Love on Track | Lando Norris

Capítulo 27

✵ꕥ Cassandra Mueller –

Condujo en silencio por el resto del camino, ni si quiera se había molestado en poner música, y yo tampoco lo había hecho.

Era el primer momento, desde que me subí a ese avión en Oxford, en que me sentía en tanta paz.

Incluso con Owen, mientras me abrazaba antes de dormir, no había sido capaz de estar tan tranquila.

No sabía porque, pero estar con él en un auto, me causaba tanta tranquilidad, pero la aproveché para poder procesar todo lo que había sucedido.

Es como si hubiera estado funcionando en piloto automático desde hace días, no había tenido una reacción real al tener a Vienna cerca, o a Isaac.

También había estado tratando de ignorar el comentario de Isaac.

"Solo me preocupo. Estás igual de evasiva que cuándo..."

No quería pensar en eso, no quería darle más importancia de la que tenía. Y no tenía importancia, porque no era cierto.

Estaba bien.

Estaba de maravilla.

En cuanto llegamos a la playa, me di cuenta que estaba más alejada de lo que creí, con poca gente ocupándola. La verdad lo agradecí, haber venido a un lugar lleno de gente no hubiera sido mi plan favorito el día de hoy.

El piloto se bajó del auto entusiasmado, aunque cuando vió que me faltaba emoción, puso los ojos en blanco y se acercó.

— Olvida lo que sea que estuviera sucediendo, ¡Estamos en la playa!

Sonreí enternecida. — No me gusta la playa.

Su mirada de indignación me hizo reír. — A todo el mundo le gusta la playa Cassandra.

— Ya, pues a mí no. — Me encogí de hombros mientras me cruzaba de brazos.

— Da igual, vamos al mar. — Dijo mientras se giraba.

— No tengo traje de baño.

Suspiró, cansado. — Ni yo, ¿Qué más da? — Tomó mi mano par poder jalarme hacia él. — Vamos.

Esta vez quien puso los ojos en blanco fui yo. Había sonreído y reído más veces conversando con él durante cinco minutos que en lo que llevaba del día con los demás.

Así que quizás el mar no fuera tan mala idea.

Fingí suspirar, harta. Para luego quitarme los zapatos y seguirlo, corriendo hasta entrar en la arena, que calentaba las plantas de mis pies de forma suave.

Me reí cuando el trató de quitarse los zapatos sin dejar de avanzar, saltando en un pie y luego en el otro.

Al llegar a la orilla, no dudó un segundo en quitarse la camiseta, y empezar a desbrochar sus pantalones.

Disimuladamente me permití mirarlo, tan solo por un segundo. Se veía tan bien, con una sonrisa en el rostro y un brillo en sus ojos, mientras se quitaba los pantalones y sus rizos caían por su frente. Su torso con algo de abdominales estaba pidiendo a gritos que lo tocara.

Me giré tan rápido como pude y me quité el vestido que llevaba puesto. Quedando en sujetador y bragas, ambos blancos y de encaje simple.

En cuánto me giré de nuevo, lo encontré mirando, por lo que no pude evitar sonreír. — ¿Quieres una foto? Dura más.

Ví como se sonrojó levemente y tragaba saliva. — En tus sueños, Mueller.

Me reí y miré hacia el mar frente a nosotros. — A ver si eres más rápido en tierra firme que en las escaleras, Norris. — Le dije y eché a correr hacia las olas, que me recibieron causándome un escalofrío.