos, en mi garganta se hacía un nudo, quería llorar.

-Dime Margareth, tu no eres mi hija, solo lo serás cuando tengamos que fingir una mentira que es que somos "perfectos", estarás a mi cargo ahora, tu padre es un imbécil bueno para nada, si te quieres algún día ir por mi no hay problema por qué tú eres una maldita carga para mí y eres una inútil, Elizabeth.

Mi corazón se oprimía, senti una punzada muy profunda en el corazón, odio eso, suspiré

-De acuerdo, Margareth...

Entre a la sala de terapia dónde me estaba esperando la psicóloga, me senté en la silla y la saludé.

-Buenas tardes señorita Jade- Ella sonrió y después puso sus manos en el escritorio.