Capítulo 40

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✵༄ Lando Norris –

En cuanto llegamos al hotel, los suspiros de Cass se habían hecho mas lentos, estaba profundamente dormida, y yo no quería despertarla. No sabía que le pasaba, pero era obvio por su comportamiento durante la comida de hoy, que su cansancio no era solo físico.

Me apresuré a bajar del auto, para luego dar la vuelta y abrir la puerta del copiloto. Le quité el cinturón de seguridad con cuidado, no queriendo molestar su sueño. Suavemente la saqué del auto, cargándola en mis brazos.

Se removió un poco, y pensé que se despertaría, pero simplemente acomodó su cabeza en mi hombro, y pasó sus brazos alrededor de mi cuello, aferrándose a mí.

Sonreí al sentirla cerca, y me dirigí al ascensor.

En cuanto llegué a mi habitación, abrí la puerta con algunas complicaciones, y la dejé recostada en la cama, aunque ella no parecía querer soltar mi cuello.

Me reí suavemente. — Rayito, ¿Podrías soltarme? Prometo que me recostaré contigo en un segundo.

Soltó un quejido inentendible, pero terminó por soltarme, y girarse en la cama, acomodándose. La cubrí con una manta mientras quitaba mis zapatos, para poder acostarme junto a ella.

La abracé acercándola a mi pecho, y pasé mis dedos por su cabello, jugando con él. Hasta que en algún momento, yo también me quedé dormido.

Cuando desperté, ya era de noche, y Cass no estaba en la cama.

Revisé mi teléfono para encontrarme con un mensaje, en el que me decía que había ido a su habitación con Vienna, y que se quedaría dormir con ella. Pero que me vería mañana para desayunar.

Le respondí deseándole buenas noches y recordándole que me llamara si me necesitaba, para luego pedir servicio a la habitación y poner una película.

Pero toda mi paz se arruinó cuando tocaron mi puerta.

— Abre, Muppet. — La voz de Carlos me hizo levantarme de la cama, confundido.

Cuando abrí, tenía a prácticamente la mitad de los pilotos frente a mi puerta.

Pierre me sonrió y levantó su mano, mostrando un paquete de cervezas.

— ¿Podemos pasar?

Me reí mientras los dejaba entrar, algo curioso por que hacían todos aquí.

Charles y Carlos se sentaron en el sillón frente a la televisión, junto con Pierre y Oscar.

Max y Daniel se quedaron parados, y George se acercó a saludarme.

— Oigan, no me malentiendan, pero ¿Que hacen todos aquí?

Oscar se encogió de hombros. — Cass se robó a Lily para una "noche de chicas" en la habitación de Vienna. Así que decidimos que nosotros también podríamos tener una noche de chicos.

Solté una carcajada al escucharlo y George negó con la cabeza.

— Si lo dices así, parece que tendremos una pijamada o algo, Piastri.

Todos nos reímos mientras los chicos prendían el Xbox, para empezar a jugar algo.

Pierre repartió las cervezas y yo acepté una.

Fue entonces cuando Carlos me miro de nuevo. — Bien, habla. ¿Que pasa entre tu y Cassandra?

Los mire sorprendido. — Así que por eso están aquí. Todos ustedes son unos chismosos.

Max se rió. — A mí me obligaron a venir.

— No mientas, Verstappen. Sabes que te mueres por saber si Cass esta libre o no. — Le respondió Pierre.

Love on Track | Lando NorrisDonde viven las historias. Descúbrelo ahora