Días después, Hannah invitó a Harry a almorzar en su casa, cosa poco usual porque por lo general no pasaban tiempo allí, a menos que hubiera alguna celebración o cena en familia, a las cuales le invitaban cada vez más seguido.
Ese día, cuando se sentaron en el jardín a tomar té y conversar un rato, Harry se atrevió por fin a preguntarle algo que le mataba de curiosidad.
"Nina", Hannah le miró con sus ojos brillantes color verde mar y la cabeza ligeramente inclinada a la derecha. Su tono le había hecho saber que quería conversar de algo que tal vez no era usual en sus charlas y su expresión era expectante.
"¿Si, Harry?", preguntó Hannah con algo de curiosidad. Él se aclaró la garganta y pensó un poco antes de hablar.
"Sé que tal vez está mal que te lo pregunte, y por supuesto, no tienes que contarme nada si te parece que no es lo correcto, pero... yo me preguntaba... ¿Cómo es que Prince renunció a su legado y a su familia, incluso a su apellido, y se volvió una persona tan diferente a la que solía ser antes de la guerra?", cuando observó a Hannah fruncir el ceño, Harry se apresuró a aclarar, "Por favor, no lo estoy preguntando con malas intenciones o juzgándolo, al contrario, Nina. Si no te has dado cuenta, estoy admirado de la persona que es él hoy en día, me siento contento de haberle encontrado aquí en París, y en cierta forma, haber limado un poco las asperezas y esa absurda rivalidad de nuestro pasado... pero no puedo evitar querer saber más sobre él y cómo es que llegó a ser la persona que es ahora".
La respuesta pareció tranquilizar a Hannah. Esta lucía pensativa, como planeando qué tanto decirle o cómo contestarle.
Como Hannah parecía aún dudosa, Harry le contó lo mucho que le conmovía la mirada afectuosa de Prince hacia Hannah, el cariño con el que notaba que cocinaba a veces para todos, cómo le sorprendía el saber que se había dedicado a ser Fisioterapeuta de niños Muggles, en especial de los que no podían caminar por lesiones que serían prácticamente permanentes y que además, era excelente en su trabajo (y que prácticamente trabajaba de gratis para instituciones benéficas y su ganancia era muy limitada), la forma en que hacía chistes un poco irónicos sobre él pero que jamás había vuelto a ser hiriente ni ofensivo hacia su persona o sus amigos de Londres, cómo cuidaba del pequeño jardín de la casa personalmente, en especial de las rosas blancas que eran sus favoritas, que hacía tarta de melaza si Harry iba a cenar aunque siempre fingía que era casualidad, que tenía pequeñas cicatrices que Harry no recordaba haberle visto durante el Colegio pero que no le hacían menos agraciado sino simplemente más humano de alguna forma, ya que Prince era terriblemente hermoso y eso era algo que Harry siempre había notado aunque en el colegio siempre fingió que no era así.
Hannah había reído frente a su discurso y curiosidad y le había dicho que sentía celos, en primer lugar, por lo mucho que había observado a Draco, y en segundo, porque sospechaba que él y Draco en cierta forma podrían haber tenido una relación intensa si alguna vez hubieran dejado de pelear y hubieran entendido que gustaban uno del otro.
Harry se quedó pasmado y le dijo que era una tonta y que olvidara que preguntó sobre Draco mientras ella reía y le besaba diciéndole que no mentía y que le gustara o no, era algo que ella creía sin ninguna duda y que simplemente estaba siendo sincera, que siempre tendría en su mente que ellos eran muy parecidos entre sí. Harry la miró con el ceño fruncido pero no discutió. Sabía que ella tenía razón y no tenía caso discutir.
Luego de este intercambio, Hannah comenzó su historia con una sonrisa afectuosa:
"Draco volvió a su casa luego de los juicios con la esperanza de retomar su vida de adulto con tranquilidad. Sus sueños se hicieron pedazos muy pronto. Su primera pelea con sus padres, lamentablemente fue por mí. Ellos se negaron a recibirme en la mansión cuando mi abuela me desheredó y me dejó en la calle", Harry la miró sorprendido pero no la interrumpió.
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Perdido y Encontrado en París
FanfictionHarry Potter no quiere hacer de su vida lo que todos esperan de él: un héroe, un Auror, una estrella del Quidditch, una figura pública. Él solo desea encontrar su lugar en el mundo y dedicarse a algo que ame y le apasione, pero en su lugar, se sient...