Capítulo 69

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✵ꕥ Cassandra Mueller –

A la mañana siguiente, Lando me convence de salir a dar un paseo; yo había planeado quedarme en mi habitación todo el fin de semana, ignorando el mundo exterior, pues no quería ir a la universidad o salir en este momento. Pero él me convenció, saber que él estaría a mi lado hacía todo un poco más fácil.

Mientras preparaba el desayuno y yo estaba sentada en el sillón, Vienna entró a casa; su pelo estaba desordenado y su maquillaje algo corrido, pero no parecía ebria, solo cansada. La miré confundida, no entendía que estaba pasando en su vida y ella se negaba a hablarme.

— ¿Tuviste una buena noche, Vee? — Pregunté en cambio, tratando de conseguir algo de información.

Asintió. — Lo normal. — Bostezó mientras caminaba hacia su habitación. — Estoy muy cansada, iré a dormir un poco, antes de tener que ir a la tienda de música. — Le dio un asentimiento a Lando, que no había hablado desde ella entró, y se dirigió a su habitación, cerrando la puerta detrás de ella.

— ¿Ella está bien? — Preguntó mirándome.

Suspiré. — No lo sé, desde que volví de Mónaco se pasa menos tiempo aquí, no llega a dormir varias veces a la semana y casi ya no habla conmigo. — Desvié mi mirada. — No sé que está sucediendo y ella no parece dispuesta a contarme.

Lando frunció el ceño. — ¿Desde Año Nuevo es que está actuando extraño?

Asentí, confundida; pero él no dijo nada más, solo se giro para poder terminar el desayuno, dejando el tema de lado.

Tomé un café y la mitad de un panqueque, y me sentía horrible. Lando me miraba preocupado y yo solo quería meterme en la cama y dormir hasta que todo se sintiera menos.

Los problemas estaban acumulándose en mi espalda y enserio sentía que el peso pronto me tumbaría. Cada bocado que había ingerido se sentía incorrecto, y aunque la parte racional de mi cerebro sabía que solo era yo autosaboteándome, no podía evitar que sucediera.

— Creo que quizás sería buena idea que nos quedáramos aquí por hoy. — Comentó Lando mientras se levantaba para recoger la mesa. — Podemos ver una película o algo.

Asentí. — Suena bien... ¿Te molesta si te espero en la habitación? — Me sentía mal por no ayudarlo con todo en la cocina, sobre todo porque él era el que estaba de visita, pero enserio necesitaba recostarme un rato.

Lando negó con la cabeza. — Claro que no rayito, te veré en unos minutos. — Dejó un beso en mi frente y yo me dirigí a mi habitación, tirándome en la cama apenas cerré la puerta; me envolví en las sábanas, cubriéndome por completo, y cerré mis ojos mientras trataba de no pensar en nada.

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✵༄ Lando Norris –

Cuando Cass salió de la cocina, me permití suspirar con algo de frustración al ver su plato de comida. Sabía que toda la situación con los rumores y nuestra pequeña pelea la habían estresado, y no podía evitar sentirme algo culpable por todo lo que sucedía; pero también había algo que me decía que no era solo eso, que algo más estaba sucediendo que tenía a la rubia tan preocupada.

Decidí no pensar en eso ahora, y me apresuré a tomar un nuevo plato, puse un par de panqueques con miel y arándonos, y serví una taza de café; me dirigí a la habitación del fondo, nunca había entrado antes; toqué la puerta y esperé hasta que una Vienna con mirada cansada y en proceso de desmaquillarse me abrió.

— Norris... ¿Qué sucede?

Aclaré mi garganta, no sabía porque, pero la mejor amiga de Cass siempre me había parecido algo intimidante. — Te traje esto. Supuse que quizás tendrías hambre. — Le mostré la comida y el café, y ella suspiró mientras se movía de la puerta, dejándome entrar.

Love on Track | Lando NorrisDonde viven las historias. Descúbrelo ahora